Ver revista digital
30-11-2022, 9:00:00 AM

Todos hablan, pocos conectan. Usa el método de las burbujas para comunicar mejor.

Esta es la manera de comunicar mejor en los negocios y en la vida. Te decimos cómo expresarte efectivamente.

Usa el método de las burbujas para comunicar mejor.
Usa el método de las burbujas para comunicar mejor. © Depositphotos.com

¿Quieres comunicar mejor? Déjame contarte la historia del Juez de Babilonia.

En la legendaria ciudad de Babilonia, grande entre las grandes de la antigüedad, había un loco que se paraba en el cruce de dos transitadas calles cada mañana, cerca del bazar. Le llamaban “El Juez de Babilonia” y decía tener el poder de ver el alma de las personas.

Cada mañana se paraba allí y repetía su rutina: levantaba el dedo apuntando a cualquiera que pasara y le gritaba su sentencia.

  • ¡Cambia tu trabajo!
  • ¡Regresa con tu esposa!
  • ¡Vende tus camellos!
  • ¡No castigues a tus hijos!
  • ¡Compra un nuevo palacio!

La gente se divertía con el Juez de Babilonia y le daba algunas monedas. Alguna vez, por coincidencia, la persona que recibía la sentencia encontraba útil el consejo. “¡¿Cómo sabía el Juez que tengo este problema con mi esposa?!” y entonces pensaban que era un extraño sabio. Pero estos casos eran los menos. En su mayoría, las sentencias del juez caían en oídos sordos, como semillas en roca.

En el mundo moderno, muchas personas son como el Juez de Babilonia: te gritan todos los días que hagas o deshagas, que compres, que vayas o que vengas. Pero… ¿Qué impacto tienen, realmente? ¿Qué impacto tienes tú, cuando lo haces?

¿Comunicar mejor? Hablemos de burbujas

Aunque todos conocemos el modelo matemático de la comunicación (Emisor a Mensaje a Receptor), el esquema resulta contraproducente en muchos casos, pues parece indicar que comunicar consiste, principalmente, en enviar mensajes; decir cosas o transmitir información. Y entonces dedicamos tiempo a decir MÁS cosas, con MÁS volumen, MÁS repetición y MÁS impacto.

Es verdad que hay que diseñar un buen mensaje, pero también es cierto que hay algo más importante que muchos parecen olvidar: que el centro de la comunicación no es el mensaje, sino la RELACIÓN o el VÍNCULO que existe entre las personas.

Partimos de la unidad básica: la persona. Todas las personas que conoces y que conocerás tienen una serie de dimensiones concéntricas: su dimensión personal, familiar, social, profesional, etcétera. Simplifiquemos esto afirmando que todas las personas vivimos en una “burbuja” que está hecha de nuestras dimensiones.

Para que exista la comunicación se requieren, al menos, dos personas.

Hasta ahora, vamos bien. Ahora: para que las palabras y los sentimientos puedan viajar e importar, necesitan una sustancia que los sostenga. Esta sustancia es la burbuja. Las palabras sólo viajan en las burbujas:

No importa cuán fuerte hable esta persona. No importa si es un gran orador; si habla bonito o habla feo. Las burbujas separadas no conducen palabras: hay un vacío que las separa. ¿Qué podemos hacer?

Ahora es evidente: cuando las dimensiones de las personas se entrelazan, existe un espacio común en el que las palabras y los sentimientos se pueden compartir y tener peso.

La forma en que creamos estos espacios comunes determina en gran medida nuestra capacidad de comunicar, conversar, dialogar, escuchar y resolver problemas.

Para comunicar: une las burbujas

Quizás conoces a Mérida, la heroína de la película Valiente de Disney / Pixar. Si no la has visto ya, es excelente. Si ya la viste, recordarás que en la película, la princesa Mérida y su madre la reina no pueden entablar una conversación sensata: pelean todo el tiempo. La reina quiere que su hija se case con un príncipe, se comporte de cierta manera y acepte su destino. La princesa quiere ser libre y pasear en su caballo con su arco y flecha. ¿Quién tiene la razón?

