Dile al hombre que te gusta que meta el dedo en el atrapanovios, un cilindro hecho de hoja de palma, luego dile que trate de zafarse y verás que no lo logrará, se quedará por siempre a tu lado, o por lo menos será un buen pretexto para iniciar una bonita amistad.
Es un cilindro tejido de hoja de palma el cual captura el dedo de aquella persona que te trae en las nubes; por si fuera poco en caso de que el atrapado trate que sacar su dedo el aparato en cuestión lo apretará más y más, una maravilla para conseguir prometido sí o sí.
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No hay un registro exacto de quién lo inventó pero en la actualidad lo fabrican maestros de la hoja de palma originarios de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Campeche quienes lo dan en un promedio de dos pesos cada uno, para que al final los revendedores lo ofrezcan en máximo cinco pesos.
En los últimos años los artesanos del Estado de México han empezado a elaborar un “atrapanovios” hechos de rafia, el cual es más resistente que su antecesor fabricado con palma. El de rafia tiene un costo de 18 pesos.
Pero les tenemos una mala: es probable que el “atrapanovios” no sea una total invención mexicana pues este juguete se parece mucho a la “trampa de dedos” de origen chino, la cual está hecha de papel.
Bueno pero en México hemos adoptado al “atrapanovios” como invención propia, y vaya que lo merecemos, porque en nuestro país se fabrica con nuestros estilos y materiales naturales regionales.
Por Josué Huerta
