Groenlandia, un indicador clave del cambio climático, ha experimentado una pérdida de hielo significativamente mayor de lo que los científicos habían calculado anteriormente, lo que podría tener consecuencias de largo alcance para el medioambiente global.
Un estudio reciente publicado en la revista Nature ha revelado que, desde 1985 hasta 2022, Groenlandia ha perdido aproximadamente 5,091 kilómetros cuadrados de hielo, equivalente a 1,034 gigatoneladas. Este descubrimiento sugiere que la pérdida de hielo ha sido un 20% mayor de lo previamente estimado.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA realizó un análisis detallado utilizando más de 200,000 observaciones por satélite. Este estudio proporciona una visión integral de cómo los bordes de toda la capa de hielo de Groenlandia han retrocedido durante este período. De los 207 glaciares analizados, 179 mostraron un retroceso significativo.
Aunque el retroceso de estos glaciares tuvo un impacto relativamente pequeño en la subida del nivel del mar, el aumento de agua dulce en los océanos podría afectar seriamente la circulación oceánica, incluyendo la Circulación Meridional de Inversión del Atlántico. Esta “cinta transportadora” de corrientes oceánicas es crucial para la distribución de la energía térmica en el planeta.
La investigación indica que la variabilidad estacional de los glaciares puede ser un indicador de su retroceso a largo plazo. Los hallazgos también sugieren que la pérdida de hielo de Groenlandia continuará, lo que podría tener efectos significativos en el clima global y los ecosistemas.
La acelerada pérdida de hielo en Groenlandia es un recordatorio contundente de los impactos del cambio climático. Este estudio subraya la urgencia de abordar las emisiones de gases de efecto invernadero y prepararse para los cambios significativos en los patrones climáticos y oceánicos.
