



El fracaso pudiera vivirse como una gran frustración y lo es. Pero el aprendizaje que se obtiene es enorme. Al final algo malo se convierte en algo bueno. Tal es el caso de la nadadora de aguas abiertas, Patricia Guerra.
La deportista de alto rendimiento chocó con la aleta de una ballena. Ella reconoce que invadió el hábitat del animal marino y no tuvo precaución. El golpe hizo un estrago en su cuerpo y parecía que era lo peor que le había pasado en la vida. Al final, lo que pasó se convirtió en una gran bendición por todo lo que aprendió y valoró.
En las empresas los fracasos solo pueden ser provechosos cuando hay una mentalidad abierta y un enfoque estructurado para evaluar y aprender de los errores.
De acuerdo a Harvard Business School, para empezar a gestionar el fracaso de forma adecuada, lo primero es identificar la raíz del problema, luego aprender de las experiencias pasadas, y, tercero, fomentar una cultura empresarial que valora la mejora continua. De esta manera, estarás tocando la puerta del éxito.
Los fracasos solo pueden ser provechosos a nivel individual y colectivo cuando se gestionan adecuadamente.
De acuerdo a Fuckup Nights, movimiento global para romper el tabú del fracaso, hay tres tipos de fracasos:
Este tipo de fracaso está relacionado con las experiencias individuales y las decisiones personales. Puede incluir fracasos en relaciones, en la gestión del tiempo, o en la búsqueda de objetivos personales.
Se refiere a los fracasos que ocurren en el ámbito laboral o empresarial. Esto puede incluir el lanzamiento fallido de un producto, la pérdida de un cliente importante o incluso el cierre de una empresa.
Este tipo de fracaso se relaciona con las interacciones sociales y comunitarias. Puede manifestarse como una falta de conexión con otros, problemas en el trabajo en equipo o dificultades para construir redes efectivas.
Hay que desestigmatizar el error y fomentar una cultura donde se valore el aprendizaje continuo.
Amy Edmondson, catedrática en Harvard Business School, ha investigado ampliamente sobre el fracaso y su impacto en las organizaciones. En su trabajo, identifica varias causas del fracaso que pueden surgir en entornos laborales.
Entender el fracaso es el paso más importante para una empresa que quiere desarrollar una estrategia exitosa para su gestión del fracaso. FuckUp Nights, a partir de su estudio Gestión del Fracaso, marca la pauta para que las organizaciones desarrollen una cultura empresarial más resiliente.
“Decirle a alguien ‘rómpete una pierna’, pareciera que es desearle el mal. Pero en realidad es anhelar que le vaya bien a partir de aprender de una experiencia y adoptar un enfoque activo de crecimiento e innovación”, expresa Eric Jiménez, gerente general global de FuckUp Nights.
Para entender el fracaso es necesario mirar hacia atrás y examinar las razones que llevaron a una empresa a cometer errores.
Entender las causas del fracaso es el primer paso para construir una cultura empresarial más resiliente. Las empresas fracasan cuando no siguen un proceso o práctica. Descuidan las especificaciones. Hay una falta de capacidad, carencia de habilidades y formación necesarias. Tienen un proceso inadecuado o seguimiento defectuoso o incompleto; así como una dificultad constante para ejecutar tareas. También carecen de una claridad sobre el futuro.
En conclusión: Utiliza el fracaso a tu favor. Fracasar puede ser un motor de transformación.