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Dos hermanos vendieron sus casas para producir la primera película mexicana en stop-motion

Con el respaldo de Guillermo del Toro y apuesta propia, los Ambriz crean un universo animado en stop-motion como nunca en México.

Hermanos Ambriz venden sus casas para crear Soy Frankelda.
Hermanos Ambriz venden sus casas para crear Soy Frankelda. © Teatro Mariano Matamoros vía Instagram

Los hermanos Arturo Ambriz y Roy Ambriz, fundadores del estudio independiente mexicano Cinema Fantasma, hipotecaron dos casas y afrontaron años de rechazos para dar vida a Soy Frankelda, la primera película mexicana realizada completamente en stop-motion. Con más de 140 marionetas y 50 escenarios construidos artesanalmente en Ciudad de México, la cinta no sólo representa un hito técnico, sino una apuesta creativa de largo aliento apoyada por el cineasta Guillermo del Toro, que busca colocar a la animación mexicana en el mapa internacional.

Inicios modestos y apuesta personal

Arturo y Roy Ambriz comenzaron su trayectoria con proyectos de animación artesanal desde su casa familiar, montando incluso una carpa en la azotea donde trabajaban con plastilina y muñecos. Su estudio Cinema Fantasma, con sede en la Ciudad de México, es el encargado de esta empresa.

En diversos reportajes los hermanos explican que hicieron anuncios publicitarios y varios trabajos paralelos para sostener su producción, además de acceder a fondos y apoyos mínimos; no obstante, gran parte del financiamiento fue personal y —según mencionan— implicó “hipotecar dos casas” para poder cumplir su visión. Este tipo de sacrificio revela las dificultades de producir animación artesanal en México, sobre todo en larga duración, así como el valor del riesgo creativo en contextos de escasa industria.

De la serie a la pantalla grande: el nacimiento de Soy Frankelda

La película Soy Frankelda se sustenta en la serie previamente creada por los hermanos Ambriz, Los Sustos Ocultos de Frankelda, misma que fue transmitida vía HBO Max / Cartoon Network. En ese marco, los directores ampliaron la historia: Frankelda, una escritora mexicana del siglo XIX marginada por sus relatos, se interna en un universo fantástico para enfrentar a los monstruos que ella misma creó.

La producción implicó más de tres años de trabajo, con la fabricación de más de 140 marionetas y múltiples sets, todos hechos a mano en México. Además, la cinta se convirtió en la primera película mexicana en animación stop-motion realizada íntegramente en el país, sin depender de una coproducción mayor extranjera.

La técnica del stop-motion, que consiste en animar personajes marco por marco manualmente, es una labor ardua: cada segundo de película puede requerir 24 o más fotografías individuales para generar movimiento fluido.

Los Ambriz se inspiran en sagas de fantasía como El Señor de los Anillos o Harry Potter para recrear un universo que ellos denominan “Topus Torrentus”.

La cinta incorpora elementos del folclore y la mitología mexicanas en su estética y narrativa, con guiños al ajolote, aluxes, la ceiba y otros símbolos culturales, reforzando la identidad nacional en una obra que, aunque fantástica, no se desprende de su origen mexicano. Esto contribuye a que Soy Frankelda no sólo sea un experimento técnico, sino una propuesta de autor que busca ampliar lo que puede narrar el cine de animación mexicano en términos de género, estilo y ambición.

Las marionetas creadas para la película Soy Frankelda, diseñadas artesanalmente por el equipo de animadores | Imagen: Cinema Fantasma
Las marionetas creadas para la película Soy Frankelda, diseñadas artesanalmente por el equipo de animadores | Imagen: Cinema Fantasma

El respaldo de Guillermo del Toro y la proyección internacional

El cineasta Guillermo del Toro actúa como mentor del proyecto desde hace años; los hermanos Ambriz lo contactaron cuando apenas comenzaban, y él ha proporcionado asesoría artística, emocional y también simbólica para el desarrollo de la cinta. Gracias a esta figura y la calidad artesanal de la producción, Soy Frankelda fue seleccionada en festivales de animación de primer nivel, como el Festival de Cine de Animación de Annecy (Francia) y el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) como cinta de apertura.

El estreno comercial en México fue el 23 de octubre de 2025, lo cual representa un gran momento para el cine de animación nacional.

Retos, logros y el futuro del stop-motion mexicano

Los hermanos Ambriz reconocen los rechazos, fracasos y décadas de trabajo que precedieron a esta producción; también la precariedad de la industria de animación en México, aún más cuando se habla de largometrajes en stop-motion —una técnica costosa y poco frecuente en el país. Sin embargo, gracias a su apuesta —y al respaldo simbólico de del Toro—, Soy Frankelda se posiciona como una puerta de entrada para que México sea visto como un lugar viable para la animación artesanal avanzada.

El éxito de esta producción podría motivar nuevos proyectos, mayores apoyos y relevo generacional para lo que los Ambriz denominan “hacer cine hecho a mano” en un mundo cada vez más dominado por animación digital y CGI.

Frankelda en un fotograma de la película, una escritora del siglo XIX que enfrenta sus monstruos | Imagen: Cinema Fantasma
Frankelda en un fotograma de la película, una escritora del siglo XIX que enfrenta sus monstruos | Imagen: Cinema Fantasma

El sueño de los Ambriz que se hizo realidad

La historia de Arturo y Roy Ambriz, quienes vendieron o hipotecaron sus casas para fundar una visión artística que culmina con Soy Frankelda, no es sólo un testimonio personal de sacrificio y creatividad, sino un hito para la industria cinematográfica mexicana: marcará el debut del país en el largometraje de animación en stop-motion. Con el apoyo de Guillermo del Toro y presencia en festivales internacionales, esta producción demuestra que la animación artesanal mexicana tiene vuelo propio.

Es importante porque señala que los rizos del cine pueden tejerse con hilos locales, artesanales y valientes, en un contexto global.

El humor, la imaginación y la perseverancia se encuentran detrás de cada marioneta de Frankelda: y esto, queridos lectores, es motivo para celebrar.

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autor Martha Elena Violante (March Violante) es editora en jefe y cofundadora de Emprendedor.com y tiene más de 10 años de carrera en periodismo digital. Ha entrevistado a figuras de la talla de Randi Zuckerberg, Daniele Lamarre, Zoe Saldana, entre otros. Ha trabajado en medios como Entrepreneur en Español e Inglés, Alto Nivel, Cine PREMIERE, México Desconocido, entre otros. "Somos emprendedor.com"