En un movimiento que ha resultado controversial entre los ciudadanos, una propuesta legislativa busca transformar todos los locales comerciales de la Ciudad de México en espacios ‘pet-friendly’, es decir, amigables para las mascotas.
La iniciativa, presentada por la diputada Elizabeth Mateos de la Asociación Parlamentaria de Mujeres Demócratas, propone una reforma a la Ley de Establecimientos Mercantiles para permitir el acceso de mascotas a tiendas, restaurantes, hoteles y otros negocios. Esta medida no solo busca aliviar el estrés y la ansiedad de las mascotas causados por la separación de sus dueños, sino también fortalecer la convivencia social y el sentido de comunidad entre los habitantes de la capital.
La propuesta de Mateos Hernández apunta a la Fracción VIII del Artículo 10, apartado A, de la Ley de Establecimientos Mercantiles, con el fin de que las mascotas puedan tener “acceso libre a todos los establecimientos mercantiles” de la CDMX, desde tiendas hasta restaurantes y hoteles. Esto refleja la creciente tendencia de considerar a las mascotas no solo como animales de compañía, sino como miembros plenos de la familia, merecedores de compartir espacios públicos con sus dueños.
Los beneficios de esta iniciativa no se limitan al bienestar animal; también se extienden al ámbito económico y social. Los negocios que adopten políticas ‘pet-friendly’ pueden atraer a un público más amplio, incluidos los dueños de mascotas, potencialmente aumentando sus ingresos y contribuyendo al desarrollo económico local. Además, la presencia de mascotas en espacios públicos promueve la interacción y el sentido de comunidad entre las personas, fortaleciendo los lazos sociales dentro de la metrópoli.
Convertir un establecimiento en ‘pet-friendly’ implica más que simplemente permitir la entrada de mascotas. Es necesario implementar medidas específicas para garantizar su bienestar y comodidad, como ofrecer paquetes de bienvenida, camas, platos, juguetes y menús especiales para perros en hoteles y restaurantes. Sin embargo, es crucial reconocer que no todos los perros están adaptados para estar en entornos públicos, por lo que se deben respetar sus necesidades individuales.
La idea de convertir todos los locales comerciales en espacios ‘pet-friendly’, es decir, amigables para mascotas, ha generado debates y diversas opiniones. A continuación, se presentan algunas razones por las cuales algunas personas pueden estar en contra de esta iniciativa:
Una preocupación común es que la presencia de animales en lugares donde se manejan alimentos, como restaurantes y cafeterías, podría representar riesgos para la higiene y la salud pública. Las normativas sanitarias suelen ser estrictas respecto a la presencia de animales en estos espacios para evitar la contaminación de alimentos.
La presencia de mascotas en todos los establecimientos comerciales podría ser problemática para personas con alergias graves a los animales. Asimismo, algunas personas pueden tener fobias a determinados animales, lo que haría incómoda o incluso angustiante su visita a estos lugares.
Aunque muchas mascotas están bien entrenadas y son amigables, no se puede garantizar el mismo nivel de comportamiento de todos los animales. Existen preocupaciones respecto al comportamiento impredecible de algunas mascotas que podrían causar disturbios, daños o incluso accidentes dentro de los locales.
Algunos propietarios de negocios pueden preferir tener la autonomía de decidir si permiten o no la entrada de mascotas a sus establecimientos, basándose en el tipo de negocio que tienen, las preferencias de su clientela o la filosofía de su empresa.
Adaptar los establecimientos para que sean completamente ‘pet-friendly’ podría implicar costos adicionales significativos para algunos negocios. Esto incluye la creación de áreas específicas para mascotas, el mantenimiento de estándares de limpieza más estrictos, y la implementación de políticas y entrenamiento del personal para manejar adecuadamente la presencia de animales.
Estas preocupaciones reflejan la complejidad de implementar una política ‘pet-friendly’ de manera universal en todos los comercios y subrayan la importancia de considerar tanto los beneficios como los posibles inconvenientes de tales medidas. Es crucial encontrar un equilibrio que respete tanto a los amantes de las mascotas como a aquellos que, por diversas razones, prefieren espacios sin animales.
