En un hecho impactante y sin precedentes en la NFL, el partido estelar de este lunes 2 de enero por la noche, se suspendió. Damar Hamlin, jugador de los Buffalo Bills, colapsó en pleno campo durante el encuentro contra los Cincinnati Bengals.
Mientras el joven de 24 años se debate entre la vida y la muerte, sus colegas, compañeros de equipo y fanáticos se han unido para sumar 4.7 millones de dólares en donativos para su fundación, por ahora.
Lo que sería una noche de diversión y alta tensión, se convirtió en horas de angustia. Durante el primer cuarto del partido, el safety de los Bills recibió una fuerte tacleada de Tee Higgins en el pecho. Hamlin se desvaneció sobre el receptor de los Bengals y al terminar la jugada se levantó, pero segundos después de desplomo nuevamente en el emparrillado.
Los servicios de emergencia entraron de inmediato y tuvieron que reanimar a Damar mediante resucitación cardiopulmonar. En cuanto el defensivo de 24 años volvió a tener pulso y lograron estabilizarlo, lo sacaron en ambulancia para trasladarlo al UC Medical Center de Cincinnati.
Hamlin, egresado de comunicación por la Universidad de Pittsburgh, lleva apenas dos años como jugador profesional de la NFL. Buffalo lo sumó a sus filas en mayo de 2021, tras elegirlo en la sexta ronda de selecciones o draft de ese año.
El joven futbolista también es emprendedor social: tiene su propia marca de ropa llamada Chasing Millions, con la que realiza donaciones a quienes más lo necesitan.
Ahora se encuentra en coma inducido, con respiración asistida y luchando por su vida, confirmaron los Bills de Buffalo en Twitter.
Tanto sus compañeros ‘buffalos’ como los rivales, quienes estaban de locales, quedaron en shock al ver a su compañero inconsciente y rodeado de personal médico. En ese momento, todos los jugadores de ambas escuadras se arrodillaron en el campo para orar por Damar Hamlin.
Los quarterbacks rivales, Josh Allen (Bills) y Joe Burrow (Bengals), fueron captados por las cámaras de la NFL con los rostros desencajados, llorando y dándose un abrazo de solidaridad y desconsuelo. Tras varios minutos de confusión, los jugadores, entrenadores y personal de la NFL entraron a los vestidores para discutir qué harían.
La National Football League (NFL) no tiene un protocolo establecido para estas situaciones, así que la decisión quedó en manos de los dos equipos y sus coaches. Mientras la información sobre la salud de Hamlin caía a cuentagotas, finalmente se anunció que el encuentro se cancelaba, sin dar fecha para reprogramarlo.
Los fanáticos estaban más que asombrados por el nivel de humanidad que demostró la organización de futbol americano con esa decisión.
“Por reglamento, los partidos solo se pueden suspender por tormenta eléctrica, terrorismo o si el consejo de la NFL lo decide”, señaló Toño Rodríguez, analista de Bills House, el grupo más grande de fans de Buffalo en México. El antecedente más cercano de un jugador que sufrió un ataque cardíaco durante un partido, fue en la década de 1970, y no terminó bien.
Tras los hechos, se viralizó una solicitud de donativos para la organización benéfica The Chasing M’s Foundation Community Toy Drive.
Hamlin creó la iniciativa en 2016, cuando ingresó en la Universidad de Pittsburgh con solo 18 años. Su intención era apoyar a niños de bajos recursos en su ciudad natal, McKees Rocks, Pensilvania.
Resulta que, en 2020, el aún desconocido estudiante lanzó una petición en la plataforma GoFundMe para juntar 2,500 dólares y llevar juguetes a los pequeños. La convocatoria no tuvo mucha respuesta y quedó en el olvido.
Ante lo ocurrido en el Monday Night Football, internautas rescataron la iniciativa y la esparcieron como pólvora en redes sociales.
En menos de 24 horas, los fanáticos de la NFL han reunido más de 4.7 millones de dólares para la causa… y la cifra sigue subiendo.
Damar Hamlin aún se encuentra en condiciones complicadas. Su agente reveló en redes sociales que sus signos vitales habían vuelto a la normalidad, pero tuvo que ser intubado para ayudarlo a respirar.
