Un grupo internacional de científicos ha encontrado conexión entre los genes que determinan la inteligencia de una persona, sus logros en el campo educativo y la descendencia que deja.
Los resultados sólo confirman lo que hemos visto como tendencia desde hace varios años en muchos países del mundo, según dicho estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, los genes que determinan la inteligencia tienen un impacto positivo en el grado académico que puede alcanzar una persona, y el grado académico que logra una persona afecta negativamente en su descendencia.
Es decir, que entre más genes “inteligentes” tenga el ADN de una persona, más posibilidades tendrá de obtener grados académicos, y entre más grados académicos tenga una persona, menor descendencia dejará debido a la tardía o nula concepción de hijos.
Lo anterior es relevante ya que se deduce a que la elevada inteligencia ha dejado de ser relevante en términos evolutivos, pues las personas inteligentes y su descendencia se reproducirán en menor medida que los que no lo son. Así con el tiempo, el número de personas inteligentes disminuirá para dar paso a las personas con inteligencia promedio que se reproducen más.
De hecho los científicos involucrados afirman que este proceso ya es observable, dado que actualmente el porcentaje de personas inteligentes es ligeramente menor que en 1990.
Hasta aquí lo explicado es ciencia demostrada, pero lo que a continuación escribo es opinión, suposición abierta a debate.
La marcada tendencia que se ha observado desde hace años en el descenso de la tasa de natalidad de los países económicamente desarrollados, que no necesariamente son más inteligentes que los países no industrializados, me lleva a pensar que el factor decisivo en la disminución de la descendencia es la educación académica, no la inteligencia en sí.
Desde mi experiencia como emprendedor, el esfuerzo de crear una empresa desde cero con todo lo complejo que puede llegar a ser podría asemejarse a la obtención de grados académicos. Por lo general, los emprendedores también tienen una descendencia menor que el resto, lo que nos lleva directo a la misma consecuencia: la disminución progresiva del gen emprendedor.
¡Hey!, pero ¿existe un gen emprendedor? Hay rasgos físicos y de personalidad que ayudan, pero no son determinantes, ya que el emprendedor se forja al calor de los negocios con disciplina.
Es un asunto polémico, hay mucho que decir al respecto de este estudio, muchas aristas y excepciones a la regla. genios que no acabaron la escuela y personas no muy listas que si la acaban.
En fin, ¿tú qué piensas? Como emprendedor, ¿qué tal te va con el tema de los hijos? ¿Y a tus conocidos emprendedores?
Te dejo el estudio completo por si quieres darle una revisada.
Bibliografía
