Por Edwin Andrés Casallas Larrotta, Head of Business Development Colombia & Ecuador en Wayra Hispam
Es común encontrarse con emprendedores en diferentes etapas rompiéndose la cabeza tratando de decidir qué estrategia seguir para crecer y escalar sus startups sin morir en el intento. Esto es altamente complejo porque cada organización se mueve en un contexto diferente, en función del entorno y del tiempo, así como de la personalidad de sus líderes y fundadores, cuya aversión al riesgo suele ser muy diferente.
Al principio pareciera que, tras todo el esfuerzo de encontrar la oportunidad ideal de mercado, desarrollar el producto, armar un equipo, crear la empresa y levantar la primera inversión, el emprendedor hubiera logrado el objetivo y sueño que muchos anhelan pero que pocos alcanzan: sobrevivir. Pero esto solo es el principio, llegar a esta instancia significa el comienzo de otra etapa en la que los problemas son diferentes y en alguna medida deseables, tales como tener más clientes de los que la startup puede atender con su estructura actual. Esto es señal para dar el siguiente paso, es hora de crecer.
Pero crecer una compañía no es tan sencillo, las organizaciones son sistemas complejos que no se manejan de manera lineal ni bajo el paso a paso de un protocolo. Sus líderes siempre se enfrentarán a entornos VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad por sus siglas en inglés) donde la volatilidad y la incertidumbre serán compañeras de viaje. Por esto se hace necesario que estos líderes aprendan a gestionar el crecimiento.
A la hora de crecer, tradicionalmente hay que tener en cuenta el foco y el entorno, tal como se muestra en la siguiente tabla:
Y es acá donde se puede empezar a visualizar el concepto acuñado por Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, en su libro Blitzscaling junto a Chris Yeh. Blitzcaling significa priorizar la velocidad sobre la eficiencia en un entorno de incertidumbre.
En un enfoque clásico de crecimiento, una startup inicia en un entorno de incertidumbre teniendo foco en la eficiencia, optimizando todos sus recursos y asegurándose de que su producto resuelve la necesidad del cliente. En el Fastscaling la estrategia asume tener certeza, es decir, costos predecibles, conocimiento claro de la competencia, mercados estables, entre otros.
En el Blitzscaling el enfoque es crecer de manera acelerada asumiendo un gran riesgo en un entorno de alta incertidumbre. Se acepta que la velocidad que se le imprimirá al crecimiento traerá consigo errores de los cuales hay que aprender muy rápido, resolver y seguir avanzando para ganar rápidamente una masa crítica de clientes o una posición dominante en el mercado. Podría decirse que el Blitzscaling es una filosofía en la que se tiene todo o nada y en la que se considera que el mayor riesgo es moverse demasiado lento.
Varias organizaciones reconocidas han recorrido el camino de Blitzscaling, como LinkedIn, Waze, Facebook, Amazon, entre otros. Este último es un buen ejemplo ya que multiplicó sus ingresos, logrando pasar de 6.92 mil millones a 386.06 mil millones de dólares de 2004 a 2020, de acuerdo con cifras de statista.
A manera de síntesis, el Blitzscaling busca:
Es necesario tener en cuenta que el Blitzscaling no es una fórmula mágica y que funcionará solo en escenarios específicos que giran en torno a:
1. Diseñar un modelo de negocio innovador que pueda crecer. Este modelo de negocio debe diseñarse pensando en alcanzar un crecimiento exponencial, maximizando los factores de crecimiento y minimizando los limitadores.
Para ello hay cuatro factores a considerar:
El Blitzscaling no es una estrategia permanente. Si el mercado deja de crecer o alcanza un límite, hay que parar. Algunos indicadores de alerta son:
Momentos claves
Reglas
Los emprendedores dispuestos a aceptar riesgos y a navegar en ellos de manera responsable, son los candidatos para liderar el crecimiento Blitzscaling en sus organizaciones. Vehículos como Wayra, el fondo corporativo de Movistar, pueden ser la herramienta perfecta para acompañar esta etapa de escalabilidad a nivel global.
