A pesar de que inicialmente fue creada para la clase obrera, sus innovaciones y estrategias de mercadeo contribuyeron a que Burberry cambiara de segmento y, con el paso de los años, llegara a ser una de las más importantes y exclusivas casas de moda.
A más de 157 años de su fundación, la marca creada por Thomas Burberry sigue vigente y sólida, en gran medida, por su capacidad de adaptarse e incluso rejuvenecer para llegar a nuevos consumidores. Conoce la historia detrás de una de las más importantes marcas de lujo de la industria de la moda.
Thomas Burberry nació en 1835 en la ciudad inglesa Dorking. En su adolescencia, ingresó como aprendiz a una tienda de ropa, esta experiencia le dio ciertas bases para, a los 21 años, comenzar su propio negocio enfocado en ropa.
En 1856 fundó su compañía, a la cual nombró Burberry, y que en un inicio tenía la finalidad de crear prendas de uso diario para la clase obrera, situación que cambió cuando logró materializar su idea de fabricar una tela impermeable que se adaptara al clima inglés, generalmente frío y lluvioso.
Fueron estas características en sus prendas, mismas que las hacían aptas para la práctica de actividades como la pesca o la caza, las que hicieron despegar a su empresa. Además, recurrió a personalidades de la época para que lo ayudaran a publicitar sus productos, ampliando su alcance a todo el Reino Unido.
El éxito de la tienda de ropa era innegable y para 1881 ya tenía a más de 200 personas trabajando en su compañía, también había mudado su producción a una fábrica más grande que le permitiera responder a la creciente demanda que experimentaba.
El 1879 representó un antes y un después tras la creación de la tela gabardina, la cual era transpirable, resistente, impermeable y mucho menos pesada que otros tejidos con características similares, misma que patentó en 1888. Estas valiosas características le permitieron llegar a las clases altas con ayuda de sus hijos, quienes recibían pedidos en exclusivas zonas de Londres.
Además, su reputación llegó a más personas gracias a las reconocidas figuras que utilizaron sus prendas, tales como el Dr. Fridtjof Nansen, explorador polar noruego y ganador del Premio Nobel de la Paz; Edward Maitland, quien viajó de Londres a Rusia en un globo aerostático; o el aclamado explorador británico, Sir Ernest Shackleton.
La compañía no hacía más que crecer y en 1913 cambian su locación y abren la aclamada tienda Burberry de la calle Haymarket en Londres, que cabe destacar sigue abierta en la actualidad.
El reconocimiento de la compañía de Thomas Burberry era tal, que la Oficina de Guerra británica recurrió a él para que los ayudara a reemplazar los pesados abrigos militares que utilizaba el ejército, y fue así como creó el famoso trench coat para vestir a los oficiales durante la Primera Guerra Mundial, el cual era más liviano y funcional para las necesidades del campo de batalla.
Para 1920, el trench coat Burberry gozaba de amplia popularidad, así que en ese año agregaron el elegante motivo a cuadros que caracteriza la marca hasta nuestros días.
En 1926, Thomas Burberry, quien se había retirado en cerca de 9 años atrás, murió a los 90 años, dejando un legado que hasta la Corona británica destacaría. En 1955 la reina Isabel II le otorgaría a la empresa la firma royal warrant, que la reconocía como proveedora oficial de moda impermeable, dejando bien claro de qué país era la marca Burberry.
A mediados del siglo XX este imperio de la moda seguía consolidado entre el gusto del público, en su mayoría masculino y maduro, pues no solo la realeza sino celebridades como Los Beatles, Humprey Bogart en Casablanca y Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s utilizaban su famosa gabardina, no obstante, sabían debían adaptarse a las nuevas necesidades de la industria y llegar a más y nuevos segmentos para evitar estancarse.
Para darle un impulso a Burberry, entre 1970 y 1980, se firmaron acuerdos con fabricantes de todo el mundo para llevar su fama más allá del aclamado trench coat y que les ayudaran producir productos complementarios como trajes, pantalones, camisas, ropa deportiva y accesorios para hombres, mujeres y niños. Con ello lograron el cometido de diversificar audiencias.
Para no perder el rumbo y continuar con los buenos resultados, contrataron a Christopher Bailey, quien ingresara a la compañía en 2001 como director de diseño y escalaría hasta convertirse en CEO y director creativo, el cual contribuyó a que Burberry se revitalizara y posicionara como líder digital en el sector de la moda de lujo.
Bajo la influencia de Bailey, la compañía se convirtió en la primera casa de moda que transmitía un desfile por internet, y también fueron los primeros en poner a la venta, de manera inmediata, la colección que se había presentado minutos atrás en la pasarela.
Otras estrategias de marketing como recurrir a las “It girls” Kate Moss, Emma Watson o Cara Delevingne, por mencionar algunas personalidades que han sido imagen de la marca a lo largo de los años, así como apostar a tener una presencia sólida y disruptiva en medios digitales, han contribuido a permanecer “jóvenes”.
Innovaciones y adaptación al cambio, son las claves que han permitido a Burberry seguir vigentes a más de 157 años de su fundación.
