Esta semana entraron en vigor las adhesiones a la Ley General de Sociedad Mercantiles para facilitar el cierre correcto de las empresas que quiebran y permitir que los emprendedores puedan volver a comenzar tras un fracaso.
La legislación, también conocida como Ley de Reemprendimiento, fue impulsada por un estudio realizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Asociación de Emprendedores de México (Asem) y The Failure Institute (quien llama a la legislación ‘Ley del Fracaso’).
En México, el 75% de los negocios cierra después de cumplir dos años de operación, según reflejan datos del INEGI. De hecho, de acuerdo con cifras del documento titulado Recomendaciones de Política Pública a la luz del Fracaso Emprendedor presentado por los grupos anteriormente mencionados, 29% de las empresas mexicanas cierran antes de cumplir sus primeros dos años de operación.
La mayoría de los emprendedores adjudican los factores del fracaso empresarial a la corrupción, tramitología engorrosa y los pagos de impuestos. Sin embargo, ¿sabías que actualmente enero país cuesta cerca de 40,000 pesos y un proceso de dos años cerrar correctamente una empresa?
El pasado 28 de septiembre, el senador Héctor Larios Córdova presentó la iniciativa de ley que busca facilitar el cierre de las empresas para que los emprendedores puedan comenzar un nuevo negocio con todos sus papeles en regla y facilitarles la obtención de financiamiento.
“Con este proceso que se propone, cerrar una empresa puede costar 0 pesos, hacerlo en línea y resolverlo en 40 días. Si fallas en tu primera empresa, cierra ese capítulo y a lo que sigue”, dijo Fernando Mendivil, vicepresidente de la ASEM durante la presentación del estudio en la Cámara de Diputados.
La ley de Reemprendimiento buscará simplificar este proceso para volver empezar y hacer el trámite en línea. De acuerdo a la iniciativa de ley, los emprendedores que tengan un negocio “zombie” que se hayan declarado en ceros en los últimos dos años, no tengan litigios y estén conformadas por personas físicas podrán acceder al nuevo proceso en línea.
Al respecto, Leticia Gasca, directora ejecutiva de The Failure Institute, dijo en entrevista que es muy común que los emprendedores dejen sus empresas en estado de muerte en vida cuando no funcionaron. Es decir, que dejen pasar cinco años declarándola en ceros para evitarse la excesiva carga de documentos que conlleva el cierre en regla.
“Lo mejor que puedes hacer para reducir el riesgo es hacer pruebas de mercado y tener tus finanzas más sanas posibles. Valida tu idea antes de pedir financiamiento y ten tu empresa lo más organizada posible. No para tener un mejor cierre, sino precisamente evitar que pase”.
A decir de Emilio Uquillas, representante para México del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), aprender significa fracasar. “Las grandes empresas que hoy conocemos nacieron de varios intentos que ayudaron a sus fundadores a reconocer las debilidades de las ideas. (…) Uno llega a la cima cayéndose, aprendiendo”.
Desde esta perspectiva, la Ley de Reemprendimiento ofrece la oportunidad de fracasar, aprender y volver a emprender con mayor facilidad.
Entre las recomendaciones que el estudio Recomendaciones de Política Pública a la luz del Fracaso Emprendedor hace al sector público para impulsar esta ley se destacan:
+ Hacer los cambios necesarios a la Ley General de Sociedades Mercantiles.
+ Elaborar un manual de cierres de negocios que explique claramente por qué le conviene a los emprendedores terminar con sus negocios cuando fracasan.
+ Simplificar (y transparentar) los trámites gubernamentales. De acuerdo con el estudio, a 35% de los emprendedores encuestados se les ha pedido en algún momento participar en corrupción y de ese porcentaje, el 53% acepta haber incurrido en “mordidas” para acelerar los papeleos.
+ Evaluación y rediseño de prácticas del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM).
+ Mejorar la difusión de contenidos gubernamentales relevantes.
+ Transparentar las cifras de los negocios que fracasan en México.
¿Alguna vez has enfrentado corrupción para que tu negocio pueda operar? ¿Has cerrado una empresa?
