



Chihuahua vive un auge sin precedentes en sus agronegocios. La entidad se ha posicionado como líder nacional en la producción de nuez pecana y manzana, impulsando un boom exportador gracias a la calidad de sus frutos y a estrategias de valor agregado. Innovación tecnológica en el campo, apoyo gubernamental y la visión de sus productores han convertido a estos cultivos emblemáticos en motores económicos que llevan el nombre del estado a mercados internacionales.
Chihuahua consolida su corona como el gigante mexicano de la nuez pecana, aportando el 62% de la producción nacional en 2024. A pesar de sequías recientes, el estado alcanzó una cosecha valuada en más de 7.8 mil millones de pesos ese año, reflejando la fortaleza de este cultivo.
La superficie nogalera supera las 78 mil hectáreas, principalmente en municipios como Camargo, Jiménez, Delicias y Aldama, y se espera que en 2025 Chihuahua mantenga alrededor del 61% de la producción nacional con 112.9 mil toneladas métricas. Este crecimiento sostenido (24% más producción desde 2016) reafirma el liderazgo chihuahuense y viene acompañado de mejoras en rendimiento, proyectado en 1.39 toneladas por hectárea.
Chihuahua es actualmente el único estado de México que exporta nuez pecana a nivel internacional, llegando a mercados tan diversos como Estados Unidos, China, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Belice, Alemania, Países Bajos, Reino Unido y España. Este alcance global posiciona a la nuez pecana chihuahuense como un producto estratégico y emblemático, que impulsa la economía local a la vez que pone al estado en el mapa agroindustrial mundial.
De hecho, México en su conjunto se ha convertido en el segundo exportador mundial de nuez (solo detrás de EE.UU.), logro en el que Chihuahua tiene un rol protagónico.
La nuez pecana chihuahuense se ha ganado un prestigio por su calidad, satisfaciendo la demanda internacional creciente y consolidando al estado como referencia obligada en este producto.
En el ámbito de la manzana, Chihuahua se mantiene como líder indiscutible de México. Aporta alrededor del 85% de la producción nacional– más de 664 mil toneladas cosechadas en 2024 en unas 32 mil hectáreas, con un valor que supera los 7.4 mil millones de pesos.
Este volumen coloca a Chihuahua muy por encima de otras entidades manzaneras (Coahuila con ~5%, Puebla ~4%, Durango ~1%), reflejando una ventaja competitiva abrumadora. La manzana es un cultivo emblemático en el estado por su impacto económico y social: genera empleo para miles de familias locales, incluyendo comunidades indígenas rarámuri que participan cada año en la cosecha.
Las principales zonas productoras – Cuauhtémoc, Guerrero, Namiquipa, Bachíniva, Cusihuiriachi, entre otras – combinan condiciones naturales favorables, experiencia agrícola y uso de tecnología para obtener frutos de alta calidad y con ventajas competitivas frente a otras regiones.
Gracias a una visión de modernización, Chihuahua ha transformado sus huertos de manzano en un modelo agrícola de vanguardia. Hoy abundan las plantaciones de alta densidad, protegidas con mallas antigranizo y vigiladas por estaciones climatológicas, junto con sistemas de riego tecnificado y variedades mejor adaptadas al clima local.
Estas mejoras, respaldadas por la administración estatal, han elevado la productividad y resiliencia de los huertos. Entre 2023 y 2025 se invirtieron más de 155 millones de pesos en campañas de sanidad vegetal, logrando mantener a Chihuahua libre de plagas cuarentenarias (como la mosca de la fruta) y controlando enfermedades como la mancha de fuego y la palomilla de la manzana. Esto garantiza que la fruta chihuahuense pueda comercializarse sin restricciones, dentro y fuera del país.
Asimismo, se distribuyeron mallas antigranizo a cientos de productores con apoyo gubernamental, protegiendo más de 214 hectáreas de huertos y asegurando la calidad de las cosechas ante contingencias climáticas.
Aunque Chihuahua es el gigante nacional de la manzana, aún no figura entre los grandes exportadores mundiales de este fruto. Gran parte de la producción se destina al mercado interno, y México continúa importando manzanas de países como Estados Unidos y Chile para satisfacer su demanda. Sin embargo, esto representa una oportunidad de crecimiento: el sector vislumbra estrategias de internacionalización y posicionamiento de marca para que la manzana chihuahuense conquiste mercados globales.
Países importadores clave como Alemania, Reino Unido o Indonesia se perfilan en el horizonte como destinos potenciales de la “manzana chihuahuense” en un futuro cercanos.
Iniciativas de promoción, como la declaración del 20 de septiembre como Día Nacional de la Manzana, buscan elevar la visibilidad de la fruta mexicana y preparar el camino para su mayor penetración en ferias y cadenas internacionales.
Con su combinación de tradición e innovación, la manzana chihuahuense se proyecta no solo como un orgullo regional sino como un posible producto insignia de México en el exterior.
