



Todo el mundo lo sabe: la puntualidad es una de las cualidades más importantes de cualquier emprendedor. Y es que organizar tus actividades para nunca llegar tarde te permite rendir mejor durante el día, pero además, demuestra respeto por el tiempo de los demás y te convierte en una persona confiable… un punto básico para ser un líder.
Pero las ventajas no terminan allí. Al ser puntual, te sentirás muchísimo menos estresado, pues no tendrás que preocuparte todo el tiempo por llegar a tiempo ni por pedir disculpas a los afectados.
Para llegar siempre a tiempo a tus compromisos, cultiva estos hábitos desde hoy mismo:
Al organizar nuestro día, tendemos a llenarnos de pendientes. Pensamos: “ya veré cómo cumplo con todos”. Sin embargo, la realidad es que casi siempre postergamos alguno. Aprende a incluir en tu agenda únicamente las tareas que puedas llevar a cabo.
Uno de los principales hábitos para ser productivo es adelantar lo más que puedas la noche anterior… Sobre todo si tendrás una junta temprano. Llena tu tanque de gasolina, prepara tu desayuno, elige tu ropa, plánchala.
Dicen que las personas más exitosas madrugan, pero ¿cómo puedes levantarte con los rayos del sol si duermes después de medianoche? Haz el hábito de ir a la cama lo más temprano posible. Piensa que, si llegas tarde a la primera cita del día, todo tu horario se descuadrará.
¿Cuántas veces has llegado tarde porque te quedaste dormido? Uno de los mejores hábitos que podrás cultivar –y que te permitirán empezar el día con el pie derecho– es levantarte tan pronto suene tu despertador. Olvídate de los “cinco minutitos más”. De preferencia, consigue una alarma que no tenga función de “snooze”. Mira estos tips para madrugar.
Las herramientas digitales pueden convertirse en tus grandes aliadas a la hora de organizar tus tareas. Descarga una que te permita hacer listas de pendientes y establecer recordatorios, y que se sincronice con todos tus dispositivos móviles. ¿Nuestras recomendaciones? Evernote y Todoist.
Para evitar llegar tarde a tus juntas, establece dos alarmas: una para cuando sea momento de alistarte para salir, y otra para cuando tengas que estar cruzando la puerta.
Prevé cualquier contratiempo. Para ello, haz el compromiso de llegar siempre 15 minutos antes de tu cita. Esto significa que, en muchos casos, llegarás antes que todos y tendrás mucho tiempo “libre”. Pero tendrás una recompensa mucho mayor: no te estresarás en el camino, podrás acomodarte con calma y la gente reconocerá tu esfuerzo.
Ya que ahora llegarás antes que todos, procura cargar contigo un libro o una tablet para avanzar en tus pendientes. Así podrás aprovechar mejor ese rato y no sentirás que estás perdiendo el tiempo.