Bob Iger ha reafirmado su posición como CEO de Disney, consolidando su liderazgo frente a un grupo de accionistas que querían cambiar el supuesto rumbo “progre” (woke) de la compañía de entretenimiento.
El inversionista Nelson Peltz, a través de su fondo Trian Fund Management, lanzó una batalla de poder en Disney, buscando cambios significativos en la gestión y estrategia corporativa de la compañía, una jugada que puso en jaque a la actual dirección bajo Bob Iger. Peltz es dueño de 900 millones de acciones de la empresa (el 0.5% de Disney).
La campaña de Peltz, bautizada como “Restore The Magic”, abogaba por una revisión liderada por la junta de los procesos creativos de la compañía del ratón.
Pone especial atención en sus divisiones de streaming y parques temáticos, así como en la compensación ejecutiva y la planificación de la sucesión.
La intervención de Peltz, amigo de Donald Trump, se centraba en reemplazar a dos miembros actuales de la junta de Disney, con críticas a la gestión de Iger y acusaciones de un consejo demasiado cercano al CEO, argumentando que la compañía necesita voces capaces de ofrecer críticas constructivas.
Peltz criticó la dependencia de Disney en secuelas y spin-offs, argumentando que esto refleja una “motor creativo que está fallando”.
En cambio, sugirió que Disney debería enfocarse en reclamar el liderazgo en películas animadas y buscar nuevas propiedades intelectuales para impulsar beneficios a largo plazo, alejadas de la agenda “progre”.
Si bien Disney recomendó a los accionistas reelegir a sus nominados actuales a la junta, rechazando las propuestas de Peltz, otros accionistas activistas como Ancora han apoyado la campaña de Trian. Sin embargo, ValueAct se ha opuesto a Peltz, fortaleciendo la posición de Disney contra el inversor activista.
Peltz argumentó que Disney necesita una inversión de capital más significativa y una gestión más efectiva para mantenerse competitiva, especialmente frente a los nuevos desarrollos en el sector de los parques temáticos por parte de competidores como Comcast.
A pesar de los desafíos planteados por Peltz, su batalla por un asiento en la junta enfrentó obstáculos considerables, dada la complejidad de Disney y el fuerte respaldo a Iger por parte de la familia Disney y otros accionistas importantes como George Lucas y los nietos de Walt Disney.
Además, de acuerdo con CNN, más allá de criticar las acciones de Iger, Peltz no presentó propuestas tangibles sobre cómo cambiar el rumbo de Disney.
A pesar del éxito, Disney e Iger no están exentos de desafíos. La compañía ha enfrentado críticas y controversias que han requerido una gestión cuidadosa y estratégica.
