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Claridad, claridad y claridad: la esencia de la alineación de metas

Un buen líder debe alinear las metas de su equipo con los objetivos de la empresa para asegurar que todos trabajen hacia una dirección común.

© Depositphotos.com

Las metas son parte intrínseca y fundamental del trabajo. Independientemente del tamaño, no es posible concebir una empresa saludable, madura y competitiva sin un conjunto de metas específicas para toda la organización, para cada uno equipos de trabajo y para cada uno de los colaboradores.

Los objetivos definen el punto destino en un periodo específico de tiempo, clarifican el rumbo, dan dirección a los involucrados, proveen de un contexto a los esfuerzos cotidianos, le dan propósito y sentido a la rutina, permiten evaluar el desempeño, ayudan a corregir el camino y fomentan la liberación del potencial individual y colectivo.

La paradoja sobre las metas

A pesar de esto, es interesante observar la forma en que paradójicamente se subestima la trascendencia de tener metas claras y específicas para cada uno de los colaboradores dentro de cualquier empresa. Muchas organizaciones no toman el tiempo necesario para detallar las expectativas de cada colaborador y de cada equipo, cometiendo un error significativo con ello. Se asume, de forma incorrecta, que las personas conocen perfectamente lo que se espera de ellos, y al no tener metas claras se ven impactados dos elementos cruciales en toda organización: el compromiso y la eficacia.

No existe líder, gerente o empresario que no reconozca la importancia de las metas, sin embargo, muy pocas empresas son ejemplares en la forma en que clarifican y detallan los objetivos esperados a toda la organización.

Sin clarificación de propósito y de rumbo no es posible mantener a las personas conectadas emocional, física, mental y espiritualmente en el trabajo. No se puede aspirar a que la gente realice una contribución distintiva, que libere su potencial creativo y que mantenga un entusiasmo sostenido si desconoce el objetivo específico que se persigue.

El imperativo de clarificar

No importa si se trata de una sociedad de tres personas, un grupo de 5 emprendedores, una empresa de 30 colaboradores, o una organización de cientos, es imperativo contar con un sistema que garantice la completa claridad de expectativas para todos los involucrados en una organización.

Las empresas y los líderes enfrentan una doble responsabilidad en cuanto a este tema se refiere. Por un lado, definir (claridad para el líder) y, por el otro, comunicar (claridad para los colaboradores) el conjunto de metas.

Definición de metas

La definición de las metas es la parte más simple del proceso de clarificar: hay que establecer y asentar expectativas medibles, sencillas, claras, desafiantes, específicas y con un tiempo para su cumplimiento. Cada líder debe tener un mapa estratégico donde se encuentre detallado los resultados esperados de cada miembro de su equipo.

La mayoría de los consultores coincidimos que es recomendable tener como máximo tres metas cruciales para cada colaborador y para cada grupo de trabajo, con el fin de garantizar el enfoque, el correcto cumplimiento de objetivos y facilitar la alineación del sistema.

Toma el tiempo necesario para definir y establecer por escrito las tres metas trascendentes de cada colaborador. Aun en el caso que sea un grupo pequeño, como por ejemplo tres socios emprendedores, hazlo, escribe las tres metas cruciales de cada uno de los socios, que todos conozcan y estén conscientes de lo que esperan de cada uno. Es una inversión de tiempo que vale la pena realizar y que redituará en resultados.

Comunicación de metas

Aun cuando la definición de metas en algunas ocasiones se ignora o se minimiza, el verdadero desafío que enfrenta el liderazgo empresarial es la comunicación de las metas con precisión y claridad.

Por absurdo que parezca, el error más grande que se comente en el asunto de las metas individuales y, sobre todo, con las metas colectivas es que no se comunican clara, específica y constantemente a todos los involucrados. De nada sirve que el líder tenga completamente definido lo que espera de su gente si ellos lo desconocen.

Comunicar efectivamente es alinear el sistema

Un ejercicio interesante para un grupo de colaboradores de un mismo equipo o de la misma empresa es pedirles que escriban las 3 metas más importantes que tiene su equipo y/o su organización para el presente año. Es sorprendente mirar las diferencias que existen en lo que todos escriben. Cada uno hace mención de cosas importantes por alcanzar, pero difícilmente coinciden en los 3 aspectos más relevantes o crucialmente importantes por conseguir.

Este ejercicio sencillo, aplicado en sesiones de consultoría, ha servido para descubrir que dentro de muchas organizaciones los colaboradores consideran diferentes puntos destinos como los más importantes para la organización. No hay alineación, ni clarificación de las expectativas. Por lo tanto, podemos inferir, que están teniendo un desempeño por debajo de su capacidad por el simple hecho de la ausencia de claridad.

En mi experiencia como consultor, puedo comentar que solo el 10% de las personas mencionan perfectamente sus tres metas cruciales coincidiendo con las que sus líderes han definido.

El legendario Jack Welch, decía al respecto: “Las metas no pueden sonar nobles si son vagas. Las metas no pueden ser tan confusas que no se puedan lograr. Sus instrucciones tienen que ser tan claras que si usted despertara a cualquiera de sus empleados en medio de la noche y le preguntara. “¿Hacia dónde nos dirigimos?” Él podría contestarle aunque estuviera medio dormido”.

Cuando se comunica adecuadamente los objetivos esperados, se alinea el sistema y produce que toda la energía esté concentrada en la misma dirección. Esto impactará de forma favorable la productividad y los logros organizacionales.

Asegurando la claridad

Finalmente, comparto algunas formas prácticas que recomiendo para que los líderes no pierdan el enfoque y clarifiquen las expectativas sus colaboradores:

  • Además de escribir las metas, establece las consecuencias por escrito de conseguir o no los objetivos definidos. Cada persona debe entender que existe un impacto directo en su persona de cumplir o no cumplir con los objetivos.
  • Ten sesiones recurrentes de rendición de cuentas sólo para hablar de las metas más importantes. Evita caer en la tentación de usar la reunión para habar de otros pendientes.
  • Comunica tu visión para la compañía todo el tiempo. Nunca asumas que hablarlo una vez provoca el entendimiento de esa visión. Compártela siempre que puedas.
  • Celebra los logros de forma colectiva. Felicita entusiastamente y en público a las personas que están consiguiendo los resultados esperados. Nunca ignores los logros de las personas.
  • Diseña un medidor fácil de leer para que todo el equipo conozca el estado de las metas colectivas en cualquier momento y que esté a la vista de todos. No hay mejor manera de comunicar que un instrumento visual.
  • Espontáneamente pregúntales a tus colaboradores: ¿tú sabes cuáles son las 3 metas más importantes que tenemos como equipo para este año? Aprovecha esta conversación para retroalimentar y clarificar.
  • Planifica alrededor de las metas más importantes semanalmente. Evita que el trajín diario te robe enfoque. Pregúntate cada semana para cada una de tus metas: ¿Qué es lo más significativo que puedo hacer esta semana para lograr avanzar en el logro de esta meta en particular?

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autor Ingeniero Industrial y de Sistemas, experto en productividad y transformación organizacional, con más de 20 años de experiencia en consultoría. Escritor, podcaster, conferencista y facilitador de aprendizaje.