



El VictoriaFest por BBVA en su edición número siete reunió a 2,500 emprendedoras de diferentes partes del país en el Jardín San Hipolito en Ocoyoacan, Estado de México. Juntas para escuchar a Marisa Lazo, la empresaria que creó Pastelerías Marisa; y a Ana Victoria García, fundadora y CEO de Victoria147, una compañía que desarrolla empresas de mujeres.
El día comenzó elevando la energía con Dafne Schilling que pudo conectar con tantas mujeres reunidas en VictoriaFest 2024, dispuestas a poner su cuerpo y espíritu en movimiento. “No se trata de bailar bien o mal, sino de bailar con el alma. Movernos con unicidad para ser un gran corazón latiendo”, expresó Dafne.
La primera conferencia fue “Emprendedora Holística” de Ana Victoria García, organizadora de VictoriaFest. Este año celebró: ‘Ser rara es un piropo’. “Elijan ser raras. A mí gusta ser la del comentario incómodo o la de la idea irreverente. En un mundo de clones, ser rara es un piropo”.
Tu singularidad es la herramienta más importante para atravesar la adversidad. Si vemos con curiosidad lo distinto hay un montón de riqueza.
LAS PLÁTICAS CON LOS LÍDERES YEMPRENDEDORES DE AMÉRICA Ana Victoria García, creadora de VictoriaFest.
Hoy creamos un día para reunirnos, ir a nuestro interior, abrazar, admirar y gritar nuestra rareza.
Diego Barrazas, creador del podcast Dementes, conversaciones sin censura con los referentes de cada industria, dio la conferencia: ‘El que pega primero, pega más fuerte. ¿Cómo lo hacen distinto los raros?’, en la que dijo: “Encuentra tus fortalezas dentro de tus rarezas”. “Empecemos a abrazar nuestras rarezas y que sean las que presumamos y con las que nos presentemos”.
El consejo para emprender: Cuando tienes claro el qué, los cómo aparecen poco a poco.
Diego Barrazas, fundador de Dementes Media.
En el panel ‘¿El dinero tiene género?’. El creador del podcast Cracks, Oso Trava, aconsejó: “Cobren, cobren, cobren sin piedad y sin pena. De nada sirve vender si no te pagan. Si tú no cobras, automáticamente tu trabajo vale cero. Todo trabajo merece un pago. Créetela y cobra. Y así págale también a la gente”.
Melina Cruz es una mujer que tiene la valentía de sentarse en una mesa con inversionistas para pedirles dinero. Los fondos le han dicho ‘No’ un montón de veces y ‘¿Otra vez ya estás aquí’. Ella es cofundadora de Maqui, un software para gestionar la cadena de suministro de las empresas de moda.
Pedir dinero a los inversionistas es una situación súper vulnerable porque te dicen: ‘No’. ‘No me gusta’. ‘No me interesa’. ‘No me hace sentido’. Pero hay una cosa muy interesante que es preguntar: ‘¿Por qué no te gusta?’.
Melina Cruz, cofundadora de Maqui.
María Ariza, CEO de BIVA, Bolsa Institucional de Valores, aconsejó:
Lo primero es tener más fuentes de ingresos para hacer inversiones inteligentes en productos financieros formales diseñados por expertos. Hay que estudiarlos y entenderlos.
La CEO de BIVA dijo que desde hace un año hay una oportunidad enorme en los CETES. Otra alternativa es tener una cuenta en la Bolsa e invertir en acciones y ETFs (Exchange Traded Fund). “El interés compuesto de esto y seguir invirtiendo en tu negocio, te dará muchos más rendimientos que otros activos. Pero debes invertir en un plazo de ocho a diez años”, aseguró.
Sebastián Tonda, Co-CEO de Igualdad, habló sobre ‘¿Cómo nos transformará la Inteligencia Artificial (IA)?’. La premisa es: “Aprender a potencializarnos con la IA”. “La apuesta en los próximos cinco años es que ya no vamos a traer celular, sino lentes de realidad virtual aumentada. Por lo que los tenis Gucci virtuales que alguien trae puestos, solo podrán verlos los que usan este tipo de gafas”.
No basta con pasión para convertirse en una gran empresaria. Toma años lograrlo. -aseguró Marisa Lazo en su conferencia: ‘Las delicias de emprender’-. Hace casi 32 años una amiga le dijo: ‘¿Me vendes un pay de pera con almendras?’. Hoy tiene una fábrica, 1,300 colaboradores, 63 sucursales de Pastelerías Marisa y 40 sucursales de Dolce Natura, una marca de helados y paletas hechas a mano que le compró a una amiga.
Empezó su negocio con cero pesos. Les ponía una etiqueta a sus pasteles con el teléfono de su casa y así tomaba los pedidos. A lo largo de los años ha tenido la disciplina de ahorrar e invertir. Nunca ha pedido un préstamo y duerme tranquila porque no debe dinero. “Que el dinero no sea tu motor principal y lo que más te importe. La vida no se trata de acumular, sino de contribuir”.
Las dos ideas principales que comparto son: ama lo que haces y emprende eligiendo lo que más te gusta, en mi caso, hacer pasteles y comérmelos.
Marisa Lazo, fundadora de Pastelerías Marisa.
Algo que le ha funcionado en muchos años es que siempre tiene un ‘Sí’ antes que un ‘No’. “Busco la forma en cómo sí”. “Soy súper positiva”, dice Marisa. También toma decisiones y es muy fiel a ellas. Por ejemplo: hacer productos de forma artesanal con ingredientes naturales.
“De esa decisión principal vienen todas las demás decisiones: no producir en línea, no usar huevo líquido o en polvo por ser más económico, no usar saborizante artificial de almendras, no cambiar la mantequilla por margarina que es más barata. En Pastelerías Marisa utilizamos más de un millón de huevos al mes y la cáscara la quitamos a mano”.
Si tu producto no es bueno no te van a recomprar. Primero concéntrate en sacar la piyama más cómoda, la vela más bonita o el pastel más bueno; y después todo lo demás.
Marisa creció su negocio porque supo hacer equipo, bajarle a su ego, ser humilde, identificar talento, dejar que cometan errores y ceder el control. “Hemos logrado una empresa cercana, humana y a la vez exigente teniendo reglas claras y siendo muy auténtica. Sean como sean, pero sean ustedes”.
Entre más pasteles regalo más pasteles tengo. Es infalible. Sé generoso y te vas a sorprender de la abundancia que llegará a tu vida.
Pastelerías Marisa tiene una red médica para sus empleados. Ellos pagan 50 pesos por la consulta y el resto la empresa. Con el programa Dignifica tu Casa remodelan dos casas al mes. Dentro de la compañía está la Prepa Marisa para que ahí mismo puedan estudiar y graduarse.
El ego es uno de los temas que más le gusta compartir a Marisa Lazo porque para ella ha sido un reto enorme. “Un ego grande no te permite reconocer tus errores, pedir disculpas ni ayuda. Crees que siempre tienes la razón y el deseo por ser reconocido es insaciable. La cura es pensar en los demás. Alegrarte con el éxito ajeno y echarles porras”.