Este lunes 11 de julio, el rumor de la supuesta muerte del papa emérito Benedicto XVI corrió como pólvora en redes sociales. Haciéndose pasar por Georg Bätzing, obispo de Limburg y actual presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, una cuenta falsa de Twitter anunció que el expontífice de 95 años habría fallecido. Sin embargo, pronto se descubrió que se trataba solo de fake news (noticias falsas), un fenómeno que es tristemente común en nuestros días.
Rápidamente se convirtió en tendencia la noticia de que había muerto Joseph Ratzinger, quien dirigió la iglesia católica de 2005 a 2013. La información parecía creíble por venir de una fuente que parecía oficial, y miles de usuarios, personalidades y medios de comunicación internacionales la replicaron.
Pocos notaron que la cuenta solo tenía poco más de mil seguidores, cuatro tuits publicados y no estaba verificada. El falso perfil se creó en agosto de 2021 y tras lanzar su tuit viral sumó más de 14 mil seguidores de todo el mundo.
Ante la premura por publicar o ser de los primeros en hablar del tema, muchos no esperaron a que el Vaticano lo confirmara. Algo que, por supuesto, no ocurrió. De hecho, hasta el momento ni la Santa Sede ni el papa Francisco han mencionado el asunto en sus redes sociales.
La periodista Valentina Alazraki, famosa por ser corresponsal de México en el Vaticano desde hace décadas, reportó en Twitter que no había información oficial sobre el tema ni confirmación de tal noticia. Por su parte, la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa), aclaró: “Benedicto XVI NO ha muerto: Es falso un mensaje que circula en redes sociales”. La Conferencia del Episcopado Mexicano también desmintió el rumor. “El Vaticano no ha emitido algún pronunciamiento oficial sobre el rumor del fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI”, se lee en un tuit.
Casi una hora después de reportar la falsa muerte de Benedicto XVI, en la cuenta aparecieron dos nuevos tuits aclarando que todo fue mentira. “Esta cuenta es falsa creada por el periodista italiano Tommasso Debenedetti“, se lee en inglés y en español en los posteos.
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) compartió una captura de pantalla de los mensajes, pues la cuenta @bischofbatzing ya fue eliminada.
Tommasso Debenedetti es un profesor italiano de 53 años, famoso por publicar entrevistas falsas e informar supuestas muertes de personajes relevantes. Entre los blancos de sus engaños figuran personalidades como el Dalai Lama, Mijaíl Gorbachov, Noam Chomsky, J.K Rowling y el propio Benedicto XVI. También ha ‘matado’ mediante sus fake news a famosos latinoamericanos como Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Fidel Castro y Pedro Almodóvar.
En 2010, una entrevista para el medio español El País, el periodista confesó que disfruta su rol como mentiroso profesional. “Me gusta ser el campeón italiano de la mentira. Creo que he inventado un género nuevo y espero poder publicar nuevos falsos en mi web, y la colección en un libro. Por supuesto, con prólogo de Philip Roth”, dijo Debenedetti.
“Mi idea era ser un periodista cultural serio y honrado, pero eso en Italia es imposible”, comentó en 2012 a The Guardian. “La información en este país está basada en la falsificación. Todo cuela mientras sea favorable a la línea editorial, mientras el que habla sea uno de los nuestros. Yo, simplemente, me presté a ese juego para poder publicar y lo jugué hasta el final para denunciar ese estado de cosas”, añadió para el medio británico.
“Las redes sociales son la fuente de información más inverificable del mundo, pero los medios de comunicación lo creen por su necesidad de velocidad”, explicó el profesor italiano al mismo medio.
En una reciente entrevista para el diario argentino La Nación, reiteró que sus noticias falsas son una especie de juego o experimento social. “El periodismo se convierte muchas veces en una fusión de verdad y ficción”, dijo el italiano en una plática con el periodista Daniel Gigena. “Mi objetivo es mostrar la escasa fiabilidad de las redes sociales como fuente de información”.
La Federación Internacional de Periodistas (IFJ) publicó un amplio reporte sobre este fenómeno. Explican que “este término es utilizado para conceptualizar la divulgación de noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación”.
Según la asociación, las redes sociales permiten que los usuarios sean, a la vez, productores y consumidores de contenidos. Esto “facilita la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado. Así se genera un circuito vicioso, y una noticia falsa se replica miles de veces en cuestión de segundos”.
El organismo detalla que las plataformas de redes sociales “utilizan un algoritmo que distribuye el contenido más relevante para cada usuario”. También señalan que el alcance e interacciones que tiene el posteo influyen en su difusión. Así, la información que se les presenta está condicionada y filtrada por estas variables y se crea un círculo vicioso: entre más se muestran estos posteos, más interacciones reciben y más se difunden. Eso provoca la viralización de fake news.
De acuerdo con el análisis de la IFJ, este efecto se vuelve cada vez más peligroso e impacta tanto al periodismo como a los usuarios y consumidores, pues obstaculiza su derecho a la información.
