La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha revelado un análisis reciente sobre diversas cremas antiarrugas en el mercado mexicano. Aunque muchas prometen rejuvenecer la piel y eliminar arrugas, Profeco advierte que varias de ellas no cumplen con sus promesas, clasificándolas como productos con publicidad engañosa.
Entre las cremas que no cumplieron con los estándares se encuentran marcas como Créme BT001 y BT002 de NOVIRSA y la Crema Hebe, que fueron señaladas por no ofrecer los beneficios que prometen en sus etiquetas. Estos productos no lograron demostrar su efectividad, y Profeco ha emitido una advertencia a los consumidores.
Estas cremas aseguran eliminar arrugas, proporcionar un efecto tensor y aclarar la piel, pero en realidad, según el análisis de Profeco, no cumplen con ninguna de estas promesas. Además, violan varios artículos de la Ley Federal de Protección al Consumidor, lo que las hace altamente engañosas.
Otra crema que obtuvo una mala calificación fue Hebe, una marca popular que incluye ingredientes como veneno de abeja y colágeno. Sin embargo, Profeco advirtió que, a pesar de su publicidad, esta crema no reduce las líneas de expresión, no tiene un efecto tensor inmediato y no rejuvenece la piel como promete. Además, no se pudo comprobar que los ingredientes sean de origen natural.
Uno de los problemas más comunes que Profeco ha encontrado en estas cremas es la falta de evidencia científica que respalde sus afirmaciones. Muchas de ellas usan frases llamativas en su publicidad, pero sin los estudios adecuados que comprueben los efectos que prometen. Esto ha llevado a que Profeco intervenga y ordene la modificación o suspensión de la publicidad de ciertos productos.
A pesar de las fallas de algunas marcas, Profeco también recomendó varias cremas antiarrugas que sí cumplen con sus promesas. Entre ellas se encuentran productos de Nivea, Vichy, Hawaiian Tropic y La Roche-Posay, que, según infobae, lograron demostrar su eficacia en estudios realizados por la institución.
Antes de adquirir una crema antiarrugas, es fundamental verificar si el producto cumple con los estándares de calidad y efectividad. Gracias a los estudios de Profeco, los consumidores pueden evitar gastar dinero en cremas que no proporcionan los beneficios que aseguran. La investigación subraya la importancia de leer etiquetas y confiar en productos avalados por organismos confiables.
