
La zona arqueológica más visitada del país se prepara para brillar—literalmente—en 2026. Autoridades del Estado de México y actores del sector turístico confirmaron que se trabaja para reactivar el espectáculo nocturno de luz, sonido y videomapping en Teotihuacán y empatar su regreso con la Copa Mundial de la FIFA 2026, cuando la Ciudad de México será uno de los grandes polos turísticos del torneo. La apuesta es aprovechar la derrama esperada por el Mundial y sumar una experiencia cultural de alto impacto cerca de la capital, reforzando el corredor AIFA–Teotihuacán–CDMX.
El plan oficial contempla retomar el espectáculo nocturno que combina un recorrido por la Calzada de los Muertos y un videomapping proyectado sobre la Pirámide del Sol, con narrativa histórica y música. Versiones anteriores duraban entre 45 y 60 minutos, con estaciones iluminadas y audio‐guía; la reactivación buscará modernizar esa plataforma técnica y reforzar servicios para visitantes.
Fuentes estatales y prensa regional han informado que el Gobierno del Estado de México impulsa el retorno del show como parte de un paquete de acciones para revitalizar Teotihuacán, reabrir espacios icónicos y fortalecer seguridad e infraestructura turística, con 2026 como objetivo. Incluso el Congreso mexiquense emitió un exhorto para reanudar el espectáculo y acelerar preparativos.
En paralelo, el INAH ha dado señales de alistamiento de su red de museos y sitios patrimoniales rumbo a 2026; recientemente reabrió de forma parcial el ascenso en la Pirámide de la Luna y ha reconocido ajustes para recibir mayor flujo turístico en el país. Estos pasos refuerzan la expectativa de que Teotihuacán ofrecerá nuevas/renovadas experiencias durante el Mundial.
El Mundial 2026 perfila un pico de viajeros y una derrama extraordinaria para México. Proyecciones gubernamentales y de prensa estiman entre 1,000 y 3,000 millones de dólares de impacto económico y hasta 5.5 millones de visitantes en el país, con la capital como uno de los imanes principales.
Además, el alojamiento de corto plazo jugará un rol central: un análisis de Deloitte para Airbnb y la FIFA estima que las estancias vía plataforma aportarían 3,600 mdd a las economías de las ciudades sede en 2026 y la CDMX registrará incrementos relevantes en tarifas y ocupación.
Reactivar el espectáculo nocturno a 50–60 minutos de la capital permite extender estadías y dispersar gasto hacia el Valle de Teotihuacán (alojamiento, restaurantes, tours y artesanías). La zona depende fuertemente del turismo—se calcula que cientos de miles de personas viven de esa cadena de valor—por lo que un producto icónico en temporada mundialista puede anclar paquetes que combinen partido + centro histórico + Teotihuacán de noche.
El relanzamiento busca aprovechar el AIFA y la conectividad carretera para armar circuitos de entrada/salida. Al estar en el Estado de México, Teotihuacán puede captar viajeros que vuelan al AIFA o se hospedan en CDMX, con traslados nocturnos controlados y regreso seguro. Autoridades estatales han resaltado la modernización del corredor y la coordinación de seguridad como prioridad.
Aunque el Mundial será un impulso, la capital discute reglas para evitar efectos indeseados del turismo masivo (alzas de rentas y gentrificación). Las autoridades han planteado medidas y diálogo social para equilibrar el auge que traerá 2026. En ese contexto, productos culturales como el show de Teotihuacán también ayudan a desconcentrar flujos y repartir beneficios en la región metropolitana.
El regreso del espectáculo nocturno de Teotihuacán durante el Mundial 2026 perfila una jugada ganadora: eleva la oferta cultural, alarga la estancia de los aficionados y derrama gasto más allá de los estadios. En medio del boom turístico de México y la desaceleración de algunos mercados en EE. UU., sumar experiencias icónicas cercanas a la CDMX puede marcar la diferencia en competitividad y percepción internacional. Si se ejecuta con cuidado patrimonial y buena logística, Teotihuacán de noche será el gol más vistoso del calendario cultural del torneo.
