



Como en todos los aspectos de la vida, hay cinco ingredientes indispensables para obtener el éxito: la pasión, el entusiasmo, el optimismo, la fortaleza interna y la perseverancia.
Las personas ganadoras son aquellas que se arriesgan y van por sus sueños y metas; que conquistan los objetivos, y, a la vez, que tienen la habilidad, innata o adquirida, de fortalecerse cuando algo no sale tal lo planificado.
Lo que sí tienen en común es una mente ganadora. El cerebro, con sus dos hemisferios, acciona lo que la mente le ordena. Es especialista en conectar las redes neuronales para producir el resultado que se le ordena. La mente es quien dirige la acción, determina el nivel de participación de cada persona en la experiencia que se está buscando, y diseña la estrategia apropiada, naciendo del interior y no sólo guiada por los impulsos externos.
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Vivir, pensar, sentir y actuar bajo la guía de una mente ganadora es un trabajo arduo y permanente, las 24 horas, todos los días. De allí que muy pocas personas lo logran; y quienes lo hacen, se destacan frente a los demás. Estos son los rasgos que los distinguen por sobre la media: