



Ahora que el discurso revolucionario domina la palestra oficial y que la cuarta transformación de México es supuestamente el camino para salir adelante, ¿no sería bueno iniciar una verdadera revolución, pero enfocada en el desarrollo económico responsable? Curiosamente la línea más rancia del socialismo, esa que nomás arenga y promete empleo, se basa en la creación de oportunidades a partir de los emprendedores. Aprovechemos pues esa enorme coincidencia.
Para lograr un desarrollo económico responsable es necesario balancear los elementos de lo que hoy conocemos como Ecosistema Emprendedor. Estos elementos son: el capital humano, las finanzas, la cultura, las empresas, el mercado y el gobierno.
Hoy me enfocaré solo en el gobierno, pero no porque sea la pieza más importante sino porque es el que más recursos tiene para iniciar esta batalla; el dinero, las leyes… y las armas.
Entonces ¿qué debe hacer el gobierno para iniciar esta revolución? Aunque Daniel Isenberg las explica con mayor profundidad, intentaré enfocarlas a la realidad latinoamericana.
Estas ideas podrían revolucionar verdaderamente al Ecosistema Emprendedor en América Latina, aquí está una ruta interesante que permitiría a los gobiernos conciliar la realidad de un mundo innovador con el rezago social que impacta negativamente a nuestra sociedad. Sí se puede iniciar revolución de verdad, una revolución en la que todos estemos en el mismo barco, pero no peleando unos contra otros, sino juntos contra la pobreza, la ignorancia y el desempleo.