Actualmente, con el uso de nuevas tecnologías, las oportunidades para invertir han evolucionado de manera significativa, lo cual conlleva a hacer un proceso exhaustivo de investigación y análisis antes de destinar capital inversionista en un producto específico.
Para los inversionistas, el due diligence es una práctica esencial para tomar cualquier tipo de decisión financiera, ya que es una estrategia que contribuye a evaluar con precisión una oportunidad para crecer y a la vez minimizar los riesgos asociados.
Realizar un due diligence es la antesala a la toma de decisiones importantes. Es un proceso que va desde la definición de objetivos hasta el momento en que se aceptan los términos de la inversión. Va más allá de los números, porque comprende la importancia de conocer a detalle la gestión, los contratos, y el entorno en que opera la empresa o institución donde decidimos colocar capital.
Este proceso consiste en una evaluación exhaustiva que permite conocer qué ventajas y qué riesgos acompañan a una inversión, obteniendo así información a detalle de diversas fuentes para tomar una mejor decisión financiera.
Esta estrategia puede aplicarse ya sea para la compra de acciones, la adquisición de bienes raíces, la inversión en una empresa o algún producto financiero. Lo anterior incluye identificar riesgos ocultos, oportunidades de crecimiento, problemas de gestión o incluso determinar el valor real de una inversión y negociar términos más favorables.
Para hacer un due diligence como un experto inversionista se deben tomar en consideración los siguientes puntos:
El primer paso para un due diligence es establecer los objetivos de inversión y los criterios que se tienen para cumplir con una meta financiera. Lo anterior proporciona una base sólida para dirigir la estrategia. Hay que preguntarse qué estás tratando de lograr con esta inversión y cuáles son las expectativas en términos de rendimiento y riesgo.
Además, hay que obtener todos los documentos disponibles relacionados con la inversión como términos del proceso, registros legales, contratos y cualquier otro documento relevante a fin de tener una visión más general del proceso.
Investigar la experiencia y el historial de la empresa o institución que te ofrece un producto de inversión es imprescindible para obtener buenos resultados financieros. ¿La empresa tiene experiencia en su sector? ¿Has invertido con anterioridad con ellos? ¿Tiene un historial aceptable?
Por otra parte, revisar los proyectos de inversión de la compañía, identificar tendencias financieras, así como riesgos y oportunidades con la ayuda de un analista facilitará la comprensión de la información y contribuirá a la toma de decisiones.
Para tomar una decisión informada, debes entender la industria en la que opera la empresa o institución, para ello se debe realizar un análisis del sector, comprender las tendencias del mercado, las oportunidades, así como las amenazas que puedan afectar la inversión.
Inclusive es factible utilizar varios métodos de valoración para determinar el valor real de la inversión. Por ejemplo, inversiones en sectores como el inmobiliario implica en algunos casos determinar los gastos que conlleva el mantenimiento de inmueble y otros descuentos de flujos de efectivo para evaluar si el monto de la inversión nos dejará alguna ganancia razonable.
Finalmente, aunque propiamente no representa un proceso para hacer una buena inversión, es imprescindible desarrollar un plan para mitigar los riesgos que se detecten durante el proceso, para lo cual la ayuda un profesional puede aportar una perspectiva adicional en áreas específicas que mejoren la calidad del proceso.
¿Cómo harías tu due dilligence, tu investigación inversionista?
