Las épocas han cambiado y los niños de ahora han dejado a un lado los juguetes tradicionales que en su lugar ha sido sustituidos por herramientas digitales. Sin embargo, las jugueteras, aunque preocupadas por esta tendencia de consumo, no han parado pues un nuevo y atractivo negocio con amplias oportunidades de ser explotado entró al rescate, nos referimos a “la economía kidult”.
Este cambio en la demanda ha hecho que importantes marcas que antes se asociaban al público infantil, en la actualidad estén comenzando a desarrollar este “nuevo” segmento. Ahora, compañías como Lego o Mattel pusieron la mirada en los adultos a quienes les están ofreciendo todo tipo de juguetes que satisfagan a su niño interior.
Formado por las palabras en inglés kid (niño) y adult (adulto), el término kidult se comenzó a utilizar para describir al fenómeno en el que jóvenes y adultos compran juguetes para ellos mismos.
Este mercado basado en la nostalgia está rindiendo frutos. Un reporte elaborado por Circana afirma que en el primer cuarto del 2024, los estadounidenses mayores de 18 años gastaron más de 1.5 mil millones de dólares en juguetes.
Contrario al síndrome de Peter Pan en donde los adultos rehúyen a sus responsabilidades por falta de madurez emocional, la economía kidult es una simple forma de reconectar con su infancia. Algunos incluso recurren a los juguetes como una forma más sana y hasta económica de utilizar su tiempo libre.
Si bien adultos de todas las edades están comprando juguetes, son los pertenecientes a la generación Z y los millennials quienes son uno de los blancos más atractivos.
Algunos especialistas aseguran que esto se debe al amplio contacto que este segmento tuvo con los juguetes. Contrario a lo que sus padres vivieron en donde no había tanta variedad o no eran tan accesibles, o a la gran digitalización que están experimentando las generaciones más jóvenes, millennials y centennials vivieron ese boom y pudieron apreciar más el valor de una muñeca, un rompecabezas o de un carrito.
Ahora con muchos de ellos ya en el mercado laboral, cuentan con los recursos suficientes para darse sus “gustos”, como el comprarse un juguete.
Conscientes del potencial de este mercado, las marcas han comenzado a desarrollar una oferta pensada en ellos. En la actualidad, hay un sinfín de alternativas pensadas específicamente en los adultos.
LEGO es un claro ejemplo de los juguetes para la economía kidult. En su portal es posible encontrar una sección destinada para los adultos en donde hay sets de construcción para hacer réplicas de obras de arte como la “Mona Lisa”, “La noche estrellada” o “La gran ola”.
La compañía danesa también cuenta con kits de icónicas series como Friends o The Office. Uno de los más grandes éxitos es su colección floral, en donde es posible armar ramos de rosas. Los viajeros tendrán la posibilidad de crear con sus propias manos algunos de los más emblemáticos sitios turísticos como Notre Dame, el Taj Mahal o la estatua de la libertad.
Funko es otro de los grandes proveedores de juguetes en la economía kidult. La famosa empresa no deja de innovar y atraer a los coleccionistas con personajes de películas, series, caricaturas, deportistas, cantantes y hasta calendarios de adviento para la época navideña.
Mattel, específicamente la marca Barbie, ha creado colecciones que, si bien buscan inspirar a las generaciones más jóvenes, son a los adultos a quienes más atraen. Hay, por ejemplo, una muñeca en homenaje a la actriz, María Félix; una de la cantante, Tina Turner; o de la empresaria estadounidense, Madam C. J. Walker.
El auge de las redes sociales ha contribuido a impulsar la economía kidult. Es a través de estas plataformas en donde los usuarios comparten los juguetes que se incorporan a sus colecciones, desde aquel que nunca tuvieron en su infancia y por fin lo pudieron comprar, hasta el más curioso o divertido que encontraron.
Hay incluso parejas en TikTok que definen quién hará la cena por medio de los más entretenidos juegos de mesa. Al igual que ellos, otros han encontrado en los juguetes su fuente de contenido y hacen reseñas o comparten consejos para el cuidado de los mismos.
La economía kidult continúa creciendo y promete seguir atrayendo a esos adultos que buscan recordar su infancia a través de juguetes.
