



Todo papá emprendedor que busca lograr el equilibrio entre negocio y familia, debe establecer prioridades. Esa es la clave de acuerdo a testimonios de empresarios y empresarias exitosas que han creado su propio método para organizar su vida y cumplir sus metas.
Hay tres condiciones que tienes que cumplir para ser virtuoso: tener un método que te ayude a hacer tu trabajo con mayor maestría; asumir la actitud correcta que te permite conectar con la gente; y hacer las cosas con amor y pasión.
Felipe Gómez, un pianista virtuoso.
Felipe Gómez está convencido de que construir virtudes requiere esfuerzo, repetición, formar hábitos y no caer en lo opuesto que son los vicios. “Crecer en virtudes fortalece nuestro carácter y nos hace mejores líderes”, afirma.
Así que, para que todo papá emprendedor sea virtuoso y logre el equilibrio entre negocio y familia, debe establecer prioridades. Crear su propio método y dominarlo; ser disciplinado y perseverante. Hacer todo esto lo llevará a la excelencia operativa.
El emprendedor Oso Trava ya tiene varios años utilizando una metodología que diseñó para organizar su vida y ser más productivo. A esa metodología llegó después de muchos años de correr en una caminadora interminable que no lo llevaba a ningún lado.
Después de cuatro años, más de 200 entrevistas a gente del más alto rendimiento; y después de estudiar una maestría en la mejor universidad del mundo, se dio cuenta de algo:
Las personas más exitosas del planeta tienen una sola cosa en común: todos usan SISTEMAS.
Muchos intentan lograr el equilibrio entre la vida laboral y familiar, pero pocos lo consiguen por no establecer prioridades y límites claros. Por eso, aquí exploramos estrategias y consejos prácticos para que los padres emprendedores logren un equilibrio saludable entre sus responsabilidad.es empresariales y familiares.
Definir horarios específicos para trabajar y para la familia. Por ejemplo, dedicar las tardes o fines de semana exclusivamente a los seres queridos, evitando distracciones laborales en ese tiempo.
Utilizar listas de tareas prioritarias para enfocarte en lo más importante del día. Esto ayuda a ser más eficiente y liberar tiempo para la familia.
Organizar tu semana con anticipación, incluyendo momentos de calidad con la familia. La planificación reduce el estrés y evita que el trabajo se extienda sin control.
Confiar en tu equipo o buscar apoyo externo cuando sea posible. Delegar tareas te permite liberar tiempo y reducir la carga emocional.
Aprovecha herramientas digitales (calendarios compartidos, aplicaciones de productividad) para coordinar actividades familiares y laborales sin perderte en detalles.
Dedicar unos minutos al día a técnicas de relajación, oración, meditación o ejercicio físico para mantenerte mentalmente equilibrado.
Informar a tus seres queridos sobre tus metas y horarios laborales. La comunicación clara genera comprensión y apoyo mutuo.
Crear momentos especiales diarios o semanales (como cenas en familia, paseos o juegos) que refuercen los lazos afectivos.
Reconocer que no todo saldrá perfecto siempre. Ajustar tus planes según las circunstancias sin sentirte culpable.
Dormir bien, alimentarte correctamente y dedicar tiempo a ti mismo son fundamentales para mantener energía y motivación.
Compartir experiencias con personas en situaciones similares puede ofrecer nuevas perspectivas y soluciones prácticas.
Es normal tener días más enfocados en el trabajo o en la familia; lo importante es mantener una visión general equilibrada a largo plazo.
En el entorno empresarial actual, la conciliación entre la vida laboral y familiar se ha convertido en una prioridad. Las políticas de conciliación no solo benefician a los empleados, sino que también impulsan el crecimiento y la rentabilidad de las empresas.
Permite a los empleados ajustar sus horarios de entrada y salida, o trabajar en horarios escalonados, para atender necesidades familiares como cuidado de hijos, estudios o atención a familiares mayores.
Facilita que los empleados puedan realizar sus tareas desde casa o desde cualquier lugar, reduciendo tiempos de desplazamiento y permitiendo mayor control sobre su entorno laboral y familiar.
Ofrecen tiempo remunerado o no remunerado para que los padres puedan cuidar a sus hijos recién nacidos o en situaciones especiales familiares.
Permiten ausencias justificadas en caso de emergencias familiares, citas médicas o eventos importantes.
Incluyen servicios como guarderías en el lugar de trabajo, asesoría familiar, programas de bienestar emocional o ayuda económica para gastos relacionados con la familia.
Fomentan un ambiente laboral respetuoso e inclusivo que facilite la participación plena de todos los empleados, independientemente de su situación familiar.
Ofrecen talleres o recursos para mejorar habilidades en organización personal, manejo del estrés y equilibrio emocional.
Apoyan a empleados que regresan tras una licencia prolongada. Por ejemplo: maternidad/paternidad con planes específicos para facilitar su integración.
Algunos gobiernos ofrecen beneficios fiscales o subvenciones a empresas que implementan políticas favorables a la conciliación.
Promover un ambiente donde se valore el equilibrio entre trabajo y vida personal, fomentando prácticas flexibles y respeto por las necesidades familiares.
Estas políticas no solo benefician a los empleados al mejorar su calidad de vida y satisfacción laboral, sino que también aumentan la productividad, reducen el ausentismo y fomentan la lealtad hacia la empresa.