Inaugurada a mediados del siglo XX en la Ciudad de México, la empresa Baco ha acompañado, con sus útiles escolares a incontables generaciones de mexicanos en el regreso a clases. No solo eso, el letrero neón del logotipo en su única fábrica con vista al Anillo Periférico, cerca de Avenida Observatorio, ha sido parte del paisaje urbano por décadas.
La historia de esta compañía inicia en 1943, cuando el alemán Horst Urich-sass llega a nuestro país huyendo del régimen de la Alemania nazi. Horst fundó, en lo que hoy es la Alcaldía Álvaro Obregón, una modesta fábrica, casi un taller, de troqueles que producían artículos de oficina.
En ese entonces Baco era la única empresa en el continente americano que fabricaba los hoy famosos broches de metal que sujetan hojas de papel a través de dos orificios. Poco a poco los pedidos de este producto fueron aumentando. Empezó a exportarlos a Estados Unidos y Sudamérica y se convirtieron en su producto insignia con el paso del tiempo.
Más tarde, con la entrada de productos chinos al mercado interno de nuestro país, la empresa se vio obligada a ampliar su oferta y en la actualidad cuenta con tres líneas de productos:
Por último, hoy Baco es uno de los principales fabricantes de útiles escolares y artículos de oficina en México, distribuye sus productos en todos los estados del país y además los exporta a una docena de países.
Por Rita Carranza
