Hace más de 45 años Andrew y Peggy Cherng comenzaron una historia de amor que culminaría con la fundación de Panda Express, la cadena de restaurantes de comida rápida china más grande de los Estados Unidos.
Todo comenzó en 1948, cuando Andrew nació en Hangzhou, China. Luego se mudó con su familia a Taiwán cuando tenía seis años. Por su parte, Peggy llegó al mundo en Birmania (ahora Myanmar) en 1947, pero su familia emigró a Hong Kong cuando era niña.
Tanto Andrew como Peggy se mudaron a Estados Unidos para asistir a la universidad. Andrew estudió matemáticas y física en la Universidad Baker en Kansas y Peggy se matriculó matemáticas aplicadas en la Universidad Estatal de Oregón.
En aquel entonces, ninguno de los dos soñaba con tener una empresa millonaria. El padre de Andrew era chef, pero él no quiso entrar en la industria de los restaurantes. Fue justo en aquel momento, mientras estaba estudiando la maestría en matemáticas aplicadas, que Andrew conoció a la que sería el amor de su vida y futura esposa, Peggy.
Andrew y Peggy se casaron una vez que terminaron sus estudios y buscaron una manera de sostener a su naciente familia. Decidieron apostar a sus raíces y a la experiencia de la familia de Andrew y abrieron un pequeño local llamado Panda Inn en Pasadena, California, en 1973. Ahí servían cocina de Sichuan, Hunan y mandarín.
Esta apertura coincidió con la legendaria visita del presidente Richard Nixon a China en 1972. En esa época, todo “lo chino”, en especial los pandas, se puso de moda como un símbolo de amistad entre las dos naciones.
La comida fue tan bien recibida que decidieron abrir una segunda ubicación en Glendale, California, en 1982. Se dieron cuenta de que el mercado estaba listo para recibir una versión de comida rápida china, por lo que en este nuevo restaurante ofrecieron un menú limitado de sus platos más populares, como pollo a la naranja, carne de res de Beijing y pollo Kung Pao.
Para mantener la calidad y consistencia de sus alimentos, Andrew y Peggy desarrollaron un sistema donde los platillos se preparaban frescos todos los días y se distribuían a cada local muy temprano por la mañana. Este sistema les permitió crecer en popularidad por los altos estándares de calidad que tenían frente a otras opciones de comida china.
Peggy usó su experiencia en ingeniería para crear un sistema de logística y Andrew su manejo de las matemáticas para llevar un estricto control del inventario de la compañía.
Panda Express se ha ido expandiendo de local en local, pero a diferencia de la mayoría de los restaurantes de comida rápida, no opera con el modelo de franquicias. El matrimonio posee prácticamente todas las ubicaciones de Panda Express al menos en Estados Unidos. La marca cuenta con casi 2,300 locales en EE.UU., Canadá, México, Dubái y Corea del Sur.
De acuerdo con Eater.com, la marca es tan popular que cada año vende alrededor de 49.8 millones de kilogramos de su icónico pollo a la naranja.
En México, Panda Express abrió el 3 de septiembre de 2011 en Lomas Verdes, siendo la primera operación internacional de la cadena.
Hoy Andrew y Peggy Cherng continúan dirigiendo su empresa Panda Restaurant Group y de acuerdo con Forbes, cuentan con una fortuna personal de 3.2 mil millones de dólares.
Aunque la pareja también posee dos restaurantes de ramen de lujo llamados Ippudo en las ciudades de Nueva York y Berkeley, California, la mayor parte de sus esfuerzos ahora están enfocados a la filantropía, especialmente a las iniciativas educativas.
Los Cherng tienen inversiones en cadenas que venden de todo, desde pizza, ensalada y pasteles de queso. En 2018 compraron una parte del hotel Mandarin Oriental (ahora Waldorf Astoria) en Las Vegas por 214 millones de dólares.
“En 1973 se trataba de ganarse la vida para la familia”, dijo la pareja en un comunicado a Forbes. “Hoy se trata de desafiarnos a nosotros mismos y ver lo que todos nosotros en el equipo podemos lograr; vivir la misión de Panda de inspirar mejores vidas”.
Dos de sus tres hijas trabajan en la empresa familiar. Andrea Cherng es la directora de marketing, mientras que Nicole Cherng es la gerente de cáterin y eventos especiales. Su hija Michelle decidió dedicarse a ser maestra de escuela.
En alguna ocasión, Peggy Cherng le dijo a The New York Times que “amar es el verbo que enfatizamos con nuestra familia Panda”.
“Debemos respetarnos y cuidarnos mutuamente. Debemos presionarnos y estirarnos mutuamente”.
