La NASA finalmente ha abierto el cofre que contiene material extraterrestre del asteroide Bennu, marcando un hito en la exploración espacial y en la comprensión de los orígenes de nuestro sistema solar.
El asteroide Bennu, que se cree se formó a partir de los restos de un asteroide más grande hace entre mil y dos mil millones de años, ha sido objeto de estudio por la misión OSIRIS-REx de la NASA. Esta misión, que comenzó hace siete años, ha viajado 6.400 millones de kilómetros para recoger y traer muestras de esta roca espacial.
La Agencia espacial enfrentó dificultades para abrir el contenedor que traía las muestras. Tras tres meses de esfuerzo, y con la necesidad de desarrollar nuevas herramientas, finalmente, se logró acceder a las muestras, que se mantuvieron protegidas en un compartimento especial para evitar contaminación.
Los estudios de la muestra de 4,500 millones de años de antigüedad de Bennu revelan una alta concentración de carbono y agua. Estos componentes sugieren la presencia de elementos básicos para la formación de vida, como se conoce en la Tierra.
La misión de recopilación de muestras de Bennu representa el comienzo de una nueva era de exploración espacial. Se espera que el análisis detallado de estas muestras arroje luz sobre la formación del sistema solar y los orígenes de la vida en nuestro planeta.
La exitosa recuperación de muestras del asteroide Bennu por parte de la NASA marca un avance significativo en la astrobiología y la ciencia planetaria. Este logro no solo proporciona un conocimiento invaluable sobre los inicios del sistema solar, sino que también establece un precedente para futuras misiones de exploración espacial.
