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08-03-2023, 9:58:06 AM

El valor de nuestro trabajo, entre líderes e ‘impostoras’

Platicando con mujeres en puestos de liderazgo y emprendedoras encontré coincidencias: nos han hecho dudar tanto de nosotras que nos la creímos.

Líderes e impostoras
Líderes e impostoras © Depositphotos

En pleno 2023, y luego de miles de deconstrucciones y luchas por la equidad de género, no es una exageración decir que las empresas tienen una deuda con las mujeres; particularmente, cuando se trata de otorgarle un valor a nuestro trabajo, es decir, la brecha salarial es palpable y nos afecta a todas y todos.

Para entender la brecha salarial hay que desmenuzar sus componentes. Por un lado, habla de empresas con poca estrategia y que miden el valor del trabajo con base en el género y un puñado de prejuicios; y por otro, se trata de un problema sistémico en el que las mujeres, por su calidad de género somos merecedoras de menos confianza.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial, las mujeres reciben en promedio un salario 15% menor en comparación a los hombres; y al interior de las empresas, mayormente ocupan los puestos con menores salarios. En México, algunos estudios más puntuales refieren que la brecha es aún mayor y señalan que la diferencia salarial ronda cerca del 30%, el doble del promedio mundial.

La brecha salarial y la educación

Los trasfondos de la brecha salarial se remontan a la educación que recibimos desde la primera infancia, donde las actividades que “deben” o “pueden” hacer niños están claramente marcadas por una línea que deja muy por debajo nuestras capacidades y aspiraciones. Mientras el niño puede ser chef, la niña es cocinera. De entrada, la diferencia de ingresos es abismal.

La educación también deja mucho que desear. La prueba PISA, que se realiza como una evaluación del nivel educativo, señala que las mujeres son mejores por 30 puntos en temas como la lectura; mientras que ellos sobresalen en matemáticas por una diferencia de 12 puntos.

En la escuela se acentúan las diferencias de género con premisas como que los niños son mejores para algunas materias; sí, pero la diferencia es relativamente baja y no se da en los primeros años de educación; sino en cursos posteriores. ¿Qué reflexión nos deja?, y peor, ¿qué pasa al salir al campo laboral?

Entre líderes e impostoras

Platicando con colegas, mujeres en puestos de liderazgo y emprendedoras encontré coincidencias; principalmente una dolorosa: nos han hecho dudar tanto de nosotras que nos la creímos. Muchas mujeres dudan de su capacidad, habilidades y conocimientos, sin importar el cargo que tienen al interior de las empresas. De hecho, el famoso síndrome del impostor es más frecuente en nosotras.

Cuestionarnos y dudar es una cosa, pero los resultados son otros. Las empresas lideradas por mujeres han demostrado tener mejores estados financieros e incluso una cultura más atractiva para el talento clave y un mayor desarrollo de los equipos.

La confianza hacia las mujeres se extrapola a todos los niveles: fondos de inversión que las cuestionan más a ellas, aliados que evalúan de forma más tajante sus proyectos y empresas que pagan menos.

Violencia invisible

Esta problemática es una de las muchas violencias laborales, muchas veces pasa como algo menor o se asume como la norma, pero el hecho de que las mexicanas aún no alcancemos paridad de género en el tema de salarios es reflejo de una violencia invisible.

Afortunadamente, entre más visible hagamos este problema, más y más organizaciones pueden cambiar sus prácticas y desarrollar tabuladores en los que el sueldo se otorgue acorde a las habilidades y conocimientos de los trabajadores sin importar su género. Otro aspecto clave, es que los ascensos se den acorde a estas mismas cualidades.

En la medida en que las compañías asuman su responsabilidad en estos temas e integren en su práctica políticas con equidad de género, los resultados serán más que evidentes. Al final del día se trata de ser estratégico y planear acorde al crecimiento y sofisticación del talento humano.

Este 8 de marzo es el pretexto ideal para hablar de las deudas que tienen con nosotras, y a pesar de que en el campo laboral la brecha es grande, el mejor momento para cambiarlo es ahora.

Brecha Salarial Equidad de género
autor Somos parte de la comunidad de Apolo 25, consultora de diseño, relaciones públicas y consultoría estratégica centrada en el usuario y especializada en startups y emprendimiento. Creamos este espacio por y para las colaboradoras con la finalidad de proponer y desarrollar estrategias y acciones que nos ayuden a generar prácticas laborales más inclusivas y libres de violencia.