El famoso autor del best-seller sobre finanzas personales dijo que ese endeudamiento “no era realmente su problema”.
Robert Kiyosaki, el reconocido autor del libro best-seller “Padre Rico, Padre Pobre”, reveló recientemente que se encuentra en una deuda de 1.2 mil millones de dólares, una situación financiera que contrasta drásticamente con los principios de inversión y gestión financiera que promueve en sus escritos.
De acuerdo con el sitio Marketwatch, Kiyosaki no está perdiendo el sueño por esta deuda.
“Si yo quiebro, el banco quiebra”, dijo el autor de “Padre rico, padre pobre”, Robert, en un vídeo de Instagram. “No es mi problema”.
“Tengo una deuda de mil millones de dólares porque la deuda es dinero”, dijo Kiyosaki durante una entrevista en el podcast “Disruptors”. Se conecta con su estrategia de utilizar las ganancias en efectivo para comprar metales preciosos como el oro o la plata, que según Kiyosaki mantendrán su valor mientras el dólar estadounidense fluctúe.
La revelación de Robert Kiyosaki
La noticia de la deuda multimillonaria de Kiyosaki ha sorprendido al mundo financiero, especialmente dada su reputación como gurú de las finanzas personales y autor de uno de los libros más influyentes sobre educación financiera.
Pese a su enorme deuda, Kiyosaki mantiene una perspectiva única sobre las finanzas, diferenciando claramente entre “buenas deudas” y “malas deudas”.
Según el experto, él utiliza la deuda para adquirir activos, no pasivos. Según Fortune, el autor contrasta esto con el enfoque común de adquirir deudas para bienes de consumo o pasivos. Kiyosaki ha expresado su escepticismo hacia el ahorro en efectivo, especialmente después de que el dólar estadounidense se desvinculara del patrón oro en 1971. Prefiere convertir sus ganancias en oro y plata.
Kiyosaki promueve la inversión en “activos reales” como Bitcoin y ganado Wagyu, viendo estos como coberturas contra la devaluación del dólar. Aunque el enfoque de Kiyosaki ha sido exitoso para él, no está exento de riesgos, como se evidenció en sus problemas financieros anteriores, incluyendo una bancarrota en 2012.