La película resuelve de forma sensacional esta pregunta, haciéndonos notar que la pregunta no importa, porque el problema no es el problema: el problema es la relación.

via GIPHY

En la película, Mérida lanza un hechizo que convierte a su madre en oso. ¿La única forma de revertir el hechizo? La hechicera lo sabe: hay que restaurar el vínculo.

Cuando Mérida restaura el vínculo (simbolizado en un tapiz que remienda segundos antes de perder a su madre), madre e hija aprenden a integrar sus dimensiones, sus “burbujas” y el problema deja de ser problema. Como en la relación de Julieta con su hija, lo que hacía falta no eran más argumentos, sino reparar el vínculo.

¡Esta fórmula funciona y es extraordinariamente poderosa! Funciona entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre jefes y empleados, entre colegas; entre proveedores y clientes. Es decir: funciona entre seres humanos. Para hablar, primero hay que conectar. Para conectar, hay que entrelazar las burbujas.

  • Si tu hija no te escucha, deja de argumentar y acerca las burbujas.
  • Si tu mujer no te escucha, deja de argumentar y acerca las burbujas.
  • Si tu cliente no compra, deja de argumentar y acerca las burbujas.
  • Si ese problema no se resuelve, deja de argumentar y acerca las burbujas.

Puesto que todas las personas vivimos en nuestras respectivas burbujas, todas las personas que conocemos y la manera en que nos relacionamos con ellas se manifiesta en la manera en que nuestras burbujas se entrelazan:

A veces las burbujas están tan separadas, que la comunicación resulta imposible. Es lo que sucede cuando dos esposos distanciados dicen “vivir como desconocidos”. Es un sentimiento comprensible: sus burbujas están separadas y, antes de resolver cualquier otro problema (la educación de los hijos, las vacaciones o la tarjeta de crédito), deben invertir su energía en unir sus burbujas para crear espacios de comunicación.

¿Cómo se unen las burbujas?

  1. Las burbujas se unen, primero, con tiempo. Pasar tiempo con otra persona activa las neuronas espejo que facilitan la empatía y la hacen parte de nuestras propias dimensiones. Por eso las amistades que no se ven, eventualmente se pierden. No por falta de cariño, sino por falta de comunicación.
  2. Las burbujas se unen con elementos comunes: pasatiempos, historias, gustos o experiencias. Buscar coincidencias es una manera efectiva de facilitar la conversación: “¿a ti te gusta esto? ¡a mí también!” Y las burbujas se acercan un poco más.
  3. Las burbujas se unen con detalles de cariño, servicio y amabilidad. Cuando bajamos la guardia y percibimos a una persona como amigable -no amenazante- y agradable, entonces les permitimos entrar en nuestras dimensiones.
  4. Las burbujas se unen con contacto visual, físico y experencial. Cuando tocamos, abrazamos o conectamos físicamente con otras personas; cuando compartimos miradas o cuando hacemos cosas juntos -especialmente si son divertidas o emocionantes, como un deporte, un juego o una buena obra de teatro- nuestras burbujas se acercan más y más.
  5. Las burbujas se unen cuando confiamos. Generando motivos de credibilidad; es decir, autoridad técnica, autoridad moral, honestidad, ejemplaridad y servicio.

¿Quiénes son los grandes oradores, vendedores y líderes? No los que gritan más, argumentan más o tienen las mejores ideas. Son los que saben conectar. Es por eso por lo que la comunicación es la habilidad transportable más valiosa que podrás desarrollar, con impacto en todas las áreas de tu vida. ¿Quieres intentarlo? Te prometo: vale la pena.

Comunicación Comunicación efectiva
Dircom en Universidad Panamericana Aguascalientes. Oratoria, comunicación estratégica, storytelling. Creador de @Dibujomentarios. Socio en DiezLetras Comunicación. Autor de la saga de El Delegado Francés y algunos otros títulos, como Todos Hablan, Pocos Conectan y Como Pez en el Agua. Abogado y Doctorando en Comunicación. Sigue su podcast "Todos Hablan, Pocos Conectan" en Spotify y consigue sus libros en Amazon.
Salir de la versión móvil