



El matrimonio formado por Don Alberto Andrade y la Señora Dolores Contreras funda en 1905, en la Ciudad de México, Cremería Americana, una de las primeras empresas en introducir la pasteurización en México. Jamás imaginarían que en siete décadas su empresa se convertiría en una fundación que cambia vidas.
El negocio, con el paso del tiempo, va consolidándose y en 1924 es lanzada al mercado la mantequilla Gloria. Pasarían casi 40 años, para que en la década de los 60, este producto se convirtiera en líder de ventas. Sin embargo, en 1952, fallece Don Alberto, dejando en manos de su viuda, la Señora Dolores, el destino de la próspera empresa.
Doña Dolores, nacida en 1898, se caracterizaba por su disposición de ayudar a los demás. Al no tener hijos, buscó que, después de su muerte, su empresa pudiera incidir de forma positiva en su comunidad.
Así, en sus últimos años de vida, dispuso en su testamento la constitución de la Fundación de Asistencia Privada Alberto y Dolores Andrade, quien con las ganancias del negocio, brindaría ayuda a la niñez mexicana a través de una mejor educación.
Finalmente, en el año de 1976, la Señora Andrade fallece y su fundación se vuelve una realidad.
Actualmente Cremería Americana cuenta con más de 150 productos distribuidos en todo el país y emplea a poco más de 800 personas.
Pero lo más importante es que otorga apoyos económicos mensuales a más de mil becarios, de todos los niveles escolares, tanto en instituciones públicas como privadas.
En 2018, la fundación celebró junto con sus exbecarios 40 años de invertir en la educación mexicana.
¡Qué orgullo conocer historias como la de Don Alberto y Doña Dolores, quienes con su legado, han cambiado la vida de tantos niños mexicanos!