Bryan Johnson, multimillonario y pionero tecnológico, compartió en redes su impresionante transformación física después de seis años de invertir en un régimen antienvejecimiento. Su viaje no solo ha confundido a la identificación facial de su teléfono, sino que también ha capturado la atención del mundo entero.
Con un gasto de 2 millones de dólares al año, Johnson ha dedicado su fortuna y su vida a revertir el proceso de envejecimiento. Este proyecto, conocido como “Blueprint”, ha sido una exploración profunda de lo que significa vivir en la era de la inteligencia artificial y cómo prepararse para los cambios futuros. Johnson busca convertirse en “la persona más medida en la historia humana”, utilizando esta información para optimizar su bienestar físico y mental.
La rutina diaria de Johnson es tan estricta como fascinante. Despierta a las 5 a. m., consume todas sus comidas antes de las 11 a. m. y se acuesta a las 8:30 p.m.
Su dieta y su rutina de ejercicios son meticulosamente calculadas, incluyendo 111 pastillas diarias de suplementos como zinc, cúrcuma y litio. Johnson también practica ayuno intermitente, come 70 libras de vegetales al mes y mantiene una dieta baja en calorías sin sal añadida ni azúcares.
Para lograr su objetivo, Johnson ha incorporado tratamientos médicos avanzados y un régimen de cuidado personal que incluye donaciones de plasma sanguíneo, terapias para el cabello y la piel, y una intensa meditación diaria.
Este enfoque integral busca rejuvenecer no solo su apariencia física sino también mejorar su función orgánica general.
La transformación de Johnson ha suscitado reacciones mixtas en las redes sociales, desde el asombro hasta el escepticismo. A pesar de las críticas, él mantiene una actitud positiva, enfocándose en los beneficios personales de su viaje y alentando a otros a cuidar su salud con la misma dedicación. Johnson argumenta que el objetivo no es vivir para siempre, sino vivir bien cada día.
Johnson compartió en X una imagen con tres fotos suyas que demuestran la diferencia en su apariencia a lo largo de los últimos años.
Según RT, la primera foto fue captada en 2018, dos años antes de que el empresario ‘biohacker’ lanzara su proyecto de antienvejecimiento Project Blueprint. La segunda imagen muestra a Bryan Johnson tres años después de que entrara de lleno a su nuevo régimen.
La última foto, que es de este año, despertó comentarios en las redes sociales diciendo que el emprendedor se veía “extraño”, “menos humano” y hasta “creepy” y “más viejo”.
La historia de Bryan Johnson es un testimonio del poder de la ciencia, la tecnología y la voluntad personal para desafiar los límites del envejecimiento humano. Aunque su enfoque puede no ser accesible para todos, su experimento personal abre un diálogo importante sobre el futuro de la longevidad y la calidad de vida.
