



El Boeing E‑4B, apodado el “Avión del Juicio Final”, es un centro de mando aéreo móvil diseñado para despegar únicamente en caso de emergencias mundiales —como guerra nuclear, ataques cibernéticos o colapso de infraestructura—, garantizando la continuidad del gobierno de Estados Unidos.
Con capacidad para 112 personas, blindaje contra pulsos electromagnéticos y comunicaciones satelitales avanzadas, el E-4B puede volar hasta una semana sin aterrizar, convirtiéndose en un ‘Pentágono volador’ bajo cualquier amenaza grave.
El E‑4B, oficialmente parte del Centro Nacional de Operaciones Aéreas, actúa como el puesto de mando del Presidente, el Secretario de Defensa y el Estado Mayor conjunto en caso de desastre. Su función es dar seguimiento y control operacional sin importar el escenario.
Además del blindaje físico, cuenta con protección contra pulso electromagnético (EMP), escudos térmicos y tecnológicos, sistemas análogos resistentes y ventanas blindadas. Esto le permite operar sin comprometer sus sistemas críticos en entornos hostiles.
Equipado con cuatro motores, puede reabastecerse en vuelo, lo que le permite mantenerse en operación continuada hasta por una semana, únicamente limitado por combustible, víveres y lubricantes.
Posee decenas de antenas satelitales y enlaces para mantener comunicación ante cualquier tipo de falla eléctrica o cibernética en tierra, operando con seguridad absoluta incluso tras un ataque nuclear.
Opera con hasta 112 personas, incluyendo equipo de comunicaciones, planificadores militares, estrategas, pilotos y personal de apoyo. Cuenta con espacios para trabajo, conferencias, descanso, cocina, almacenamiento y su uso es comparable al de un búnker aéreo en tres niveles.
Nacido en los 70 como parte del programa NEACP, el primer E‑4B se entregó en 1979. Hoy solo quedan cuatro en servicio, con planes de reemplazo por nuevos aviones sobre la plataforma Boeing 747‑8I, fruto de un contrato de 13 mil millones d dólares de modernización anunciado en 2024.
El E‑4B estuvo en alerta constante durante la Guerra Fría, el 11‑S y ahora circula discretamente en emergencias restringidas como en recientes tensiones con Irán, donde apareció cerca de Washington con la callsign inusual ORDER01, suscitando especulación.
El E-4B Nightwatch realizó un vuelo hacia la Base Conjunta Andrews, en Washington, D.C., la noche del martes, en medio de crecientes tensiones geopolíticas y mientras el presidente Donald Trump evalúa una posible acción militar contra instalaciones nucleares en Irán.
Esta aeronave especial, diseñada para resguardar al secretario de Defensa y altos mandos del gobierno en caso de un conflicto nuclear o crisis extrema, fue detectada por rastreadores de vuelo tomando una ruta poco convencional, extensa y sinuosa rumbo a la capital estadounidense.
De acuerdo con datos del sitio FlightRadar, el E-4B despegó desde Bossier City, Luisiana, alrededor de las 18:00 horas y aterrizó en Maryland cerca de las 22:00. Su trayecto incluyó un amplio rodeo costero, evitando espacio aéreo sensible y bordeando la frontera entre Virginia y Carolina del Norte.
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El Boeing E‑4B sigue siendo una pieza clave de la estrategia militar estadounidense, diseñado para mantener la continuidad del gobierno bajo cualquier catástrofe. Con su blindaje experto, comunicaciones seguras y autonomía prolongada, este “Pentágono volador” representa el nivel máximo de preparación para crisis globales.