



En una reciente entrevista, Bill Gates, cofundador de Microsoft, reveló que su mayor arrepentimiento es su divorcio de Melinda French Gates, con quien compartió 27 años de matrimonio. Gates expresó que deseaba tener una unión tan duradera como la de sus padres, quienes estuvieron casados durante 45 años.
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Gates, de 69 años, y Melinda, de 60, anunciaron su separación en 2021. En la entrevista, el magnate afirmó: “Ese fue el error que más lamento”. Añadió que compartir toda la vida adulta con una persona tiene un valor incalculable, tanto por los recuerdos como por las experiencias compartidas y los hijos en común.
La pareja se conoció en 1987, cuando Melinda comenzó a trabajar en Microsoft. Se casaron en 1994 y tuvieron tres hijos: Jennifer, Rory y Phoebe. Juntos fundaron la Fundación Bill y Melinda Gates, una de las organizaciones filantrópicas más grandes del mundo.
Tras el divorcio, Melinda decidió abandonar la fundación, decisión que Gates describió como decepcionante.
El divorcio no solo afectó la vida personal de Gates, sino también su labor filantrópica. A pesar de la separación, ambos continúan colaborando en proyectos benéficos y mantienen una relación cordial por el bienestar de sus hijos y nietos.
Gates reflexionó sobre la importancia de las relaciones personales y cómo estas influyen en la vida profesional. Reconoció que, aunque logró un éxito notable en su carrera, descuidar aspectos de su vida personal tuvo consecuencias significativas.
Actualmente, tanto Bill como Melinda han reconstruido sus vidas y continúan con sus respectivas actividades filantrópicas. Gates enfatizó la importancia de aprender de los errores y seguir adelante, buscando siempre un equilibrio entre la vida personal y profesional.
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La confesión de Gates sirve como recordatorio de que, independientemente del éxito profesional, es esencial mantener un equilibrio en la vida personal. Las relaciones y experiencias compartidas aportan un valor incalculable que no debe ser subestimado.