Las vacaciones se acercan y en los meses previos, las búsquedas de servicios de hospedaje han ido en aumento porque los viajeros buscan las mejores opciones para hospedarse. Si tienes un espacio disponible, tienes la posibilidad de alquilarlo a turistas y hacer de estas rentas una de las formas de ganar dinero.
Lo bueno: en las diversas plataformas de servicios de hospedaje hay reseñas y demás datos que dan idea de las condiciones del lugar o lugares que llamaron la atención de los viajeros, por lo que es más fácil elegir en función de sus necesidades.
Lo malo: a veces hay reseñas negativas sobre algunos de estos sitios, experiencias de usuarios que, desafortunadamente, no tuvieron acceso a alguno de los servicios que se ofrecían en el alojamiento o, simplemente, las condiciones del lugar no eran las mejores.
La lista es larga: alojamientos con malas condiciones de higiene, personal grosero, precios más caros de lo acordado, plagas y otras circunstancias que, al no ser una buena experiencia para los huéspedes, repercuten en la reputación del alojamiento y, por lo tanto, en la posibilidad de que tenga más huéspedes y ganancias.
Y por otro lado, también hay casos desafortunados en los que los huéspedes no tienen la mejor conducta en los alojamientos e incluso llegan a causar destrozos.
Entonces, sí tú tienes en renta un alojamiento en estas plataformas de servicios de hospedaje, ¿qué hacer para mejorar la experiencia del cliente y lograr que cada vez más huéspedes reserven?
Y si eres quien reserva el alojamiento, ¿qué puedes hacer para mantenerlo en las mejores condiciones y convertirte en un huésped ejemplar?
Aquí te compartimos algunas recomendaciones y detalles que cambian totalmente la experiencia de tus huéspedes. Y también recomendaciones para ser siempre un buen huésped.
En las plataformas, al abrir tu perfil y ofertar los espacios que rentas para los vacacionistas, siempre se solicita la información completa para que puedan conocer tu alojamiento. Asegúrate de agregar todos los datos básicos relevantes para los viajeros, por ejemplo: fechas disponibles, ubicación exacta, servicios que ofrecerás, precios, amenidades, medidas de seguridad, entre otros. Así será más fácil que quienes buscan hospedaje elijan tu espacio, pues tienen una idea más clara del lugar en el que se quedarán.
Como extra, y para aumentar el atractivo de tu alojamiento, puedes agregar otros detalles como la cercanía a sitios de interés turístico, a medios de transporte, calles y avenidas principales.
Para los huéspedes: asegúrate de leer atentamente toda la información proporcionada en la plataforma acerca del alojamiento. En caso de necesitarlo, pregunta al anfitrión todas las dudas que tengas.
Si así lo deseas y lo necesitas, busca la ubicación del alojamiento en otras aplicaciones para que veas qué atractivos turísticos hay en las zonas cercanas a tu alojamiento. Para más tranquilidad, planea tus actividades, los lugares a los que irás y las rutas que seguirás para llegar.
Una vez que han elegido tu alojamiento, aún con la claridad de la información sobre tu alojamiento, pueden surgir dudas. Si las personas que han reservado tu alojamiento te escriben, procura responder pronto aclarando sus preguntas. O en caso de que, ya en el alojamiento, tengan dudas sobre algún servicio o algún inconveniente, igualmente procura responder lo más pronto posible.
Es cuestión de empatía: a todos nos gusta que nos brinden ayuda pronta cuando surge algún inconveniente con un servicio, el hecho de sentirse escuchados y atendidos forma parte de una excelente experiencia de cliente, lo que repercutirá de manera positiva en la percepción que tus huéspedes tengan de tu alojamiento y su servicio.
Para los huéspedes: procura ser paciente. Para más tranquilidad, previo a tu viaje y llegada al alojamiento, pregunta al anfitrión sobre detalles específicos como la hora de entrada y salida, especificaciones sobre las llaves o la forma de acceder al alojamiento, sobre los aparatos y servicios disponibles, qué hacer en caso de emergencia. Quizá suene anticipado pero siempre es mejor tener una idea previa de lo que te espera en el alojamiento.
Asegúrate que antes de la llegada de tus huéspedes la higiene de tu alojamiento sea la mejor posible. Instalaciones como los baños, lavabos y regaderas siempre deben estar limpios, pues de no ser así, se convierten en focos de infección.
Igualmente otras áreas como cocina, salas y demás espacios deben estar limpios, pues no solo hablan del cuidado que pones en tu alojamiento, sino de la consideración a la salud de tus huéspedes.
De igual forma, asegúrate que las camas, colchones, almohadas, sábanas, cobijas, alfombras estén en perfectas condiciones de higiene.
