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28-04-2025, 9:12:09 AM

Todo lo que debes saber para invertir en franquicias infantiles

Las franquicias infantiles exitosas se caracterizan por propuestas educativas claras, procesos estructurados y marcas sólidas que inspiran confianza en los padres.

Invertir en franquicias infantiles
Invertir en franquicias infantiles © Depositphotos

En el mundo empresarial contemporáneo, el modelo de franquicia se ha consolidado como una de las estrategias más efectivas para expandir marcas y ofrecer certidumbre a inversionistas. Sin embargo, dentro del universo de las franquicias existe un segmento cuya particularidad exige más que capital y planeación: el de las franquicias infantiles.

Este modelo, centrado en productos y servicios dirigidos a menores de edad, combina elementos empresariales con dimensiones educativas, emocionales y éticas.

Para entender el potencial y los desafíos que enfrenta este sector en México, conversamos con Jorge Valencia, una de las voces más autorizadas en el ámbito del franchising en Iberoamérica. Con más de 30 años de trayectoria, Valencia es conocido como el Zar de las Franquicias. Ha asesorado a empresas en América y Europa, es autor del libro ¿Realmente las franquicias son garantía de éxito?, y actualmente preside el Instituto Latinoamericano de la Franquicia.

Desde su rol como representante de la Latino Franchise Association en la región, Valencia ha seguido de cerca la evolución del modelo infantil en América Latina. Su diagnóstico sobre México es contundente:

LAS PLÁTICAS CON LOS LÍDERES Y EMPRENDEDORES DE AMÉRICA

El panorama es favorable. La demanda es amplia, contribuye además la preocupación creciente de los padres por ofrecer lo mejor a sus hijos, y una tendencia global hacia el desarrollo integral desde edades tempranas.

Un mercado en crecimiento, pero poco comprendido

A primera vista, la oportunidad que representa el público infantil puede parecer evidente. Según datos del censo de 2020 del Inegi, más del 25% de la población mexicana está conformada por menores de entre 9 y 14 años, es decir, alrededor de 32 millones de personas.

Para Valencia, esto constituye una base de mercado con una demanda constante, que no se ve afectada por los vaivenes del consumo adulto:

Las familias mexicanas privilegian el bienestar de sus hijos. Incluso en crisis económicas, los padres reducen gastos personales antes que recortar en educación o actividades para sus niños.

Sin embargo, advierte que el tamaño del mercado no debe llevar a conclusiones simplistas. “No todo lo infantil es automáticamente exitoso. El error está en pensar que porque hay millones de niños, cualquier idea que los incluya será rentable. En realidad, es un mercado complejo, que exige profesionalización”.

Uno de los errores comunes, según el experto, es subestimar el carácter dual del cliente:

El niño es quien recibe el servicio, pero quien lo paga y decide es el padre o tutor. Por eso hay que construir propuestas que conecten emocionalmente con ambos. Es un equilibrio delicado.

Diferenciación, no improvisación

A decir de Valencia, las franquicias infantiles que han logrado consolidarse comparten tres atributos: claridad en su propuesta educativa, procesos operativos estructurados y una marca sólida que inspire confianza. Esto último es crucial:

Los padres son más propensos a invertir en servicios para sus hijos si reconocen una marca con respaldo, protocolos claros y personal capacitado. Una franquicia les inspira confianza, seguridad.

apunta Valencia.

A diferencia de negocios independientes, donde el éxito muchas veces depende del carisma del dueño o de la ubicación específica, en una franquicia el diferencial está en la replicabilidad del modelo.

No basta con tener una buena idea. Hay que convertirla en un sistema. Por eso la capacitación en pedagogía básica, el diseño de protocolos de seguridad, y los manuales operativos son pilares,

indica.

Además, insiste en que el franquiciante debe ofrecer más que una marca: debe acompañar al franquiciatario con soporte técnico, herramientas de marketing y asistencia para contratación de personal. “El apoyo no termina con la firma del contrato. Debe haber una estructura de respaldo permanente. Si no hay acompañamiento, la franquicia se debilita”.

Las nuevas fronteras del modelo infantil

En los últimos cinco años, el mercado infantil ha vivido una transformación profunda. La pandemia aceleró procesos que ya estaban en marcha, como la incorporación de la tecnología en el aprendizaje, y forzó la reinvención de modelos tradicionales.

Ya no hablamos solamente de ludotecas o parques. Ahora vemos franquicias dedicadas al neurodesarrollo, a la inteligencia emocional, al eduentretenimiento. Incluso al emprendurismo infantil, que antes parecía una excentricidad,

explica Valencia.

El uso de soluciones híbridas —que combinan presencialidad con plataformas digitales— se ha convertido en una constante.

El aprendizaje virtual no es una moda pasajera. Muchos padres lo valoran por la flexibilidad y los niños se sienten cómodos con el entorno digital. Esto obliga a las franquicias a repensar su propuesta.

