Un fenómeno sorprendente está emergiendo en el mundo laboral: jóvenes de la Generación Z están asistiendo a entrevistas de trabajo acompañados por papá y mamá. Según una encuesta de la agencia Pollfish realizada a 800 gerentes, directores y ejecutivos, esta tendencia molesta a los reclutadores.
El mercado laboral está siendo testigo de un cambio inusual y polémico. Algunos miembros de la Generación Z, nacidos entre 1997 y 2012, están optando por llevar a sus padres a las entrevistas de trabajo. Este comportamiento está generando un amplio debate sobre la preparación y la independencia profesional de esta generación.
Este fenómeno se origina en una combinación de factores, incluyendo una crianza sobreprotectora y un mercado laboral cada vez más competitivo.
Los empleadores expresan preocupación y sorpresa. Un 20% afirmó en el reporte de Pollfish que los graduados recientes parecen “mal preparados” para las entrevistas y exhiben comportamientos poco profesionales.
La presencia de los padres puede interpretarse como una falta de autonomía y madurez, cualidades clave en el mundo profesional. La Gen Z enfrenta críticas no solo por llevar a sus padres a las entrevistas, sino también por otros aspectos, como su enfoque en la inclusividad y la diversidad.
De acuerdo con Business Insider, uno de cada cinco empleadores dijo en la encuesta que un graduado universitario se presentó con uno de sus padres a una entrevista de trabajo.
Algunos argumentan que esta generación enfrenta desafíos únicos, como la incertidumbre económica y los efectos del COVID-19 en su formación académica y profesional.
Muchos de estos jóvenes rechazan generalizaciones y destacan su adaptabilidad, habilidades tecnológicas y enfoque innovador. Algunos expertos sugieren que los padres de la Gen Z son más propensos a involucrarse en la vida profesional de sus hijos debido a su estrecha relación y preocupación por su futuro.
Cabe recordar que muchos recién egresados de la Generación Z salieron de la escuela durante la pandemia. Empresas como PWC, Deloitte y KPMG empezaron a ofrecerles clases especiales porque los centennials batallan para ejercer habilidades básicas de comunicación y etiqueta en la oficina.
Este fenómeno podría tener implicaciones duraderas en las prácticas de contratación y las expectativas de los empleadores hacia los candidatos jóvenes.
En la encuesta se encontró que algunos empleadores están optando por candidatos de mayor edad porque los profesionales jóvenes no estaban dando una buena impresión durante las entrevistas de trabajo. Según Business Insider, más de la mitad de los empleadores dijeron que a los jóvenes reclutas les costaba hacer contacto visual durante la entrevista, y el 50% dijo que pidieron un salario irrazonable.
Tanto los empleadores como los jóvenes de la Gen Z deben encontrar un equilibrio entre las expectativas tradicionales y las nuevas realidades del mercado laboral.
