Un negocio que no funcionó, desesperación y una carnita asada fueron los ingredientes que no dejaron que la llama emprendedora de Daniel Aguirre, originario de Torreón, Coahuila, se apagará.
El joven de 38 años quería vender aserrín y todos los desechos que se obtienen al fabricar muebles y que se utilizan para otras áreas en diferentes industrias, pero el material no contaba con las características que le prometieron.
“Tenía aproximadamente 3 mil 500 metros cúbicos (de aserrín) almacenados, que son 70 trailers estacionados ahí en un almacén, me desesperé, triste, cansado y sin ilusiones, me pregunté ¿Qué voy a hacer con tanto material?”, dice el emprendedor en entrevista exclusiva.
En esos momentos, Daniel fue invitado a una carne asada donde se dio cuenta de lo mucho que batallaba la persona para prender el carbón y se le ocurrió la idea de crear un producto que hiciera esta tarea más fácil. “Claro, ya existen”, dijo, “pero a base de químicos o sobre artículos de materias primas que no son renovables”.
Imagen: Fireball vía Facebook.
Así fue como surgió la idea de Fireball en 2018. Posteriormente, el emprendedor empezó a experimentar con sus propias manos y materiales, ya que él y su padre tienen un negocio de fabricación de muebles.
“Empecé con mis propias manos a diseñarlo, me quemé, ¿por qué? porque los materiales son 80% madera de pino y el otro 20% es cera natural entonces todo es material reciclado”, explica el emprendedor.
De acuerdo con Daniel, la Comarca Lagunera en Torreón es una cuenca de fábricas de muebles, y lo que él y su equipo recaudan es un material que iba a la basura.
“Otras industrias lo mandaban a quemar que eso ya es un desgaste fuerte de combustibles, entonces nosotros tomamos esa cera que ya también se llama cera reciclada que no utiliza la industria, toda la madera, todos los desperdicios y hacemos todo el proceso y de ahí nació Fireball realmente en 2019, porque nos tomó un año hacer que fuera eficiente”, comenta.
En 2019 Daniel se contactó con Lina Velázquez, quien durante 12 años se dedicó a la venta de publicidad para televisión en empresas como Televisa y Dish México, emprendió con marketing de realidad aumentada y virtual y actualmente posee una florería de “rosas eternas”.
“Yo invité a Lina diciéndole que ya tenía un producto que funcionaba y que ayudaba a la gente que no sabe como prender el carbón. Para esto hicimos un estudio grande de cuantas personas utilizan carbón en México y pues yo creo que la mayoría, digo ¿A quién no le gusta la carnita asada o la parrilla? Y pues entonces le pedí que me ayudara con todo el tema de ventas, yo me dedico a producir a hacer el producto más eficiente y tú dedicate a colocarlo en carnicerías, autoservicios, tiendas de conveniencia, en línea, en todas las vías que se pueda para hacer un gran equipo, así fue realmente cómo inició el tema formalmente”, dice Daniel.
Imagen: Cortesía de Shark Tank México.
Daniel comenta que cuando arrancaron tenían un capital de 10 mil pesos de un último camión del material que vendió y no funcionó, y dijo “bueno esto tiene que funcionar para producir las flamas que necesitamos”.
Actualmente a poco más de un año que cumplieron en septiembre, han vendido más de un millón de piezas. “Ahorita estamos en Amazon , Mercado Libre y tenemos nuestra propia página de internet , igual en cualquier carnicería, tienda de autoservicio de conveniencia, vamos a entrar en Sams , Oxxo , todas las marcas de supermercados que de alguna u otra ya tenemos presencia importante. Vamos creciendo con la idea de entrar al mercado de Estados Unidos, ya nos solicitaron poder exportarlo, estamos trabajando en ello, yo creo que para el 2021 estaremos envíandolo para allá”.
Fireball es un iniciador de fuego para carbón, leña y fogata que está hecho de materiales reciclables, no daña el ambiente, ni saboriza tus alimentos y no es tóxico. Cuenta con 20 gramos de peso y puede durar hasta 16 minutos encendido.
Su precio al público es de 16 pesos una flama individual, 48 pesos el tripack, y cajas de 15, 24 y 30 piezas en 198, 290, y 553 pesos, respectivamente.
De acuerdo con Lina, la labor de ventas ha sido una de las cosas más desgastantes en lo que lleva el emprendimiento, sobre todo por el contexto del COVID-19. “Con lo del COVID se paró todo y apenas se está reactivando cuando ya nos habían dicho por marzo o febrero que ya podíamos entrar y estamos en noviembre y ha sido un proceso verdaderamente desgastante, yo creo que ya nos están tomando en cuenta porque es estar un día sí y un día no insistiendo”, explica la emprendedora.
Lina Velázquez se declara fan de Shark Tank, comenta que es un programa que siempre le ha gustado “veo el de Estados Unidos, colombiano, mexicano todas las temporadas”. La emprendedora le pidió un contacto a su ex jefe y mandó un correo con sus datos e información de la empresa, sin embargo, nunca le contestaron.
“Pero yo soy terquita volví a mandar un mail en diciembre, ‘oigan, ¿qué pasó?, contéstenme que sí o que no pero pelenme’ y en enero me marcan y yo estaba desayunando, en Playa del Carmen y me dicen ‘Lina Velázquez habló del programa de Shark Tank, oye un favor me puedes mandar más información de tu producto’. Pero la información que yo le mandé en el anterior correo era toda lo que tenía, entonces la vuelvo a mandar y me contesta a la mera hora que mi producto fue autorizado”, dice Lina.
Era 16 de diciembre y los emprendedores debían mandar toda la documentación para estar en el programa antes del 23 de diciembre. “Y todo era de tener los antecedentes no penales, un contrato de 57 hojas, y no solo uno porque eran como cuatro, le echamos ganas y mandamos todo… Yo no conocía a nadie, o sea me pasaron un contacto pero yo solo mandé un mail, le di seguimiento y fue cuando me hablaron”.
Daniel estaba sorprendido “O sea, pero ¿cómo? iniciamos operaciones el 15 de septiembre de 2019 fue nuestro primer pedido y el 16 de diciembre me dice, apurate que vamos a entrar a Shark Tank”, comenta.
De acuerdo con el emprendedor, de septiembre a esa fecha habían vendido 30 mil piezas y llegaron a Shark Tank México que se transmite todos viernes a las 22:00 horas por Canal Sony , pidiendo 650 mil pesos (32,000 dólares aproximadamente) por el 10% de la empresa.
Foto: Cortesía de Shark Tank México.
Finalmente, cerraron trato con Arturo Elías Ayub por la misma cantidad y el 20% de la empresa más un peso por cada flama cuando entren al mercado de Estados Unidos. En este contexto, los emprendedores nos comparten algunos consejos para convencer a un tiburón:
Lo que sigue para Fireball es consolidar el mercado nacional e internacional en Estados Unidos y Canadá, Asimismo, quieren crecer en diferentes tipos de artículos relacionados con el ambiente de una parrilla.
“Vamos a crecer en diferentes tipos de artículos, estamos creando una línea de briquetas para carbón, hechas de aserrín de pino, carbón de mezquite, un repelente para mosquitos, tablas para picar, todo lo que tiene que ser ambiente de parilla, artículos que vamos a lanzar para el 2021, que va a formar parte de la familia de Fireball”, culmina Daniel.
