Kodak advierte que podría cesar operaciones tras 133 años de historia

La histórica empresa fotográfica Kodak, con 133 años de antigüedad, alertó sobre una posible paralización total de sus operaciones, al no contar con la liquidez requerida para afrontar aproximadamente 500 millones de dólares en deuda próxima a vencerse.

Su último informe financiero advierte “dudas sustanciales” sobre su capacidad operativa, al tiempo que plantea medidas de emergencia como la suspensión de pagos de pensiones y la búsqueda de financiamiento urgente.

Kodak, de gigante a encrucijada financiera

La firma, fundada en 1892 y por décadas líder absoluto en cámaras y película fotográfica, enfrenta una de sus peores crisis: la empresa declaró que no cuenta con financiamiento comprometido ni liquidez suficiente para cubrir su deuda, lo cual pone en serio riesgo su continuidad operativa.

La noticia provocó una caída del 25% en la cotización bursátil de la empresa durante una sesión crítica. El desplome refleja la creciente preocupación entre inversionistas por el futuro de esta emblemática marca.

Medidas urgentes: gastos bajo revisión

Para contener la crisis, Kodak anunció medidas drásticas como la suspensión de pagos al plan de pensiones de sus empleados, con el fin de conservar efectivo y evitar incumplimientos inmediatos.

El equipo directivo se mostró optimista en cuanto a su capacidad para pagar una parte significativa del préstamo a término antes de su vencimiento, y para renegociar, prolongar o refinanciar el resto de deuda y acciones preferentes.

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La historia de dominio y adaptación fallida de Kodak

Kodak fue pionera de la democratización de la fotografía —“tan fácil como pulsar el botón”—, dominó el mercado en los años setenta y lanzó la primera cámara digital en 1975. Sin embargo, su tardía adaptación al mundo digital la llevó a declararse en bancarrota en 2012.

Tras salir de la bancarrota, se reorientó hacia impresión industrial, productos fotográficos especializados y producción de insumos farmacéuticos —a raíz de un préstamo gubernamental de 2020—, aunque estas alternativas no han logrado resguardar su estabilidad financiera.

El caso de Kodak evidencia los desafíos que enfrentan empresas históricas ante la disrupción tecnológica y la volatilidad económica.

Su difícil situación sirve de alerta mundial sobre la importancia de la innovación y gestión financiera sólida.

El posible fin de Kodak representa más que el ocaso de una marca legendaria: advierte sobre la fragilidad de empresas establecidas que no logran reinventarse o ajustar sus finanzas a entornos cambiantes. Para la economía global, refuerza la urgencia de políticas que fomenten adaptación tecnológica y sostenibilidad en industrias maduras.

Equipo Editorial El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.