En un giro inesperado de eventos, Cristiano Ronaldo se ve envuelto en una demanda de mil millones de dólares por su papel en la promoción de Binance, la reconocida plataforma de criptomonedas.
La demanda contra la superestrella del futbol surge a raíz de su asociación con Binance para promocionar productos de criptomonedas. La querella, presentada por un grupo de inversores, alega que Ronaldo y Binance participaron en prácticas engañosas y publicidad falsa, lo que llevó a los inversores a sufrir pérdidas significativas. La asociación de CR7 con Binance comenzó con gran fanfarria, prometiendo revolucionar el mundo de las criptomonedas con el respaldo de una de las figuras más reconocidas del deporte.
La demanda especifica que Ronaldo, al usar su considerable influencia y popularidad, atrajo a inversores hacia Binance sin revelar adecuadamente los riesgos asociados con la inversión en criptomonedas. Los demandantes buscan una compensación por las pérdidas financieras incurridas, argumentando que la participación de Ronaldo fue crucial para su decisión de invertir.
Tanto Cristiano Ronaldo como Binance han negado vehementemente las acusaciones. En un comunicado, los representantes de Ronaldo afirmaron que todas las promociones se realizaron de manera transparente y en cumplimiento con las leyes vigentes. Binance, por su parte, ha rechazado cualquier responsabilidad, destacando su compromiso con la educación de los usuarios sobre los riesgos de las criptomonedas.
Este caso ha sacudido el mercado de las criptomonedas, ya que pone en relieve los riesgos asociados con las celebridades promocionando productos financieros. Expertos advierten que este podría ser un punto de inflexión en cómo se regulan las campañas publicitarias en el espacio de las criptomonedas, especialmente aquellas que involucran a figuras públicas.
Más allá de las implicaciones financieras, este caso representa un desafío significativo para la imagen pública de Cristiano Ronaldo. Conocido por su éxito tanto dentro como fuera del campo, enfrentar una demanda de esta magnitud podría tener consecuencias duraderas en su reputación y futuras oportunidades de patrocinio.