El éxito de estos agronegocios chihuahuenses no se explica solo por volumen, sino por la apuesta al valor agregado. A través de la Dirección de Agronegocios de la Secretaría de Desarrollo Rural, el Gobierno estatal ha incentivado proyectos para transformar la materia prima en productos con mayor valor comercial.
En el caso de la nuez, se han otorgado apoyos directos para que los productores adquieran maquinaria, modernicen procesos y fortalezcan las cadenas de valor. Cada productor puede acceder a subsidios de hasta 40 mil pesos (y hasta 50 mil si es mujer productora) para tecnificación y equipo.
Un ejemplo exitoso es la empresa Golden Pecans, operada por una madre chihuahuense y su hija, que gracias a este impulso pudo adquirir una dosificadora para optimizar el envasado. Esta compañía local ahora transforma la nuez pecana en productos gourmet – nuez garapiñada (caramelizada), mazapán de nuez, salsa macha con nuez y mantequilla de nuez – que llevan el sabor de Chihuahua a nuevos mercados con mayor proyección.
Casos como el de Golden Pecans demuestran cómo el valor agregado permite conquistar nichos especializados y obtener mejores precios, beneficiando directamente a los productores.
Grandes empresas de Chihuahua, como Grupo La Norteñita en Cuauhtémoc, han invertido en capacidad de empaque y transformación industrial de la manzana, elaborando jugos, mermeladas y jaleas que aprovechan la fruta local. Se estima que esta compañía acapara cerca del 60% de la producción nacional de manzana, agregando valor y generando empleos en la región.
Además, las tecnologías introducidas en los huertos (desde maquinaria de cosecha hasta sistemas de monitoreo digital) incrementan la eficiencia y calidad, dos atributos clave para competir en mercados internacionales exigentes. Chihuahua está construyendo así una cadena agroindustrial robusta: desde el campo tecnificado hasta la planta procesadora, cada eslabón añade valor.
El resultado son nueces peladas, seleccionadas y empacadas listas para exportación, y manzanas clasificadas de primer nivel, así como derivados (conservas, salsas, snacks saludables) con sello chihuahuense. Esta transformación de productos primarios en mercancías premium multiplica las oportunidades comerciales y refuerza la imagen de Chihuahua como proveedor confiable de alimentos de calidad.
El boom de la nuez y la manzana se refleja en una importante derrama económica para Chihuahua. Tan solo la nuez pecana generó ingresos superiores a 7.8 mil millones de pesos en 2024, y la manzana aportó otros 7.4 mil millones al valor de producción agrícola.
Juntas, ambas cadenas productivas no solo contribuyen de forma decisiva al PIB estatal, sino que también diversifican la economía regional, tradicionalmente conocida por la ganadería y la industria manufacturera. El campo chihuahuense se perfila ahora como un pilar de desarrollo gracias a estos cultivos estrella.
Miles de empleos directos dependen de la temporada de cosecha y empaque de la manzana – incluyendo la participación fundamental de jornaleros tarahumaras en las pizcas– y de la recolección y procesamiento de la nuez.
Indirectamente, se benefician transportistas, empacadores, proveedores de insumos y comercios locales en las zonas rurales, creando un efecto multiplicador en la economía del estado.
La proyección positiva de Chihuahua a nivel nacional e internacional es otro gran logro. En México, el estado ha sido reconocido reiteradamente por su liderazgo agrícola: figura en primer lugar nacional no solo en nuez y manzana, sino también en otros alimentos importantes (como alfalfa, avena forrajera, chile verde y algodón), consolidando su imagen de “granero” de México.
A nivel global, Chihuahua goza de prestigio en el sector nogalero; compradores internacionales valoran la nuez chihuahuense por su tamaño, sabor y confiabilidad en suministro. Esto abre puertas para establecer relaciones comerciales de largo plazo y explorar nuevos destinos.
Autoridades estatales y productores han participado en ferias agroalimentarias internacionales, llevando la marca “Chihuahua” al extranjero. Incluso en mercados altamente competitivos, la historia de éxito de Chihuahua en valor agregado inspira confianza: demuestra que México puede exportar no solo materias primas, sino productos terminados de alta calidad.
La Agroindustria estatal, la nuez pecana es más que un cultivo: genera riqueza local, fomenta la autosuficiencia en insumos (como fertilizantes orgánicos derivados de la cáscara) y añade valor con productos procesados que conquistan nuevos mercados.
En un país que busca diversificar sus exportaciones y fortalecer la seguridad alimentaria, Chihuahua ofrece un modelo a seguir. La noticia de este auge no solo celebra cifras récord, sino el impacto humano detrás de ellas: comunidades rurales empoderadas, mujeres emprendedoras al frente de empresas de valor agregado, y un estado que transforma sus recursos agrícolas en prosperidad compartida.
Chihuahua reafirma así su apodo de “Estado Grande”, no solo por su tamaño territorial, sino por la grandeza de lo que logra su gente en el campo, llevando el sabor de sus nogales y manzanas al mundo entero.