Los mexicanos estamos muy orgullosos de nuestra identidad y tradiciones, tanto que a veces olvidamos que hemos recibido influencia de muchos lugares del mundo, lo cual por supuesto no nos resta autenticidad, sino que la enriquece. Debido a que antes los países tenían un mayor aislamiento, las cosas que cobraban arraigo inmediatamente olvidaban su origen. Sin embargo, con la globalización y el aumento de medios de comunicación, hoy podemos descubrir fácilmente la migración de nuestras tradiciones. Por eso, hoy te presentamos algunas cosas que creías que eran mexicanas, pero no es así.
Sí, aunque los encontramos en numerosas tiendas, calles y panaderías de México, los churros tienen un origen muy lejano. Y no, no se trata de España, estas deliciosas frituras tienen su origen en China. Como lo lees, este platillo nació en el país oriental bajo el nombre de youtiao, conocido en occidente como porra. Sin embargo, a diferencia de nuestros churros, que llevan canela y azúcar, el youtaia es salado.
Nadie pone en tela de juicio la Rosca de Reyes, sobretodo porque está estrechamente ligada a los tamales del Día de la Candelaria. Lamentablemente este delicioso pan no es 100% mexicano, ya que fue traído por los españoles. Su origen es rastreable hasta la Europa medieval del siglo III.
¡Impresionante! El origen de las calaveritas no está solamente en el tzompantli. Los primeros en hacer figuras de alfeñique fueron los italianos, quienes al visitar México durante el siglo XVII para hacer misiones, heredaron la técnica al Nuevo Mundo.
No nació en Tabasco. Esta salsa es de origen estadounidense y fue creada en 1868 por Edmund McIlhenny. La salsa Tabasco tampoco se produce en México, ya que es producida en McIlhenny Company, quien la distribuye a todos los países del mundo donde se comercializa.
¿Sabes cuál es origen de las galletas con las que preparas carlotas esta cuarentena? No se llaman así en honor del popular nombre en nuestro país. Las galletas María fueron creadas en Londres en 1874 por Peek Freans, para celebrar el matrimonio entre la Gran duquesa María Aleksándrovna de Rusia y el príncipe Alfredo I de Sajonia-Coburgo-Gotha.
La popularidad de las galletas se extendió en Europa rápidamente, pero su mayor producción se dio en España tras la Guerra Civil. Como el trigo se había abaratado, las panaderías producían masivamente este tipo de galleta para comercializarlas e importarse. Cuando llegaron a México, las galletas ganaron una gran popularidad, tanto por su delicioso sabor, como por su precio económico. ¡Gracias, duquesa, por darnos la materia prima para las carlotas, una de las cosas que todos los mexicanos amamos!
Por Rodrigo Osegueda
