Con solo 22 años, Donovan Carrillo hizo soñar a México con una medalla y aunque no lo consiguió, la pasión y el amor que le imprime a cada una de sus presentaciones seguirán llevándolo más lejos de lo que pudo imaginar desde la primera vez que pisó la pista de hielo.
En un país sin un frío glaciar donde entrenar, compitió con todo en su contra en los Juegos Olímpicos Beijing 2022, consiguiendo la mejor puntuación de su historia deportiva 218.13 unidades.
Originario de Guadalajara, Jalisco, hizo lo que muchos más no se han atrevido: ir contra la corriente. Descubrir su vocación fue mera coincidencia, cuando llevaba a su hermana Dafne a sus clases de patinaje en una pista de un centro comercial, conoció a una chica que le gustó. Aprovechaba sus visitas a la pista de hielo para poder platicar con ella.
HTMLFue así que surgió el amor, no entre los dos jóvenes, pero sí con un deporte estigmatizado y casi inexistente en México, el patinaje artístico.
Un día llegó a casa para contarle a sus padres que tenía un sueño y quería dedicarse por completo a esta disciplina. Pero no faltaron las críticas, lo tacharon de iluso mientras le predecían el fracaso. Sin embargo, Donovan agradeció los comentarios ya que le sirvieron de empuje para seguir levantándose tras cada caída y sonreír mientras lo hacía.
“Quiero agradecer a los que estuvieron para apoyarme y sobre todo a las personas que me dijeron que nunca iba a lograr algo, que era imposible este sueño. En ellos encontré la inspiración”, comentó el deportista al terminar su presentación en Beijing 2022.
Con la firme convicción de llegar a representar a México, el joven se empecinó. En Guadalajara no encontró un lugar para seguir su entrenamiento, entonces, juntó a su entrenador, Gregorio Nuñez, se mudaron a León. ¿Su especialidad? Sortear obstáculos.
Después de 30 años sin representante en patinaje artístico en unos juegos de invierno, Donovan Carrillo seguirá haciendo historia y espera con impaciencia su próxima participación en unos Olímpicos. “Nos vemos con miras a Milán”, dijo a los medios con impaciencia con la posibilidad de conseguir una medalla.
“Los sueños se hacen realidad cuando trabajas duro por ellos”, declaró el ahora ya mejor patinador en la historia de México.