Otra tendencia creciente es la especialización. En lugar de modelos generalistas, surgen conceptos orientados a nichos específicos, como atención a niños con trastornos del espectro autista, programas de pensamiento lógico-matemático, clubes de robótica o talleres de inteligencia emocional. Para Valencia, esto refleja una evolución natural del sector:

El mercado infantil se está sofisticando. Los padres ya no buscan solo entretenimiento, sino experiencias con valor educativo. La diferenciación es cada vez más importante.

Factores clave para el éxito

Consultado sobre los elementos que definen el éxito de una franquicia infantil en el México actual, Jorge Valencia menciona cinco: adaptación cultural, propuesta de valor clara, capacitación del personal, ubicación estratégica y uso adecuado de tecnología.

La adaptación cultural es clave. No basta con importar un modelo exitoso de otro país. El servicio debe armonizar con los valores y hábitos de las familias mexicanas.

En cuanto a la ubicación, señala que la proximidad con escuelas o zonas residenciales puede marcar la diferencia. Pero advierte que el lugar ideal no sirve de nada sin un equipo capacitado. “No se puede improvisar en el trato con niños. Se requiere formación, sensibilidad, protocolos definidos. Un mal manejo puede dañar irreversiblemente la reputación de la marca”.

También destaca la importancia del diseño financiero del modelo:

Muchos inversionistas se centran solo en el costo de entrada. Pero deben analizar también la estructura de ingresos, los gastos fijos y variables, y el retorno de inversión esperado. Una franquicia bien pensada debe ayudar al franquiciatario a lograr rentabilidad real.

Riesgos y errores comunes

Aunque las franquicias infantiles pueden ser altamente rentables, también implican riesgos que deben ser gestionados con cuidado. La estacionalidad, ligada al ciclo escolar, puede afectar el flujo de ingresos. La alta rotación de personal en el sector de servicios también representa un reto constante.

“Uno de los mayores errores es pensar que cualquier persona puede atender a niños solo porque ‘tiene buena actitud’”, afirma Valencia.

Atender a menores es una responsabilidad. Requiere empatía, pero también estructura. Hay que saber cómo actuar en emergencias, cómo manejar grupos, cómo hablar con los padres. No es un trabajo para improvisados.

Además, señala un riesgo regulatorio importante: en México, la legislación sobre franquicias es laxa. Esto ha permitido que existan modelos poco serios que se venden como franquicia sin cumplir con los estándares básicos. “Es fundamental asesorarse con especialistas antes de invertir. No todo lo que se llama franquicia lo es. Muchas veces son negocios sin estructura que solo buscan vender licencias”.

El papel de la marca y la identidad emocional

Uno de los aspectos menos analizados —pero más influyentes— del modelo infantil es la construcción de marca. Para los padres, una marca reconocida transmite tranquilidad. Para los niños, puede representar pertenencia, admiración o incluso estatus.

Una marca bien posicionada genera motivación y entusiasmo en los niños. Eso se traduce en una experiencia más rica y en mayor fidelidad al servicio,

afirma Valencia.

No es casual que algunas franquicias infantiles se preocupen tanto por el diseño visual, los personajes animados o la ambientación de sus instalaciones. Todos estos elementos son parte de una narrativa emocional que facilita la vinculación del menor con la experiencia.

Criterios para elegir una franquicia infantil

Frente al creciente interés por este tipo de negocios, Valencia sugiere a los inversionistas potenciales evaluar al menos cinco aspectos antes de tomar una decisión:

  1. El grado de madurez de la franquicia. ¿Es una marca joven o ya tiene experiencia en el mercado?
  2. La claridad del modelo financiero. ¿Qué tan viable es alcanzar el punto de equilibrio?
  3. El tipo de soporte que ofrece el franquiciante.
  4. El perfil de franquiciatario que busca la marca.
  5. El tiempo que el inversionista podrá dedicar a la operación.

No todos buscan estar al frente del negocio. Algunos quieren ser inversionistas ausentes. Pero no todas las franquicias permiten eso. Hay que ser realistas con las expectativas,

comenta.

Más allá de 2025: lo que viene

Con una mirada de mediano plazo, Jorge Valencia anticipa una evolución continua del modelo.

Veo un futuro dinámico, con una mayor presencia de tecnología educativa, inteligencia artificial aplicada al aprendizaje personalizado, y experiencias inmersivas. Tammbién más servicios dirigidos a niños más pequeños, incluso menores de 3 años, que antes no eran considerados por los negocios tradicionales.

El entrevistado a su vez prevé el crecimiento de modelos enfocados en bienestar emocional, atención a la neurodiversidad, y desarrollo social. “Son tendencias que no solo responden a la demanda, sino a un cambio cultural más profundo en la manera en que concebimos la infancia y la educación”.

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autor Sociólogo (FCPyS-UNAM) y especialista en historia del Pensamiento Económico (FE-UNAM). Escribo sobre eventos macroeconómicos, mercados financieros y finanzas personales.