Buscador
FRANQUICIAS IDEAS DE NEGOCIO GUÍA DEL EMPRENDEDOR
Ver revista digital

Cómo levantar billetes para tu negocio (Parte 1)

Este tema es de muchísimo interés para los emprendedores, ya que hay varios factores que pueden afectar el resultado.

© Depositphotos.com

¿Qué hubo, lectores? ¿Cómo andan? ¡Aquí de regreso con ustedes para platicarles sobre levantamiento de “LLETES”! (como diría mi amigo el Chaparro), comúnmente conocido como capital. Este tema es de muchísimo interés para los emprendedores, ya que hay varios factores que pueden afectar el resultado y no existe una fórmula que funcione en todas las circunstancias. Por lo tanto, voy a platicarles nuestra experiencia e invitaré en próximas columnas a un par de personas que han levantado lana o se dedican a invertir en Start Ups para que nos compartan su punto de vista.

Pero para eso debo regresar a la historia de Resuelve .

Después de que terminó el cuatrimestre de la clase de Darrel Duffie, Zorro y yo organizamos un viaje de un grupo de alumnos de Stanford a Turquía. El proyecto consistía en coordinar a 30 estudiantes durante 10 días en un país que nos era desconocido con el objetivo de tener juntas con empresarios para entender cómo se hacen negocios en ese país y, por supuesto, turistear.

Esta fue una oportunidad para nosotros, porque pudimos probar la dinámica de trabajar juntos en algo un poco más estresante que una tarea de la maestría. ¡Pero lo mejor y la razón principal por la que lo hicimos fue porque nos salía gratis!, los alumnos que coordinamos pagaban nuestros gastos.

El viaje salió muy bien. No se nos perdió nadie, llegamos a todas las juntas y los alumnos la pasaron a toda madre. Ya de vuelta a Stanford, Zorro y yo acordamos que dedicaríamos el último cuatrimestre para hacer un business plan. Esto era un compromiso muy importante, ya que típicamente los últimos meses de la maestría los dedicas 100% a echar relajo. Mientras la mayoría de nuestros amigos jugaban golf y se empedaban, nosotros estábamos en la mugre biblioteca. Les recuerdo que esta época era antes de que naciera el concepto de Lean Start Up y el Business Model Canvas. Esto quiere decir que nos fregamos un business plan como de 100 hojas de Word y un modelo financiero que cada 10 minutos hacía que mi laptop, que era versión prehistórica, se congelara.

Hoy en día el business plan está un poco pasado de moda, pero hay veces que emprendedores nuevos lo quieren llevar a un extremo. Es decir, nos van a visitar con una idea, pero no han pensado mucho en cómo van a ejecutarla. Nosotros creemos que además del producto o servicio tienes que tener en mente los siguientes puntos:

1. ¿Cuál va a ser tu Modelo de Ingresos para generar los “lletes”?

  • Fee recurrente (nuestro favorito)
  • Brokeraje
  • Licenciamiento
  • Franquicia
  • Manufactura y venta de productos

2. ¿Cómo vas a Captar Clientes?

  • Fuerza de ventas propia
  • Fuerza de ventas tercerizada
  • 100% canal digital
  • Mix online/offline

3. ¿Cuál va a ser tu Costo de Adquisición?

  • Costo de mercadotecnia
  • Costo de ventas

4. ¿Cuál es tu Modelo de Costos?

  • Fijos
  • Variables
  • Mixto

5. Los famosos Unit Economics (fundamental desde nuestro punto de vista) .
6. Burn Rate para llegar a Punto de Equilibrio. Para esto necesitas construir un buen modelo financiero con todos tus supuestos que te ayudará a entender cuántos “lletes” necesitas levantar.

Seguramente hay muchísimos empresarios exitosos que nunca desarrollaron un plan con estos conceptos en mente. Es más, cuando nosotros arrancamos no teníamos claridad de muchos de ellos. Sin embargo, el tener estos conceptos pensados te ayuda a ejecutar tu idea de una forma mucho más eficiente.

En fin, hablaremos más de estos conceptos en futuras columnas. Pero, regresando al cotorreo, ahí andábamos Zorro y yo a media primavera de California encerrados en la biblioteca haciendo nuestro mugre business plan de 100 hojas y, para acabarla de fregar, en inglés.

