



Las inundaciones en Texas han dejado un saldo de más de 100 decesos hasta el momento y pérdidas materiales aún incalculables. En medio del caos, dos jóvenes mexicanas de 19 años, Silvana Garza y María Paula Zárate, se convirtieron en protagonistas de una historia de esperanza. Ambas, encargadas de un grupo de 20 niñas en un campamento, lograron mantenerlas a salvo durante la tormenta y la emergencia, pese a la angustia y el miedo generalizado.
La madrugada del viernes 4 de julio, el Campamento Mystic en Hill Country, Texas, fue escenario de una de las peores inundaciones en décadas. El río Guadalupe se desbordó en cuestión de minutos, alcanzando niveles históricos y arrasando cabañas, vehículos y todo a su paso. El saldo oficial de la tragedia ascendió este 8 de julio a 105 personas fallecidas, incluidos menores y decenas de desaparecidos, informan desde ABC News.
Mientras equipos de rescate peinaban la zona, el testimonio de las jóvenes mexicanas comenzó a difundirse y a inspirar a miles.
“Nos fuimos a dormir… como a la media noche empezó a llover de una manera que jamás había vivido, los truenos movían todos los vidrios, los rayos iluminaban todas las cabañas”, relató Silvana a Univisión, recordando que la tormenta azotó el campamento con una fuerza inusitada.
“Fue una tormenta de película, de miedo (…) sentías que caían los rayos al lado de ti, porque iluminaban todas las cabañas (…) es una tormenta que nunca en mi vida había escuchado, nunca lo había vivido, no dejaba de llover”, recordó Silvana en entrevista para N+.
“Estábamos en las cabañas en la noche con nuestras niñas porque somos coordinadoras de grupo. Estaba fuertísima la lluvia. Nadie podía dormir y pasamos toda la noche en las cabañas”, agregó María Paula.
La luz se fue alrededor de las 3 de la mañana, sumiendo a todos en la oscuridad y aumentando la ansiedad. Las jóvenes optaron por escribir los nombres de las niñas en sus brazos y gafetes, una medida de identificación en caso de emergencia.
“Parecía como una película, los vidrios temblaban y lo que hicimos fue ponerles sus nombres en los brazos a las niñas para que pudieran identificarlas”, relató Silvana. El miedo era palpable, pero la prioridad era mantener la calma y proteger a las menores.
A pesar del miedo y la incertidumbre, ambas jóvenes mantuvieron la calma para tranquilizar a las niñas. Las sobrevivientes se mantuvieron en las cabañas, entreteniendo a las pequeñas hasta que comenzaron las evacuaciones alrededor de las 6 de la tarde.
“Las niñas se empezaron a dar cuenta de que algo estaba pasando y comenzamos a empacar las cosas mientras les decíamos que íbamos a estar bien. (…) Sentía que estaba en un sueño. No pensé que fuera verdad, nunca entendí la gravedad del asunto hasta que lo vimos cuando salimos en los camiones del Ejército”, confesó Garza.
Con el amanecer, la situación seguía siendo incierta. Las autoridades notificaron que otro campamento cercano había quedado destrozado y que varias niñas sobrevivientes estaban siendo trasladadas.
“Gracias a Dios estábamos bien, y se pudo rescatar a la mayoría. Lo único que nos dijeron fue que se habían perdido 25 niñas, que habían encontrado a dos en un campamento cerca bien. Que se fueron con la corriente, pero sobrevivieron, pero que no habían encontrado a las otras 23 niñas”, contó Silvana.
El operativo de rescate fue intenso, con equipos de emergencia y helicópteros recorriendo la zona, mientras la lluvia seguía amenazando con más inundaciones. “Es una situación difícil y horrible, nos enteremos después que hay más de 20 niñas desaparecidas y obviamente rezaremos por ellas”, relató María Paula.
La valentía de Silvana y María Paula no pasó desapercibida. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció públicamente su labor.
“Dos mexicanas jovencitas que rescataron a otras, da mucho orgullo, la verdad. Nuestro saludo, cariño y fortaleza”, expresó la mandataria mexicana.
El Consulado de México en San Antonio brindó asistencia a 30 mexicanos afectados, gestionando apoyos y trámites para quienes lo necesitaron. “Nuestro saludo, cariño y fortaleza, nuestro pésame también a quienes perdieron a un familiar por las inundaciones”, agregó Sheinbaum.
El campamento Mystic, por su parte, expresó su dolor por la pérdida de las pequeñas y de sus colaboradores. “Estamos de luto por la pérdida de 27 campistas y consejeros, tras la catastrófica inundación del río Guadalupe”.
La comunidad local y nacional se unió en solidaridad, enviando oraciones y apoyo a las familias afectadas mientras continuaban las labores de búsqueda y rescate.
Al final, la experiencia dejó una huella imborrable en sus vidas y en la de las familias que lograron proteger.
“Por suerte, estamos vivas”, concluyó Silvana.