Nacido en Omaha, Nebraska, Warren Buffett es, a sus 92 años, uno de los más importantes inversores a nivel mundial cuya fortuna asciende a los 117,400 millones dólares, lo que lo convierte en el quinto hombre más rico del mundo.
El estadounidense es un referente para todos los inversionistas a quienes ha dejado múltiples aprendizajes como la importancia de diversificar. Y es que, como presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway, ha labrado una exitosa carrera con la adquisición de empresas como Duracell o Geico, así como al ser accionista de otras compañías como Apple, Coca Cola o American Express.
Pero el “Oráculo de Omaha” no solo es fuente de inspiración para los inversionistas, su trayectoria tiene grandes enseñanzas en términos de emprendimiento que pueden ser utilizadas por todos aquellos que buscan tener un negocio propio.
Desde muy pequeño, Buffett se destacó por su perspicacia para las inversiones y su visión emprendedora, misma que fue perfeccionando con el paso del tiempo. Entre los aprendizajes más relevantes que toda persona de negocios puede aplicar, se encuentran:
Desde los seis años el estadounidense comenzó su camino por los negocios vendiendo latas de refresco, ese fue solo el inicio de una serie de emprendimientos como la instalación de máquinas de pinball, venta de dulces o la repartición de periódicos, mismos que rindieron frutos y para sus 16 años había logrado una “pequeña” fortuna de 53,000 dólares.
Cuando tenía 11 años, Warren Buffett compró sus primeras acciones pertenecientes a la empresa Cities Service Company con un valor de 38 dólares por acción. La cotización posteriormente se desplomó a 27 dólares y cuando alcanzaron los 40 dólares, vendió sus acciones con un margen de ganancia, no obstante, éstas después se valuaron en 200 dólares lo que dejó una gran enseñanza para el joven inversionista de tener paciencia pues los resultados pueden ser aún mejores si se espera el tiempo suficiente.
Su interés por la bolsa era un incentivo para leer acerca de inversiones, lo cual contribuyó a mejorar sus conocimientos al respecto. Posteriormente, a pesar de ya contar con negocios exitosos, continuó su preparación en instituciones como la Universidad de Nebraska y Columbia Business School, las cuales le dieron herramientas e importantes contactos que contribuyeron a alcanzar el éxito.
Seleccionar al socio ideal no es tarea fácil pero tampoco es imposible, así lo demuestra la relación entre Warren Buffett y Charlie Munger quienes colaboran desde finales de la década de los 70’s. El compartir una visión del mundo y habilidades similares en términos de inversión fueron determinantes para el éxito de esta asociación.
Emprender, al igual que invertir, no es sencillo, hay múltiples factores fuera de tu control que inciden en los resultados a obtener, sin embargo, existen ciertas acciones que pueden ayudar a que el camino sea más fácil de transitar. La trayectoria y experiencias de Warren Buffett son un claro ejemplo del que puedes tomar nota.
