



Emprender en pareja puede ser una de las experiencias más gratificantes y desafiantes a la vez. A lo largo de los años, muchas personas han demostrado que combinar el amor y negocios puede llevar a resultados extraordinarios.
Sin embargo, también es un camino que requiere de mucha comunicación abierta, visión compartida y, sobre todo, una dosis extra de paciencia y compromiso. La clave está en aprovechar la sinergia que nace de la confianza y el apoyo mutuo, convirtiendo los desafíos en oportunidades para crecer juntos.
A continuación, exponemos 5 ejemplos de parejas mexicanas que han logrado transformar sus sueños en realidad, demostrando que, con la combinación adecuada de amor y emprendimiento, es posible alcanzar el éxito y la felicidad tanto en el negocio como en la vida personal.
Dulces de la Rosa: La famosa compañía confitera jalisciense arrancó operaciones en 1942 y nació como un proyecto de Jesús Michel González y su esposa Elvira Velasco Rolón, quienes comenzaron con la elaboración de dulces de manera artesanal.
Hoy, la empresa sigue en manos familiares, bajo la dirección de Enrique Michel Velasco, uno de sus hijos, quien emplea a más de 2 mil 500 personas y fabrica y exporta productos como golosinas, chocolates o los emblemáticos y famosos mazapanes.
Enviaflores.com: Este negocio con sello regiomontano nació hace 20 años cuando Jesús Martínez quería regalarle flores a su novia, Marcela Treviño, y se dio cuenta de que no había ninguna empresa que hiciera esto vía digital. Entonces decidió emprender en el ramo, pues hizo una investigación de mercado que le arrojó que lo que más buscaba la gente en internet era dónde había negocios de florerías.
Al inicio, Marcela, arquitecta de profesión, le ayudaba a hacer los arreglos florales mientras él se encargaba de la página web. Actualmente, tienen centros de distribución en casi toda la república y alrededor de 600 empleados, según declararon a Business Insider.
Oscar Hackman: Seguro al entrar a cualquiera de esas cafeterías que tienen 3 búhos como logo has visto sus productos, además de en diversas y prestigiadas tiendas departamentales. Ellos venden ropa interior de algodón pima, una variedad de fibra larga, de gran calidad y muy suave, que se cultiva principalmente en Perú, país de donde son originarios estos emprendedores, ya mexicanos desde hace varios años.
Se trata de Haydee Cáceres y Oscar Gálvez, exitosos esposos y emprendedores que iniciaron con su marca hace más de 30 años en CDMX. Además, a través de esta se encargan de ayudar a diversas causas sociales, lo cual nutre su labor.
Máximo Bistrot: El restaurante ubicado en la colonia Roma es creación del matrimonio conformado por Gabriela López y Eduardo García, quienes se conocieron mientras ambos trabajaban con el famoso chef Enrique Olvera. Ella es administradora de restaurantes y él había cocinado toda su vida, en el país y en Estados Unidos.
Ahora unen sus talentos en este exitoso restaurante incluido en la lista de Latin America’s 50 Best Restaurants. Actualmente también tienen Lalo! y Havre 77 y cuentan con 130 empleados y seis asociaciones en México, dos en Londres y una en Dubái, compartieron con The New York Times.
Taller Jacobo y María Ángeles: Jacobo y María Ángeles crearon una industria creativa en Tilcajate, Oaxaca, con un taller que funciona como una escuela de artes y oficios y que además promueve el arte de los pueblos originarios.
Muchas de sus piezas, tonas, nahuales y alebrijes forman parte de colecciones de museos como el Fomento Cultural Banamex y el Museo de Arte Popular, también han realizado obras que fueron exhibidas en países como Italia, Chile, Estados Unidos y hasta en El Vaticano, entre diversos países, dejando el talento mexicano muy en alto.
Uno de los mayores beneficios de los negocios en pareja es la profunda comprensión que se tiene el uno del otro. Esta conexión puede facilitar la toma de decisiones y la resolución de conflictos, ya que ambos conocen las fortalezas y debilidades de su socio en un nivel muy personal.
Además, compartir un proyecto común puede fortalecer la relación, ya que ambos trabajan hacia metas similares y celebran juntos los logros alcanzados. La confianza mutua se convierte en un pilar fundamental, permitiendo que el negocio crezca sobre una base sólida de apoyo y colaboración.