Crean casco de realidad virtual capaz de matar al usuario: ‘Si mueres en el juego, mueres en la vida real’
El fundador de Oculus diseñó un casco de realidad virtual que "destruye instantáneamente el cerebro del usuario" si pierde en un videojuego.
Desde Jumanji hasta Matrix, hemos visto historias que plantean un escenario similar: que una persona pueda morir en la vida real si su avatar muere en un videojuego o mundo virtual. La idea no había traspasado la ficción, hasta ahora. El excéntrico multimillonario Palmer Luckey, fundador de Oculus VR (ahora propiedad de Meta), creó un casco de realidad virtual que puede, literalmente, hacer explotar la cabeza del usuario si pierde en un juego.
A sus 30 años, Luckey posee una fortuna estimada en 1,300 millones de dólares y ha sido considerado un “niño prodigio” de la realidad virtual. A los 16 años construyó su primer dispositivo VR, el Oculus Rift, y en 2012 fundó su propia empresa de realidad virtual, Oculus VR. Palmer vendió la startup a Facebook en 2014 por 2,000 millones de dólares en efectivo y acciones, según recoge Forbes.
En 2017, tras abandonar Facebook, Palmer fundó la startup de defensa Anduril, dedicada a diseñar y fabricar armamento y vehículos de grado militar, tanto terrestres como acuáticos. ¿Hace falta explicar por qué su nuevo invento puede ser un peligro para la humanidad?
Luckey dio a conocer su mortífero casco de realidad virtual el pasado fin de semana, mediante una publicación en su blog. En resumen, explicó que el visor está equipado con bombas que explotan cuando se detecta que mataron a tu avatar.
“Usé tres de los módulos de carga explosiva que suelo usar para un proyecto diferente, vinculándolos a un fotosensor de banda estrecha que puede detectar cuando la pantalla parpadea en rojo a una frecuencia específica, haciendo que la integración del juego por parte del desarrollador sea muy fácil. Cuando se muestra una pantalla apropiada de finalización del juego, las cargas se disparan y destruyen instantáneamente el cerebro del usuario”, detalló Palmer.
La amenaza de muerte real brinda una experiencia más realista, afirma el creador
Aunque la idea parece sacada de un guion de cine gore, en realidad está inspirada en el cómic web de anime Sword Art Online (SAO), de mediados de los 2000. Parte crucial de la trama es un equipo llamado ‘NerveGear’, el cual se describe como “un increíble dispositivo que recrea perfectamente la realidad utilizando una interfaz neuronal directa que también es capaz de matar al usuario”.
En la historia, un científico loco les coloca a los personajes el dispositivo ‘NerveGear’ para enviarlos a un mundo virtual. Luego de atraparlos en esta especie de metaverso, los obliga a participar en un “juego a muerte”, donde de verdad pueden perder la vida.
Según el extravagante inventor, el enfrentar una posible muerte hace que las personas sientan la experiencia más real e interactúen diferente.
“La idea de vincular tu vida real a tu avatar virtual siempre me ha fascinado: instantáneamente elevas las apuestas al máximo nivel y obligas a las personas a repensar fundamentalmente cómo interactúan con el mundo virtual y los jugadores dentro de él”, explicó Luckey.
“Los gráficos mejorados pueden hacer que un juego parezca más real, pero solo la amenaza de consecuencias graves puede hacer que un juego se sienta real para ti y para todas las demás personas en el juego”, agregó.
¿El casco de realidad virtual asesino te parece terrible? Se pone peor
El nuevo y letal visor VR de Palmer ya suena como un instrumento de tortura futurista, pero todavía puede ser más horrible.
“Este no es un sistema perfecto, por supuesto. Tengo planes para un mecanismo antimanipulación que, como el NerveGear, hará que sea imposible quitar o destruir el visor”, apuntó el emprendedor californiano.
Según comenta el portal Gizmodo “el objetivo final aquí es crear un casco asesino que literalmente no puedas quitarte”. Es decir, una vez que esté sujetado a tu cabeza, solo hay dos formas de retirarlo: ganar el juego o que el servicio forense lo recoja de entre tus restos.
Además, Luckey subrayó que todavía presenta varias fallas “que podrían ocurrir y matar al usuario en el momento equivocado”. Por esa razón, dice, no ha tenido el valor de usarlo él mismo.
“Estoy convencido de que, como en SAO, la activación final realmente debería estar vinculada a un agente de alta inteligencia que pueda determinar fácilmente si las condiciones para la terminación son realmente correctas”, precisó.
Este casco de realidad virtual, que bien podría inspirar la siguiente entrega de la saga Saw, tiene el evidente potencial de convertirse en un arma terrible si cae en manos equivocadas. Pero, por ahora, solo es una curiosidad para su diseñador.
“En este punto, es solo una obra de arte de oficina, un recordatorio que invita a la reflexión de caminos inexplorados en el diseño de juegos. También es, hasta donde yo sé, el primer ejemplo de no ficción de un dispositivo de realidad virtual que realmente puede matar al usuario. No será el último. Nos vemos en el metaverso”, concluyó Palmer.