El mercado de los alineadores invisibles está creciendo a pasos agigantados en México y el mundo. Y no es para menos.
Tal y como lo aseguraba el novelista, dramaturgo y letrista brasileño, Paulo Coelho, “sonreír es definitivamente uno de los mejores y más bellos remedios” y es que esta simple acción nos ayuda a liberar endorfinas y serotonina, así como otros analgésicos naturales que contribuyen a aumentar el bienestar general, casi como realizar ejercicio físico o enamorarse, pero sin efectos secundarios.
Expresar una sonrisa ante una situación de tensión, tranquiliza y revitaliza, ya que reduce los niveles de hormonas responsables del estrés como el cortisol o la adrenalina.
Aunado a ello “una sonrisa puede generar el mismo nivel de estimulación que 2,000 barritas de chocolate”, aseguró el emprendedor tecnológico del sector de la salud y profesor de Stanford, Ron Gutman.
Sin embargo, cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalan que el 80% de los mexicanos no sonríen por vergüenza, ya que consideran que su dentadura podría estar en mejores condiciones.
Precios elevados, tratamientos dolorosos y una gran inversión de tiempo son las principales razones por las que muchas personas no se deciden a realizar un cambio en su sonrisa. Sin embargo, los avances tecnológicos han llegado también al terreno de la salud bucal, siendo los alineadores dentales una gran opción en la actualidad.
“Consiste en realizar placas a medida del paciente que, paso a paso, irán dando forma a su nueva sonrisa, logrando tener resultados visibles en poco tiempo”, explicó Javier liberman, CEO de Wizz Life, startup que busca democratizar la salud oral de las personas mediante la aplicación de nuevas tecnologías de inteligencia artificial y Big Data.
Esta situación ha desatado una guerra entre diferentes empresas que ofrecen alineadores invisibles, cuyo costo promedio parten desde los 25,000 pesos. Entre las empresas que ofrecen este método y que empiezan a sobresalir en el mercado mexicano, destaca la chilena Wizz life.
Sin levantar capital, 100% bootstrap, esta startup se ha expandido en corto tiempo por México debido a que la fabricación in house de su tecnología le ha permitido abaratar costos de producción, lo que repercute en el bolsillo del consumidor final. La tecnología de Wizz Life representa un 50% de más económicos, cuyos costos parten desde los 13,000.
Los alineadores de Wizz son también fabricados con base a impresión 3D y es justo la innovación lo que los hace distintos: “Uno de los insumos más caros en este proceso de impresión es la resina UV que utiliza la impresora, entonces para llegar a precios más accesibles desarrollamos nuestra propia resina, con un costo menor al que se encuentra en el mercado”, explica el emprendedor.
Asimismo, cuenta que existen distintos softwares que permiten modelar los tratamientos, obteniendo una visión de la posición final de los dientes y los movimientos que ocurrirán durante el proceso. No obstante, estos programas suelen requerir intervención manual, que encarece los costos por concepto de hora de trabajo.
“Para seguir bajando los precios de nuestro producto, desarrollamos un software from scratch, que nos permitió integrar herramientas sencillas de automatización hasta evolucionar a un sistema automatizado mediante inteligencia artificial”, puntualizó el CEO.
A diferencia de los frenos, las placas alineadoras son transparentes y por lo tanto, invisibles. Logrando que, quienes las lleven, las porten con seguridad y confianza. “Dependiendo del cambio que necesites en tu sonrisa, podrías estar viendo cambios en ella en sólo tres meses”, explicó el emprendedor.
La empresa cuenta con atención de profesionales de la salud bucal para supervisar los procedimientos, integración que ha sido clave para asegurar el correcto tratamiento y ganarse la confianza de los mexicanos.
Este apoyo especializado, y la capacidad de adaptación al mercado nacional, es lo que ha ayudado a estos emprendedores a impulsar su tecnología en el país. De hecho, acaban de abrir una nueva sucursal en Polanco, en la Ciudad de México.
