La red social profesional LinkedIn me reconoció como una de las 16 Top Voices 2019 en América Latina , de entre más de 95 millones de usuarios que la utilizan en esta región, y de 660 millones a nivel mundial. Este reconocimiento lo obtienen aquellos expertos que comparten el mejor contenido en español , generan conexión e inspiran a la audiencia.
Tu también podrías lograrlo, y es por esta razón que en este artículo te comparto algunas prácticas que llevo a cabo todos los días para interactuar en esta red social. El objetivo es que encuentres el impulso para mantenerte activo en la red, compartir contenido de interés y mejorar tu posicionamiento, marca personal y visibilidad profesional en cualquier campo que te desempeñes.
1. Produce contenidos de valor
Cuando empecé en LinkedIn hace muchos años estaba un poco perdido: no entendía bien la lógica de contactos, a quién escribirle, si enviar invitaciones a todo el mundo, y si debía aceptar todas y cada una de las que me enviaban. Más allá de haber publicado mis antecedentes, o de ir entendiendo cómo fue evolucionando la red sobre todo en los últimos años, me dediqué a compartir impresiones, temas, artículos que escribo para medios de mi natal Argentina e internacionales, videos y distintas actividades como coach de ejecutivos y equipos, conferencista y autor.
La clave es generar contenidos que pueden ser de utilidad para la red. Para lograrlo, te sugiero pensarlos desde la perspectiva de tu público -que no necesariamente será la misma que la tuya-, y desde allí, articular una serie de recursos como actualizaciones frecuentes, publicar un artículo, compartir algo de terceros y agregarle tu comentario al respecto, agregar tu opinión en un tema de tu especialidad. Se trata de sumar recursos valiosos para hacer de tu perfil un espacio colaborativo.
En todos los niveles de cuentas que ofrece LinkedIn encontrarás siempre una variedad de recursos que, si los sabes aprovechar y explorar, serán la llave para abrir contactos de valor, conectarte con posibles clientes, o hasta encontrar a un viejo colega. Para mi una de las cosas más valiosas es aprender todos los días algo nuevo.
2. Utiliza LinkedIn con fines profesionales
Con frecuencia se cree que LinkedIn es una red social, y como tal, debería enfocarse en cuestiones casi personales, pero no es así. Es una red social profesional: ese es tu ADN, su espíritu. Así que los memes, videos de inspiración, o stories que se publican en Facebook e Instagram, posiblemente no aportarán valor a las personas.
Hay que crear un mensaje para cada red social y que pueda ir de acuerdo con el público al que se dirigen. Esto depende de tu habilidad para generar contenido, o si lo prefieres, puedes apoyarte en un consultor profesional especializado en redes.
Mi recomendación es que alinees tu descripción breve de encabezado en LinkedIn , con las que tengas en las otras redes sociales. La intención es que logres concordancia, ya que en el mercado laboral se analizan las redes cuando estás en procesos de selección y hay muchos observándote si eres un profesional de los que se destacan.
Ten mucho cuidado con las fotos que utilizas: asegúrate de que sean profesionales y de la mejor calidad posible. Hoy, todos los dispositivos móviles permiten tomar imágenes excelentes. Si estás con otras personas en la imagen, puedes mencionarlos o agregar una etiqueta con su cuenta de LinkedIn, eso te ayudará a que ellos vean tu publicación, la comenten y quizás la compartan en su red contribuyendo a amplificar tu mensaje.
3. Utiliza el estilo que mejor va contigo
¿Cuántas veces publicar? ¿En qué lenguaje debo hablar? ¿Puedo poner emoticones? Depende de tu actividad. Sugiero que, como mínimo, mantengas una publicación semanal relacionada con tu profesión, además de las interacciones de comentarios en otros perfiles.
Si eres consultor, entonces publicar un artículo semanal sería sumamente apreciado por tus seguidores. Como empresa, toda la información pública que generes podrás volcarla en el código adecuado también en esta red. Recuerda ilustrar cada contenido que compartas ya que llamarás más la atención y podrías generar mayor engagement.
En cuanto al lenguaje, la sugerencia es que si quieres compartir un paper técnico lo hagas, y lo introduzcas con un breve mensaje en lenguaje accesible para todos (estamos en una red social masiva). Sin embargo, cuanto más cerrado es tu código de comunicación, menos personas accederán.
Y sobre las tendencias o modas del momento, a veces podemos darnos el permiso de incluir algún bullet sencillo, o un símbolo que ilustre claramente lo que queremos transmitir o para distender la lectura; aunque esta no sería (al menos de momento) el espacio de social media para caritas, diablitos y corazoncitos por todos lados.
Un párrafo aparte para la ortografía y gramática: en LinkedIn no se espera que seas un experto lingüista al escribir, aunque son inaceptables los fallos recurrentes y evidentes en estos dos aspectos, fundamentalmente porque tiran abajo todo tu perfil profesional. Utiliza un editor de textos, corrige y luego publica para evitar tu caída en picada.
4. Haz tu marca personal aunque tengas empleo
Por otro lado, cuando trabajo con profesionales de 18 países he observado el poco interés que tienen en aprovechar una red social como esta con fines profesionales: “Es que ya tengo trabajo”, dicen. Y así presentan un perfil totalmente deslucido, con fotos personales antiguas, información sin actualizar, sin validaciones de aptitudes y mucho menos contenido propio.
En mi experiencia esto es un grave error, porque hoy tienes empleo pero puede llegar el momento en el que necesites cambiarlo. Activar todo esto para reposicionarte te llevará al menos entre seis meses y un año corrido para que obtengas visibilidad en el mercado.
¿Por qué hacerlo desesperadamente en aquel momento? Mi sugerencia es que lo hagas día a día y que compartas e interactúes, que verifiques los contactos, agregues, recomiendes y reconozcas a personas valiosas; y esto te será devuelto multiplicado.
También te recomiendo que si tienes trabajo, emprendes y lideras tu negocio, compartas el contenido corporativo en tu red profesional: es un buen gesto de lealtad y de acompañamiento a la fuente de tus ingresos.
5. Transmite tus valores y diferenciales
Por último, sigue a referentes para aprender de esos hombros de gigantes, para inspirarte y motivarte a seguir adelante. En mi caso, me nutro de más de 50 líderes y expertos en distintos campos, y diariamente dedico un tiempo a revisar lo último deteniéndome en lo que me parece más interesante.
Cuando publiques imagina lo que significaría para otros que están empezando en su carrera profesional, si alguien con experiencia pudiera orientarlos y acompañarlos, o simplemente, felicitarlos y enviarles una palabra de aliento. Ese puedes ser tú (empezando, o ya avanzado en tu trayectoria).
Por eso, cuando comuniques es importante que transmitas tus valores personales y profesionales, y tus diferenciales: esa huella digital, tu marca personal como la llamamos actualmente, que te distingue de los millones de colegas en el mundo.
Te animo a bucear en tu interior y encontrar eso que te hace único, y por el que podrás llamar la atención del mercado, de tu competencia. Y ¿por qué no? transformarte con los años en un referente.
Una red social es algo vivo, tiene alma y tu perfil tiene tu espíritu. Transforma eso en mensajes de impacto y calidad para tu universo profesional, dentro de unos meses verás que tu presencia y visibilidad en LinkedIn empezará a incrementar.
