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La industria de los videojuegos enfrenta un punto de inflexión. King, el estudio detrás de Candy Crush Saga y propiedad de Microsoft, despidió a 200 empleados en julio de 2025, pero el hecho no sería noticia si no fuera por un macabro detalle: fueron reemplazados por herramientas de inteligencia artificial que ellos mismos ayudaron a desarrollar.
Según reportes de MobileGamer.biz, los afectados incluyen diseñadores de varios niveles, escritores narrativos y especialistas en experiencia de usuario. Durante meses, dichos colaboradores entrenaron sistemas de IA para agilizar su trabajo. Ahora, esas mismas herramientas realizan sus funciones con “mayor eficiencia”.
El equipo de Farm Heroes Saga perdió al 50% de su plantel en Londres, mientras la moral en King toca fondo. Microsoft, que reportó $171 mil millones en ganancias en 2024, justifica los recortes como parte de una estrategia global de automatización, pero empleados despedidos lo ven como un acto de “traición corporativa”.
Los despidos en King destacan por su cruel paradoja. Los equipos creativos pasaron años perfeccionando algoritmos para generar niveles dinámicos, diálogos y mecánicas de juego. Y todo ese trabajo fue solo para que la empresa decidiera que la tecnología podía funcionar sin ellos.
Un empleado anónimo reveló que las herramientas —diseñadas originalmente como apoyo— ahora producen “niveles completos en horas, sin necesidad de iteraciones humanas”.
En el área narrativa, la situación es similar. Los escritores entrenaron modelos de lenguaje para crear historias adaptativas y misiones secundarias, pero la IA terminó absorbiendo sus puestos.
“Es grotesco: nos pidieron mejorar la eficiencia, y cuando lo logramos, nos volvimos prescindibles”, declaró un exredactor.
Microsoft alega que estos cambios optimizan costos (a pesar de sus récords de rentabilidad), pero críticos señalan que la calidad podría resentirse. “La IA no innova, solo replica patrones existentes”, advirtió un diseñador despedido. Mientras, la compañía invierte $80 mil millones en infraestructura de IA para 2025.
Los recortes en King no son un caso aislado: forman parte de una ola de despidos masivos en Microsoft Gaming, que eliminó 9,000 empleos este año. Pero aquí el daño colateral es distinto. Encuestas internas citadas por Xataka revelan que el 73% del personal restante teme ser el próximo, y muchos acusan a la empresa de silenciar disidencias.
Algunos afectados denuncian que los despidos priorizaron a quienes criticaron las políticas de IA o participaron en iniciativas sindicales. “Si hablabas de riesgos éticos, eras marcado”, confesó un exgerente. La estrategia también ha fracturado equipos clave: el de Candy Crush lleva 18 meses en reestructuraciones constantes, según documentos internos.
El caso abre el debate sobre el límite de la automatización en industrias creativas. Aunque la IA acelera la producción, empleados insisten en que la magia de los juegos está en lo humano:
“Ningún algoritmo puede replicar el feedback de un tester real o la chispa de un diseñador”, sentenció un desarrollador.
King y Microsoft encarnan el dilema de la era digital: ¿hasta dónde puede llegar la IA sin sacrificar talento humano? Mientras la compañía celebra “eficiencia récord”, los despedidos recuerdan que los juegos no son solo código, sino emociones. Y aunque las herramientas que ayudaron a crear sigan generando niveles de Candy Crush, ya no habrá manos humanas para darle play.