Quiero hacer un paréntesis para recalcar que si algún día hablas con Zorro o conmigo en inglés, nunca creerás que hicimos un MBA en Stanford. Por ejemplo, en nuestro viaje a Turquía necesitábamos hacer una votación para declarar al presidente del grupo (AKA el más popular) y Zorro agarró el micrófono y dijo: “OK everyone, let’s do a votation ”. Creo que el usar la palabra “votation” le genero muchas simpatías porque me gano la elección. Otro día, Zorro habló en un panel de futuros aspirantes a Stanford y, al describir nuestro negocio de contabilidad digital Enconta, dijo “we do accountability ” (creo que ese año le fue muy bien a Harvard en reclutamiento).

A mí ni siquiera me invitan a exponer a esos paneles porque cuando hablo inglés mi acento se escucha como una mezcla entre paquistaní con español mexicano del Pirrurris (en mi defensa, mi profesor de inglés en secundaria decía “Close the ventain y I love palomits ”). Sólo un oído muy entrenado puede entenderme a la primera.

Pero, a pesar de los retos, nos fregamos el cochino business plan y lo terminamos justo a tiempo para la fecha de nuestra graduación. Me acuerdo que se lo compartí a algunos de mis amigos gringos de Stanford y más de un par me dijo: “Qué chistoso, no sabía que eso pudiera ser un negocio”.

Justo antes de regresar a México, tuvimos nuestra primera junta formal para levantar capital en California con los fundadores de Freedom Debt Relief (que era la empresa en la que habíamos basado nuestra idea de negocio). Para prepararnos para la junta, Zorro y yo fuimos a imprimir varias copias de nuestro business plan al Kinkos (una especie de Lumen en EE.UU.).

Llegamos a Kinkos y pedí que nos imprimieran 6 juegos a color en el papel más elegante que tuvieran (seguía con la mentalidad de Godinez Banquerito de Inversión). Zorro se quejó muchísimo de esta decisión porque es muy cuidadoso del dinero (sus cuates de chiquito dicen que es codísimo pero yo digo que es cuidadoso). Ahora imagínense su reacción cuando recibimos la cuenta estratosférica en dólares y le dije que lo pagara con su tarjeta de crédito porque la mía ya no pasaba. Era el final de la maestría y ya no teníamos un centavo.

Llegamos a la junta con los cuates de Freedom y lo primero que hicimos fue repartir una copia a cada uno de nuestro finísimo Business Plan. Acto seguido se voltea Jeff, uno de los fundadores, y dice: “mejor veámoslo en el proyector y luego nos lo mandan por email”. ¡Zorro casi se desmaya del coraje! La presentación nos fue más o menos bien, pero en la parte final nos empezaron a preguntar si esto era algo que seguro íbamos a hacer o si teníamos otros planes. Entonces les platicamos que Zorro tenía todavía una oferta de Barkleys para ser trader en México y yo seguía en proceso de entrevistas con algunos fondos de capital privado. Inmediatamente nos dijeron: “Pues mucho gusto en conocerlos y si se animan a arrancar esto ahí nos mantienen en el loop ”.  Esta fue la única junta para la cual sirvió de algo nuestro business plan en inglés. ¡Al volver a México lo primero que hicimos fue traducirlo todo a español!

Hoy nos seguimos llevando bien con los de Freedom y tiempo después les preguntamos por qué habían decidido no invertir con nosotros en esa ocasión. Su respuesta fue que cuando les presentamos el proyecto, no les dio la impresión de que nos muriéramos por ser emprendedores, sino que lo haríamos mientras conseguíamos algo más chingón. También nos dijeron que no fuimos muy específicos con lo que queríamos de ellos. No entramos a la junta con objetivos concretos.

  1. ¿Cuánto “llete” queríamos?
  2. ¿Cuándo lo queríamos?
  3. ¿Qué participación se quedarían ellos?

Tomando lo anterior en cuenta, yo calificaría nuestra primera junta para levantar capital con un sólido 3. ¡Obvio 2 de esos 3 puntos vienen de la calidad de la impresión de nuestro business plan!

Se me acaba el espacio así que dejaremos el resto de la historia y más temas teóricos sobre levantamiento de capital para siguientes columnas.

Nos leemos el próximo mes. Si tienen comentarios, preguntas, quejas y sugerencias, denme lata por Twitter. Me encuentran como @javivelop.

levantamiento de capital
autor Ingeniero Industrial egresado de la Universidad Iberoamericana. MBA por parte de la Universidad de Stanford, CA. Fundador y Co CEO de Resuelve, empresa de soluciones financieras. Fundador de Resuelve tu Deuda, primera reparadora de crédito de México. Fundador de Enconta, La Tasa, Finx, Check y Resuelve tus Finanzas. Profesor de la Universidad Iberoamericana.