Y sobre todo, presta especial atención a las plagas. Es increíble la cantidad de quejas que se llegan a encontrar en las reseñas por este tipo de problemas: plagas de moscas, ratas, cucarachas y chinches.
Recuerda que como anfitrión es tu obligación mantener a raya este tipo de fauna, ya que de no hacerlo, pones en riesgo la salud de tus huéspedes, pues por lo general este tipo de insectos pueden ser vectores de enfermedades graves como el mal de Chagas (en el caso de las chinches).
Para los huéspedes: mantén las instalaciones, el mobiliario y demás artículos del alojamiento en las mejores condiciones posibles. El hecho de que la limpieza sea responsabilidad del anfitrión y parte de los servicios que incluye el alojamiento, no quiere decir que no haya que cuidar el orden y la limpieza del alojamiento. Piensa en tu propia comodidad y si ensucias algo, procura limpiarlo en la medida de lo posible. No dejes basura fuera del lugar correspondiente.
Junto con la higiene, es uno de los aspectos fundamentales si ofreces servicios de hospedaje.
Procura mantener las instalaciones de tu alojamiento en las mejores condiciones posibles. Si puedes, repara o renueva el mobiliario del espacio que rentas, pues además de dar una imagen desagradable, un mobiliario viejo puede causar accidentes a tus huéspedes.
De igual forma, procura mantener la pintura del alojamiento en las mejores condiciones que puedas, renuévala periódicamente si te es posible. Si hay paredes, fachadas, escaleras, ventanas, pisos o techos en mal estado, repáralos o renuévalos.
Nuevamente: además de no dar buena imagen a tu alojamiento, tener algo de esto en mal estado puede causar accidentes a tus huéspedes y, a largo plazo, puede ser más caro el pago por daños que la reparación. Además de que la mala experiencia de tus clientes será un factor para que no vuelvan a reservar.
Para los huéspedes: procura mantener el inmobiliario, las instalaciones, la decoración y demás cosas del alojamiento en el mejor estado posible. El hecho de pagar el alojamiento no implica derecho a hacer destrozos en los alojamientos.
Aquí igualmente es cuestión de empatía: si tú rentaras un espacio, no sería nada grato que los huéspedes rompieran cosas, descompusieran aparatos y provocaran algún otro desperfecto.
Si notas que a tu llegada hay algo en malas condiciones, igualmente repórtalo al anfitrión, así evitas que te cobren por algo que tú no rompiste o descompusiste.
Si rompes algo, procura reponerlo o pagarlo directamente, pues en caso de causar algún desperfecto, las plataformas te pueden hacer el cargo a tu tarjeta por concepto de los daños causados.
Si descompones algún aparato, de igual forma avisa al anfitrión y procura repararlo o pagarlo, de esta forma no te llevarás desagradables sorpresas en tus tarjetas de crédito.
Además, recuerda que algunas plataformas de renta de servicios de hospedaje, tienen cláusulas muy claras sobre los procedimientos y acciones legales contra los huéspedes que causan destrozos. Evita llegar a esos extremos cuidando todo lo mejor posible.
Si tu alojamiento tiene una hora de entrada, procura apegarte al tiempo establecido en la plataforma. Igualmente procura ser flexible con las horas de entrada y salida.
Nuevamente, es cuestión de empatía: a nadie nos gusta esperar demasiado tiempo para poder acceder a los alojamientos, pues los viajes en avión, en auto o autobús suelen ser cansados y como viajero, lo que más se desea es llegar a descansar. Además es necesario tener dónde dejar el equipaje, pues no es cómodo ni seguro andar por las calles con el equipaje en mano.
También considera que los huéspedes, por lo general, tienen planeados los horarios y las actividades de sus viajes, así que demorarte en recibirlos o en darles acceso puede ser contraproducente para lo que han previsto.
Aún cuando dar acceso antes de la hora de entrada pueda permitirte cobrar un monto extra, ten por seguro que la puntualidad, flexibilidad y buen servicio pueden hacer que tus huéspedes paguen con gusto ese extra.
Recuerda: no es de gran ayuda tener un alojamiento increíble sea por la decoración, la ubicación o los servicios, si la experiencia de cliente falla por falta de puntualidad o de amabilidad.
Para los huéspedes: al planear tu viaje, si puedes llega a tu destino solo un poco antes de la hora de entrada al alojamiento o incluso después, así no tendrás que esperar demasiado tiempo para poder acceder, dejar tu equipaje y descansar. Considera que el tiempo que transcurre entre la salida de los huéspedes anteriores y tú, se realizan labores de limpieza.
¿Qué te parecen estos tips para ser el mejor anfitrión y para ser un huésped ejemplar en los servicios de hospedaje?
Si quieres conocer historias de emprendimientos dentro del mundo de los servicios de hospedaje, te compartimos Grupo Presidente le apuesta al hospedaje de lujo para adultos mayores.
