La pandemia de coronavirus que surgió en 2020 nos sumergió en confinamientos prolongados. Esto sin lugar a dudas provocó que los hábitos de compra de los consumidores se transformaran para favorecer a los pagos sin contacto y las compras en línea. Lo cierto es que no había muchas opciones. Con las tiendas cerradas, muchos negocios optaron por el comercio electrónico para poder subsistir.
El mundo empieza a abrirse de nuevo, pero esta preferencia de pago electrónico parece haber llegado para quedarse. Según el informe Mastercard New Payments Index , realizado en 18 países, hablando específicamente de América Latina, el 83% de las personas se plantea usar al menos un método de pago emergente–como las criptomonedas, las tecnologías biométricas, los pagos sin contacto o el código QR. Casi tres cuartos (72%) de los encuestados confirman que ya han probado un nuevo método de pago, cosa que no habrían hecho en circunstancias normales, comparado al 63% reflejado globalmente.
Platicamos con Walter Pimenta, VP Senior de Productos e Innovación de Mastercard LAC para concoer cómo este cambio afectará a los comercios latinos en el corto y mediano plazo.
Nota de la editora: Las respuestas han sido redactadas para tener mayor claridad.
EMPRENDEDOR.COM (EMP): ¿Cuál es el estado verdadero de los pagos electrónicos en el mercado latinoamericano?
WALTER PIMIENTA (WP): Pasado el año de la declaración de la pandemia, los pagos electrónicos continúan mostrando su permanencia y su dinamismo. Las restricciones sanitarias aceleraron el entusiasmo por los pagos emergentes debido a la seguridad que éstos transmiten, y en “pagos emergentes” incluimos a la tecnología sin contacto, pero también al código QR, los datos biométricos y las criptomonedas . Según el nuevo informe MasterCard New Payments Index , 84% de los latinoamericanos declara haber usado al menos un tipo de pago emergente en el último año. El COVID-19 impulsó a los consumidores de la región a probar nuevas opciones de pago flexibles para obtener lo que quieran, cuando quieran y como quieran (86%) y están dispuestos a seguir explorando nuevos métodos de pago en el futuro (79%).
Estos cambios en los hábitos de los consumidores tienen su contraparte en los comercios, que responden con múltiples maneras de comprar y de pagar. En el mencionado estudio, más de la mitad de los consumidores de América Latina (59%) afirma que evitarían las empresas que no aceptan pagos electrónicos de ningún tipo y 70% declara un entusiasmo abierto por aquellos comercios que ofrecen los métodos más novedosos. Todas las señales apuntan a un camino de crecimiento continuo para los dispositivos sin contacto: a nivel global, casi 7 de cada 10 consumidores (67%) anticipa que usará una tarjeta sin contacto en este año.
EMP: ¿Qué tan difícil ha sido “evangelizar” a un mercado que suele ser receloso de la tecnología financiera?
WP: Los latinoamericanos tienen una larga relación con el dinero en efectivo. Algunos lo prefieren para sus compras de todos los días, pero también para operaciones grandes, como la compra de una casa o un automóvil. Aunque antes de la declaración de la pandemia los pagos electrónicos eran una tendencia en alza, COVID-19 catapultó la conversión. En 2020, a medida que el mundo entraba en confinamiento, los consumidores cambiaron sus hábitos de compra a favor de los pagos sin contacto y las compras en línea, y los comercios trasladaron sus operaciones al ecosistema digital. Pasado ya más de un año, la investigación de Mastercard revela que la adopción de nuevas tecnologías sigue en aumento, así como también el apetito del consumidor por nuevas experiencias digitales que sean rápidas y flexibles. Es interesante destacar un dato del estudio: al probar nuevos métodos de pago, el 86% de los consumidores quiere asegurarse que son seguros.
Es cierto que el cambio cultural es más lento, pero la encuesta revela que les alcanza con garantizarse que la opción de pago es segura para avanzar con la operación.
EMP: Concretamente, ¿cómo impulsó la pandemia la penetración de los pagos sin contacto en LatAm?
WP: La pandemia aceleró una tendencia que ya habíamos visto alrededor del mundo y en América Latina y el Caribe. Los consumidores buscan flexibilidad y nuevas formas de pagos, y aquellos Casi 8 de cada 10 encuestados (77%) en LAC para el estudio New Payments Index están de acuerdo en que prefieren comprar en tiendas que tienen presencia tanto en persona como en línea, y 79% expresa su lealtad a los comercios que ofrecen múltiples opciones de pago. Un estudio reciente de 5,500 comerciantes de MasterCard, mostró que entre el primer trimestre del 2020 y el primer trimestre del 2021, más de una quinta parte de estos comerciantes aumentaron globalmente la cantidad de formas en que conectaban con los consumidores, ya sea habilitando canales de comercio electrónicos o aceptando transacciones sin contacto. Durante el mismo período, Mastercard observó un aumento del número total de transacciones en línea or encima de un 30 por ciento.
EMP: ¿Cómo ven la “fiebre” de las bitcoins entre los millennials? ¿Alguna recomendación para entrar a este mercado?
WP: Las criptomonedas ganan terreno entre los millennials: hoy en día, los consumidores pueden comprar, vender e intercambiar criptomonedas como un producto básico o una inversión. Los consumidores también muestran cada vez más interés en poder gastar estos activos para compras diarias. A medida que el interés en las criptomonedas como método de pago se acelera, casi 4 de cada 10 personas (37%) de América Latina y el Caribe dicen que planean usarlas el próximo año. Es notable que la predisposición a usar criptodivisas es más acentuada en el segmento más joven: 61% (67% millennials) está más dispuesto a usarlas ahora que hace un año; al 74% (79% millennials) le interesa aprender más sobre criptomonedas, y el 72% (76% millennials) afirma que las utilizarían más si las entendieran mejor.
EMP: ¿Cómo ven la penetración de los pagos biométricos en un mercado tan particular como lo es Latinoamérica?
WP: Los pagos biométricos son un gran avance en el tema de la seguridad de los pagos, que es una de las principales preocupaciones del consumidor latinoamericano, tradicionalmente más conservador. Los métodos biométricos de reconocimiento inspiran más confianza: el 66% de los encuestados declara en el estudio que se sienten más seguros con las tecnologías biométricas que con la introducción de un PIN para verificar una compra.
